Johannesburgo - Fue un partido increíble. Uruguay accedió a las semifinales del Mundial después de doblegar a Ghana en la definición por penales (4-2) y de 120 minutos de juego dramáticos, que finalizaron con un empate 1-1.
La selección de Oscar W. Tabárez se enfrentará a Holanda, verdugo de Brasil, por un puesto en la gran final.
El penal errado por Asamoah Gyan en el último minuto de la prórroga quedará enmarcado en la historia de los mundiales. Ghana perdió de la manera más dolorosa la posibilidad de convertirse en el primer equipo africano en disputar las semifinales de la Copa del Mundo.
Después del fallo, Gyan, que había anotado dos penales en este Mundial, asumió la responsabilidad de abrir la definición para Ghana. Esta vez, sí marcó.
Pero el guardameta Fernando Muslera detuvo los lanzamientos de sus compañeros John Mensah y Dominic Adiyiah. Y finalmente, el delantero Sebastián Abreu cerró la clasificación para Uruguay con un último penal que ejecutó picado, con un toque suave y bombeado al medio.
"No sé, pero parece que hay algo que nos está empujando", dijo Tabárez. "No sé qué será ... será la fuerza de estos muchachos, la unión que hay entre todos".
Después de 120 minutos de partido, Uruguay pudo perder la eliminatoria en una jugada desafortunada. Un centro al área que tras varios remates, acabó sacando el delantero Luis Suárez con la mano.
El arbitro decretó la pena máxima y expulsó a Suárez. La suerte de Uruguay parecía echada, pero el destino tenía reservada un última sorpresa. Gyan estrelló el lanzamiento en el travesaño para decepción del estadio Soccer City, volcado con Ghana.
Uruguay no iba a desaprovechar la oportunidad. Por primera vez en 40 años, la bicampeona vuelve a figurar entre los cuatro mejores.
Abreu personificó el triunfo uruguayo por la frialdad de su definición."Es una forma de ejecutar, uno cree mucho que en ese forma", dijo el veterano delantero sobre el toque picado. "La confianza del grupo te da la tranquilidad que es la forma correcta".
Mientras los uruguayos celebraban extasiados, Ghana era una postal desgarradora de la tristeza. Gyan rompió a llorar en forma desconsolada.
Con la eliminación de Ghana, no quedan equipos africanos en el primer mundial escenificado en el continente africano. Y por tercera vez una selección de Africa no pudo superar la valla de cuartos tras los fallidos intentos de Camerún (1990) y Senegal (2002).
El partido arrancó lento. Con el respeto que impone semejante instancia. Ni Uruguay ni Ghana estaban dispuestos a dar la más mínima concesión. Si algún equipo dominaba el balón era el uruguayo.
A los 18 minutos, la "Celeste" pudo haberse adelantado en el marcador. Diego Forlán botó un saque de esquina muy cerrado. El balón rebotó en el pecho del defensa ganés Mensah y el guardameta Richard Kingson, con buenos reflejos, logró evitar un gol que parecía cantado.
Ghana apenas había ofrecido nada en ataque, pero supo aguardar su momento. Espoleado por el público sudafricano, se sacudió el dominio rival y encadenó dos oportunidades casi consecutivas. A partir de ese momento se hizo con el control del juego y del encuentro. Y lo tradujo en gol.
En el descuento de la primera mitad, el volante Sulley Muntari disparó desde 45 metros sin mucha fuerza ni aparente peligro. Pero el traicionero Jabulani, que tantos problemas está dando a las guardametas, dibujó un efecto endiablado y el balón comenzó a escorarse a la izquierda de la portería de Muslera, que reaccionó tarde y no pudo evitar el tanto.
No parecía la noche de Uruguay, que minutos antes había perdido al central Diego Lugano, capitán y líder de la defensa, sustituido por Andrés Scotti tras lesionarse la rodilla en una jugada fortuita.
Pero Uruguay se creció ante la adversidad. Y como ocurrió en los octavos de final frente a Corea del Sur, el gol en contra encendió al combinado "Celeste".
Tabárez retiró a un desafortunado Alvaro Fernández y dio a entrada a Nicolás Lodeiro, que dio más profundidad al ataque uruguayo.
A los 55 minutos, Forlán logró el gol del empate tras el lanzamiento de un libre directo que sorprendió por alto al guardameta Kingson, muy seguro durante toda la noche.
Era el tercer gol del delantero del Atlético de Madrid en el campeonato. Los tres marcados contra equipos africanos, puesto que en primera ronda había anotado un doblete ante el anfitrión Sudáfrica.
Fueron los mejores minutos de Uruguay. A Ghana no le había durado la ventaja ni 10 minutos y los de Tabárez se fueron descaradamente a por la victoria. Suárez tuvo el pase a semifinales en la mano, con un diparo a bocajarro a los 71, que atajó el portero.
Uruguay quería evitar la prórroga. Tabárez retiró a Cavani y metió al delantero Sebastián Abreu. Pero ya no encontró el camino del gol y el partido se marchó a los 30 minutos de alargue.
La segunda prórroga del torneo para Ghana, que en octavos de final se impuso a Estados Unidos por 2-1 en el tiempo añadido.
Nada especial sucedió en el Soccer City. Con los dos equipos mermados por el cansancio físico, el partido se marchó a la definición por penales. Después llegó el penal de Suárez y el error de Gyan.
En la lotería final de los penales, Uruguay prevaleció. "Sufrimos todos y estar entre los cuatro mejores del mundo no tiene palabra", dijo Forlán. "La verdad es que cada penal parecía que te desmayabas".