Opinión

Valores: el arraigo y la familia rural

Uno de los problemas que tiene la Argentina desde la perspectiva de la política poblacional es, además de la subpoblación, el desarraigo. Las grandes ciudades (Buenos Aires, Córdoba, Rosario, y otras) atraen a los habitantes del mundo rural por diversos motivos. El hombre de campo deja su tierra y se inserta en un lugar en el que, por otra parte, resulta por demás difícil generar un sentimiento de pertenencia. Por este motivo es importante dar a conocer eventos que promuevan los valores tradicionales como son el arraigo y la familia rural.
El próximo domingo 6 de octubre se realizará la II Fiesta del Arraigo y la Familia Rural en el Paraje Pablo Acosta del Partido de Azul en la Provincia de Buenos Aires. Se trata de una iniciativa que surgió de alumnos del Centro Educativo para la Producción Total N° 31 (CEPT 31). La propuesta cuenta con el auspicio de la Municipalidad de Azul.
‘La Prensa’ entrevistó a Uriel Salsamendi, alumno del establecimiento educativo y uno de los organizadores de la jornada.
-¿Cómo surge la idea de organizar la Fiesta del Arraigo y de la Familia Rural?
-Estábamos en una clase y surgió la idea de que todos se querían reunir. Tuvimos otra clase en la que se planteó por qué había desarraigo en el pueblo de Pablo Acosta. No todos los chicos tienen la posibilidad de estudiar en la escuela CPET 31. Ellos abandonaban los estudios o se iban al pueblo. Una vez en el pueblo, ya es muy difícil volver al campo.
-¿Qué significa para vos y los otros organizadores estar a la cabeza de la Fiesta?
-No sé cómo definir lo que se siente. Más bien se trata de una obligación. Algunos lo hacen de acuerdo al dicho: “Si querés que algo salga bien, hacelo vos”. Se siente bien poder hacer algo que ayude a la comunidad, que ayude al pueblo.
-¿Por qué es importante el arraigo y la familia rural?
-Porque en el arraigo están nuestras raíces, nuestra cultura. No es lo mismo venir del pueblo al campo que del campo a la ciudad. La persona del campo tiene su cultura ya arraigada desde que nace, desde que se cría. Es feo separarse de todo esto por culpa de no poder estudiar o de que la gente no conozca lo que vivís día a día.