Diez componentes no declarados en las fórmulas y partículas de fluorescencia que podrían ser compatibles con óxido de grafeno fueron encontrados en las cuatro marcas de vacunas contra el covid que se aplican en la actualidad en la Argentina. Los hallazgos son producto de un análisis llevado adelante por la doctora en Ciencias Biológicas e investigadora independiente del Conicet Marcela Sangorrín y la licenciada en Biotecnología Lorena Diblasi, y quedaron documentados en dos informes. Ambos informes fueron presentados recientemente ante el juez Alfredo López en la segunda de las audiencias informativas que convocó el magistrado a raíz de un recurso de amparo colectivo para suspender la vacunación en bebés, niños y adolescentes.
De las dos audiencias informativas que se llevaron adelante en octubre y noviembre últimos participaron representantes del Ministerio de Salud de la Nación y de la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT), quienes reconocieron ante el juez que esas instituciones no hicieron análisis propios de la composición de los viales que adquirieron a las compañías Pfizer BioNtech, Moderna, CanSino Biologics, AstraZeneca y Sinopharm. En cambio, los controles se han limitado a un “cotejo documental”, es decir que solo se controla la documentación enviada con cada lote de estas vacunas, según admitieron las funcionarias presentes en la segunda audiencia.
En concreto, en el primero de los informes, titulado “Análisis sobre viales de las denominadas vacunas contra la enfermedad covid-19, utilizando microscopía electrónica de barrido acoplada a EDS (Espectroscopía de Rayos X de Energía Dispersiva)”, se analizaron las muestras de las distintas marcas de vacunas y se determinó la composición semi-cuantitativa de las partículas presentes en cada muestra. Así se detectaron partículas extrañas con diferente morfología, de tamaño y cantidad que superan el límite dictado por la Farmacopea Argentina en el capítulo 650 “partículas para inyectables” y la USP (Farmacopea de los Estados Unidos) en el capítulo 788 “particulate matter in injections”.
El informe indica que se detectaron los siguientes elementos químicos no declarados en la composición de cada marca: cobre, bromo, titanio, silicio, aluminio, flúor, hierro, cromo, manganeso y cesio.
Además, “se encontraron partículas con diversa morfología, en algunos casos coincidieron con las de óxido de grafeno (por ejemplo cintas y láminas u hojas), en otras muestras se vieron figuras con geometría cuadrada y barras con alto contenido de elementos metálicos y algunas muy extrañas que coinciden con hallazgos de investigadores independientes de otros países”, escriben las autoras.
Sangorrín y Diblasi añaden que “estos productos no pasarían este control de calidad de rutina para un producto inyectable, ya que no cumplen con la cantidad de partículas y tamaño permitidos por las diferentes farmacopeas”.
"Además, los elementos químicos hallados, que no están declarados en la composición, se encontraron asociados a partículas de diferente morfología y tamaño, la mayoría de estos elementos son tóxicos para el ser humano”, reiteran y finalizan el documento subrayando: “Al no estar declarados estos componentes, no se puede confiar en el control de calidad correspondiente. Cabe preguntarse qué técnicas analíticas emplearon para el análisis y aprobación de cada lote, para la confección de los diferentes Certificados de Análisis de Origen (COAs), sumado a que no existen monografías en las diferentes farmacopeas para estos nuevos productos biológicos”.
En tanto, en el segundo informe, titulado “Análisis sobre viales de las denominadas vacunas contra la enfermedad covid-19, utilizando microscopía de fluorescencia” -certificado por escribano público-, se muestran los resultados obtenidos al comparar siete viales de las vacunas covid contra un patrón de óxido de grafeno (marca Sigma-Aldrich, código: 763713- 250MG, lote: MKCF4166).
De este modo, las investigadoras hallaron que las cuatro marcas de vacunas analizadas presentaron partículas con fluorescencia, pese a que ninguno de los componentes declarados por las cuatro empresas de fabricación de vacunas presentan fluorescencia.
En cambio, las autoras del informe apuntan que el óxido de grafeno (la forma oxidada del grafeno y un material de carbono) sí presenta fluorescencia. “Observamos el mismo patrón de fluorescencia entre las distintas marcas analizadas y el estándar de óxido de grafeno SIGMA-ALDRICH, además similitud en la morfología de las partículas encontradas”, concluyen Diblasi y Sangorrín.
El uso del óxido de grafeno viene siendo estudiado desde hace algunos años para distintas aplicaciones en el campo de la medicina, entre otros. Sin embargo, una reciente revisión de la literatura de estudios in vitro e in vivo sobre la síntesis y toxicidad del óxido de grafeno da cuenta de los múltiples efectos tóxicos que puede producir este nanomaterial, a distintos niveles del organismo humano, incluidos los sistemas respiratorio, digestivo, renal, reproductivo, cerebral y genético, dependiendo de la dosis a la que sea utilizado.
UN PEDIDO URGENTE
Al mismo tiempo, una veintena de expertos de reconocimiento mundial en Salud Pública, Ciencia, Medicina, Derecho y periodismo se reunieron el miércoles último en el senado de Estados Unidos para participar de una mesa redonda titulada “Vacunas covid-19. Qué son, cómo funcionan y posibles causas de lesiones”, organizada por el senador estadounidense Ron Johnson “para arrojar luz sobre el estado actual de los conocimientos en torno a la vacuna y el camino a seguir”.
Uno de los oradores fue el cardiólogo e investigador estadounidense Peter McCullough quien expresó que el camino para prevenir más daños es que se saquen del mercado todas las vacunas. “Los mandatos deben caer inmediatamente. Necesitamos financiación inmediata para los centros de excelencia dedicados tanto al tratamiento de las lesiones por vacunas como para el cribado, la detección, el diagnóstico, el pronóstico y la gestión de ese tipo de lesiones”, instó el especialista quien añadió: “Necesitamos darle a nuestro sistema de Salud un viraje hacia la gestión de este gran número de lesionados por vacunas. Lo que está en juego es la muerte".
"Las autopsias muestran que esas muertes se están dando debido a las vacunas. Para salvar las vidas de los estadounidenses, estas vacunas deben retirarse del mercado”, reiteró.
Por su parte, el ginecólogo, obstetra y especialista en medicina materno fetal James Thorp dio testimonio de lo que empezó a ver en su consultorio desde el momento en que se comenzaron a aplicar las vacunas covid en Estados Unidos. “Mis pacientes son mujeres en edad reproductiva, embarazadas y bebés antes de nacer”, relató el experto, quien aseguró que evidenció “un aumento sustancial, masivo, sin precedentes, en las anomalías menstruales, un aumento sustancial de la infertilidad, un aumento sustancial de abortos involuntarios, muerte fetal y malformación fetal”.
Thorp aseguró que él y su equipo han publicado muchos estudios en los últimos dos años. “En nuestro último estudio, para el que utilizamos datos del VAERS y de los CDC, comparamos las vacunas de covid-19 en los últimos 18 meses con los de la vacuna contra la gripe en el embarazo, y lo que hemos visto es catastrófico”, subrayó.
El obstetra y ginecólogo calificó de “señal peligrosa” los resultados obtenidos. “No tengo tiempo para mencionar todos esos problemas, pero lo que diría es que los CDC y la FDA entienden un aumento del doble como señal peligrosa. Lo que nuestro estudio mostró no fue un aumento del doble, sino de 500 o 1.000 veces en anormalidades menstruales, por ejemplo. Casi 12 veces más en comparación con la vacuna de la gripe. Sobre el aborto involuntario, 58 veces más abortos involuntarios con las vacunas covid 19 que con la vacuna contra la gripe. Podría seguir y seguir. Muerte fetal: 38 veces más. Esto es lo que he visto. Esto es lo que muestran los datos. Mis pacientes son el factor limitante de las futuras generaciones de la raza humana”, detalló.
Asimismo, se preguntó por qué el Consejo Americano de Obstetricia y Ginecología, el Colegio Americano de Obstetricia y Ginecología y la Sociedad de Medicina Materno Fetal, a los que “sirvió de manera profesional y destacada durante toda su carrera, están promoviendo esta vacuna letal, arriesgando el futuro de toda la humanidad”.
"En un estudio publicado este año analicé 1.366 publicaciones revisadas por pares de revistas médicas que documentaban muerte y lesiones luego de la vacunación contra el covid. Publiqué en la revista 'The Gazette of Medical Sciences' 200 páginas de los abstracts de la literatura publicada y al contrastarlos con otras vacunas durante un siglo no hubo punto de comparación. El principal de esos efectos adversos fue la enfermedad cardíaca, luego trombocitopenia y coágulos sanguíneos”, agregó.
En tanto, el doctor Robert Malone enfatizó que las vacunas salieron de un programa de investigación de una terapia génica. “Las de ARNm y los vectores de ADN son absolutamente tecnología de terapias génicas aplicadas para el propósito de provocar una respuesta inmunitaria”, expresó.
En la mesa redonda también participó el doctor Pierre Kory, quien hizo hincapié en la necesidad que existió desde un principio de encontrar un tratamiento temprano para el covid, teniendo en cuenta que no se trataba de la primera epidemia de coronavirus, “sino que con el SARS-CoV-1 había fármacos que se sabía que eran efectivos, había clínicas que los utilizaban, y lo que encontramos aquí fue un sistema entero de salud recomendando a la gente que se quede en casa hasta que tengan los labios azules y que no probaran nada”.
"Lo realmente triste fue que lo único que recomendaban era paracetamol. Y actualmente tenemos más de tres docenas de compuestos y la mayoría de ellos son de re-propósito, esto significa que estos son fármacos aprobados para otras indicaciones y que se encontró que tenían mecanismos que podían ser aplicados a una enfermedad diferente. Hay múltiples fármacos que se demostró que tienen propiedades antivirales y fueron muy rápidamente identificados alrededor del mundo y ampliamente utilizados pero no en este país”, lamentó.
Kory sostuvo que la razón de la supresión de tratamientos tempranos es muy sencilla: “Vivimos en un sistema de salud que está literalmente estructurado con incentivos para preservar el mercado de productos farmacéuticos patentados y onerosos. Los fármacos de re-propósito son el enemigo de la industria farmacéutica y hemos visto esos poderes en la supresión de los tratamientos tempranos”.
"Esperamos que pasara un año de esto hasta que nos apresuramos a sacar una autorización de emergencia para antivirales costosos, mientras todo el tiempo estuvieron suprimiendo medicamentos realmente efectivos y ampliamente disponibles, con registros que mostraban su alta seguridad, como la hidroxicloroquina, la ivermectina, la fluvoxamina, y puedo continuar”, prosiguió Kory para luego finalizar: “Lo que diré para remarcar cuán absurdo es esto es que el 30% del planeta vive en un país donde la ivermectina o la hidroxicloroquina no solo está en las guías nacionales sino que es ampliamente utilizado. Esto no lo vemos en Estados Unidos o en cualquier economía sanitaria avanzada. Miren a Europa, Canadá, Australia, Nueva Zelanda, donde hay una supremacía de la industria farmacéutica, y se da la supresión de medicamentos para el tratamiento temprano”.
Sobre la conveniencia de las inoculaciones contra el covid en niños y adolescentes, se refirió el cardiólogo pediátrico doctor Kirk Malhoan. “Sabemos que el riesgo para los niños frente al covid es excesivamente bajo, pero ahora sabemos que hay un riesgo real de miocarditis inducida por la vacuna”, comenzó diciendo.
"La palabra miocarditis es una combinación de músculo, corazón e inflamación. El corazón es un músculo y cuando está inflamado, su función se ve comprometida. Muy parecido a cuando se magulla o tuerce un músculo de la pierna, el médico le dice que lo descanse, la dificultad cuando el corazón ha sido lesionado, aunque sea levemente, es que es muy difícil hacerlo descansar porque todavía necesita latir 70 veces por minuto, 4.200 veces por hora”, graficó Malhoan.
En cuanto a si la vacuna puede causar miocarditis o inflamar el corazón, el cardiólogo pediátrico señaló: “Ahora tenemos datos de múltiples fuentes, de las reuniones de la Asociación Americana del Corazón, que han mostrado que la proteína spike -que las actuales vacunas de ARNm le piden producir al cuerpo- es cardiotóxica y hace que el corazón se inflame. El actual plan de Salud es pedirle a nuestro propio cuerpo que produzca una cardiotoxina. La proteína spike desencadena una cascada de eventos que activa plaquetas, que forman coágulos e inflama el recubrimiento del vaso sanguíneo, el corazón y el músculo cardíaco mismo”.
Respecto de cuán a menudo ocurre esto, el especialista dijo que el riesgo está muy asociado a la edad y sexo: los hombres de 14 a 40 años están en el mayor riesgo. “Pero más alarmante es un reciente estudio de Tailandia que observó y examinó adolescentes antes y después de recibir la vacuna de Pfizer. Hallaron que de los 202 adolescentes varones que fueron estudiados, cinco (o 2,4%) tuvieron una lesión del miocardio, dos de los 202 (o el 1%) tuvieron irritación del saco que rodea el corazón o pericarditis. Una persona de cada 40 sufriendo inflamación del corazón luego de la vacunación es muy preocupante. En especial considerando que la mayoría, un 80% de quienes brindan servicio en nuestra fuerza Militar son varones de 18 a 44 años”, enfatizó.
Asimismo, hizo referencia a las afirmaciones que sostienen que los no vacunados están en mayor riesgo que los vacunados de sufrir miocarditis. “Un estudio grande de países nórdicos halló que eso no es cierto. El estudio publicado en JAMA Cardiology del doctor Ljung mostró que el riesgo más alto de miocarditis fue en los varones vacunados de 12 a 39 años, que dos dosis fueron peor que una, Moderna fue peor que Pfizer, y la combinación de Pfizer y Moderna fue el mayor riesgo de todos”, sintetizó.
¿Qué hay de los estudiantes? Malhoan mencionó un reciente estudio que usó estimaciones de los CDC para mostrar cuántos estudiantes se salvarían de ser hospitalizados por covid mediante la vacunación en comparación con un estudio sobre el riesgo real de miocarditis. Lo que mostraron fue que entre un millón de estudiantes universitarios, la vacuna Pfizer salvaría a 32 de la hospitalización y la vacuna Moderna salvaría a 33. “Si uno observa la miocarditis, la cantidad de miocarditis que uno vería según las estimaciones de los CDC fue de 47 para Pfizer y de 70 para Moderna. Otros estudios han encontrado que la Pfizer causaba 126 casos de miocarditis por millón y otro estudio mostró 147 casos. Comparado con 32 que son salvados de la hospitalización”, reiteró.
El cardiólogo pediátrico apuntó que muchos de los funcionarios de salud pública han coincidido en que las vacunas están causando miocarditis pero que “es leve”. Y lo contrastó con el hecho de que incluso si lo llaman “un caso leve”, ningún padre pensará que si su hijo está en una terapia intensiva pediátrica por miocarditis es algo leve.
Respecto de la recuperación de los efectos a largo plazo de la vacuna asociados con las cardiotoxinas de la proteína spike sobre el corazón, Malhoan hizo referencia a un estudio recientemente publicado en Lancet Child and Adolescent Health sobre los resultados a al menos 90 días tras el inicio de la miocarditis luego de la vacuna covid de ARNm en adolescentes y adultos jóvenes en Estados Unidos. Lo que hallaron fue bastante alarmante, consideró el cardiólogo, ya que mostraron que si miran el ecocardiograma y el electrocardiograma esos volvieron a la normalidad en la mayoría de los pacientes -y eso es lo que se escucha a menudo ‘el ECG fue normal’ o ‘los niveles de troponina para ver si el corazón está inflamado volvieron a la normalidad’-. Sin embargo, si excavan un poco más profundo, lo que vieron fue que si observaban con una resonancia magnética cardíaca -uno de los tests más sensitivos para mirar el daño del corazón- vieron que entre 151 niños a los que se les hizo una resonancia magnética a los 90 días, 81 de ellos todavía tenía daño en el corazón y el daño era un realce tardío de gadolinio, el cual está asociado a muerte súbita cardíaca.
“Los datos muestran que el riesgo de miocarditis es mayor que el beneficio de los productos vacunales”, concluyó Malhoan.
A su turno, el patólogo Ryan Cole preguntó: “¿Cuál fue el santo grial de las vacunas de Anthony Fauci? El VIH. ¿Dónde estamos con el VIH y la vacuna, 40 años después? No tenemos una. ¿Por qué? El VIH también tiene una proteína spike, es una proteína diferente pero siempre muta por delante de nuestros esfuerzos”.
"Cualquiera y todos los virólogos que entiendan la familia de los coronavirus se da cuenta de que no tenemos vacunas contra los coronavirus por una razón muy sencilla: es un bichito tramposo, siempre muta también. Por lo tanto, ha mutado por delante de nuestros esfuerzos vacunales y siempre lo hará”, continuó Cole, quien argumentó que ese es el motivo por el que era tan importante el tratamiento temprano, en cambio de perseguir a un virus mutante con una vacuna.
"La parte del virus que elegimos para enfocarnos con estas inyecciones fue la proteína spike, que es la porción del virus más tóxica y más dañina para las células, para los órganos, para el cuerpo. En retrospectiva, podemos preguntarnos si esta fue una buena idea. Y creo que pueden responder esa pregunta por ustedes mismos. El problema es que estamos llevando adelante un abordaje con un agente infeccioso que se nos va de las manos constantemente”, dijo por último el patólogo.