El Gobierno Nacional firmó un acuerdo de donación de vacunas con los Estados Unidos, por el que llegarán al país a partir de esta noche 3,5 millones de dosis del laboratorio Moderna. Serán las primeras vacunas que la Argentina recibirá por vía donación de EEUU, algo que se destrabó tras la modificación de la ley que hizo el presidente Alberto Fernández a través de un Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU).
Las 3,5 millones de dosis representarán el envío más grande que haya hecho hasta el momento la administración de Joe Biden para América Latina. Las vacunas se encuentran en un depósito en la ciudad de Memphis y serán embarcados en dos vuelos de Aerolíneas Argentinas. Según supo NA, el primer avión arribará este viernes a las 23:30 y el segundo alrededor de la 1:00 del sábado.
En la negociación participaron por parte del Gobierno la ministra de Salud, Carla Vizzotti; la asesora presidencial, Cecilia Nicolini, y el embajador argentino en Estados Unidos, Jorge Argüello. Ahora resta conocerse si este embarco de vacunas de Moderna se utilizará para combinar con otras y completar segundas dosis, o si se aplicarán como primeras en personas que hasta el momento no fueron vacunas.
La semana pasada, el Gobierno anunció un acuerdo con Moderna por 20 millones de vacunas, que comenzarán a llegar al país en el primer trimestre de 2022. Se trata de la vacuna de Moderna o su variante candidata de vacuna de refuerzo actualizada, si está autorizada, se informó.
"Agradecemos el apoyo del gobierno de Argentina con este acuerdo de suministro de dosis de la vacuna Moderna COVID-19 o nuestras variantes candidatas de refuerzo", aseguró Stéphane Bancel, director ejecutivo de Moderna. En un comunicado, agregó: "Estamos comprometidos a hacer que nuestra vacuna esté disponible en todo el mundo mientras buscamos abordar la pandemia con nuestra vacuna COVID-19".
Tras la adecuación de la legislación por decreto del Poder Ejecutivo, el Ministerio de Salud firmó contrato con el laboratorio Moderna Inc para la adquisición de 20 millones de dosis de la vacuna que esa empresa produce contra el coronavirus. Se trató del primer contrato que rubrica el Gobierno luego del decreto de modificación de la Ley de Vacunas 27.573 de acuerdo a las condiciones que los laboratorios de origen norteamericano exigían para concretar la venta de vacunas. La decisión habilitó también la posibilidad de obtener durante este año una donación de más dosis de esta vacuna de parte de Estados Unidos, algo que ahora se concreta.
El Gobierno estaba especialmente interesado en cerrar este primer acuerdo ya que el proceso de ensayos y presentación de documentación para la autorización de emergencia del uso de la vacuna de Moderna COVID-19 en menores de 12 a 18 años se encuentra en una etapa muy avanzada y podría definirse "muy próximamente" tanto en FDA (Administración de Medicamentos y Alimentos de los Estados Unidos) como en la EMA (Agencia Europea de Medicamentos), según informó un comunicado del Ministerio de Salud.
La adquisición de vacunas norteamericanas, aptas para el uso pediátrico, venía siendo un reclamo constante de parte de representantes de Juntos por el Cambio. Una ventaja de esta vacuna es que está propuesta para su uso como refuerzo, ya que la plataforma de ARN mensajero permite ser modificada en relación a las variantes que están en circulación.
"Estamos dando un paso clave en nuestra estrategia de contar con todas las plataformas tecnológicas posibles, mientras continuamos las gestiones con otros laboratorios", celebró la ministra de Salud, Carla Vizzotti, tras dar a conocer la noticia de la firma del contrato con Moderna.
La vacuna Moderna COVID-19 se basa en la plataforma molecular ARNm (mensajero) que codifica la proteína Spike (S) y ha demostrado una eficacia superior al 90%. Ya cuenta con autorización de emergencia para el uso en personas de más de 18 años por parte de las agencias regulatorias de más de 50 países, y está incluida en la Lista de Uso de Emergencia (EUL) de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Con este acuerdo, Argentina se constituye en el cuarto país del mundo, detrás de Suiza, Australia y Estados Unidos, además de la Unión Europea, en asegurarse la posibilidad de contar también con refuerzo.