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Crítica: "Terror en Silent Hill 2: La revelación", con violencia y acción descontrolada

Una secta, zombies y amuletos

El filme puede llegar a saturar con sus excesos de escenas de acción descontrolada, sin respiro y en una constante reiteración. Buena actuación de la australiana Adelaide Clemens.

"Terror en Silent Hill 2: La revelación" (Silent Hill: Revelation 3D). Coproducida entre Estados Unidos, Francia y Canadá, 2012. Dirección y guión: Michael J. Basset. Fotografía: Maxime Alexandre. Música: Jeff Danna y Akira Yamaoka. Actores: Adelaide Clemens, Carrie-Anne Moss, Sean Bean, Malcom McDowell, Jodelle Ferland y Martin Donovan. Presenta: DCA. Duración: 94 minutos. Calificación: para mayores de 16 años.

La película es producto de un exitosa empresa de videojuegos de origen japonés, que se especializa en animé, tragamonedas, juguetes y otros productos asociados con el entretenimiento. Presentada hace trece años, la primera de la serie "Silent Hill", en su versión cinematográfica, recién pudo filmarse en 2006.
En esta segunda versión seguimos la historia de la pobre Heather (Adelaide Clemens), una adolescente que más allá de estar pasando una edad difícil, tiene que aguantar cambios de lugar constante junto con Harry (Sean Bean) su padre, consciente de un pasado donde las sectas, maldiciones y predicciones varias, terminaron por hacer que su vida se convierta en una pesadilla.

LOS SUEÑOS
Parece que una misteriosa secta eligió a Heather para un propósito infernal y ya se llevó a la madre de la chica, en el anterior filme de la saga. Heather está condenada a sueños espantosos, donde accede a otra dimensión llena de monstruos que la persiguen en parques de diversiones que recuerdan a "Extraños en un tren" (1951), de Alfred Hitchcock.
Si Hitchcock, el maestro del suspenso, inspiró al desarrollador japonés del videojuego, otro, amante de la plástica, le incorporó un montón de seres muy parecidos a los del amigo Hieronymus Bosch, en "El jardín de las delicias".
El resultado estético es interesante, pero nunca para formar parte del cuadro, porque los monstruos son agresivos y francamente pesados.

EL CAOS
A los mencionados se suma una tal Alessa (Jodelle Ferland), bastante parecida a la intimidante Lily de "Crónicas del miedo", una nena mala muy mala, que busca a Heather, porque sería su parte buena.
"Terror en Silent Hill 2: La revelación" puede llegar a saturar con sus excesos de escenas de acción descontrolada, sin respiro y en una constante reiteración. El comienzo es atractivo, pero luego se copia a sí misma y duplica la violencia y el caos.
Con una buena actuación de la australiana Adelaide Clemens (Heather), junto a Kit Harrington (Vincent) que no desentona, también hace lo que puede Malcolm McDowell (Leonard), el inolvidable protagonista de "La naranja mecánica" y Martin Donovan, actor fetiche de Hal Hartley, lejos ya de su "Retrato de una dama", en la que hacía el papel de uno de los atrapantes personajes de Henry James.
"Terror en Silent Hill 2: La revelación" tiene un sonido sugerente, bien empleado el 3D y un cuidado diseño de producción.
Calificación: Regular