Espectáculos
"VINCERE" AMOR Y LOCURA EN LA ITALIA DE BENITO MUSSOLINI

Una obra maestra

El filme fascina y estremece, entretejida con un exquisito diseño escenográfico, que no desdeña la soledad y angustia de los manicomios de la época.

Ficha técnica:
"Vincere" (Vincere). Italia, 2009. Dirección: Marco Bellocchio. Guión: Marco Bellocchio y Daniel Ceselli. Fotografía: Daniele Cipri. Música: Carlo Crivelli. Actores: Giovanna Mezzogiorno, Filippo Timi, Corrado Invernizzi, Fausto Russo Alesi y Michela Cescon. Presenta: CDI. Duración: 128 minutos. Calificación: Para mayores de 13 años
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Con casi setenta años Marco Bellocchio ("I pugni in tasca", "En el nombre del padre") demuestra, una vez más, la maestría y la fuerza de su estilo.

Mas de cuarenta años de actividad cinematográfica, militante de izquierda, con un giro del comunismo al socialismo hace seis años, Bellocchio se permite presidir un Festival en su ciudad natal, Bobbio, y ayudar para que un laboratorio y una escuela de cine sigan formando lo mejor del cine internacional. Mientras tanto dirige joyas como ésta.

Un episodio sentimental de la vida de Benito Mussolini, el dictador italiano, le basta para confrontarlo con su movimiento y establecer paralelos entre esa historia y el fascismo, su fascinación y el poder que puede tener la seducción anulando la capacidad de razonamiento. Porque esto le pasa a la Ida Dalser real, la pasión la posee hasta fagocitarla y arrojarla en la locura. Cuando el hipnotismo se termine, la Dalser con un hijo de Mussolini en brazos, no podrá afrontar la crueldad de la historia que la ignoró condenándola a la soledad y la locura.

DELIRIO SIMBOLICO

Bellocchio deslumbra formalmente componiendo una ópera romántica, donde el nudo es melodramático, el acompañamiento alcanza toques wagnerianos con singulares pasajes expresionistas y la música adquiere textura de oratorio, mientras la masa asume movimientos eisenstenianos.

Delirio simbólico donde los archivos documentales se mezclan con escenas neorrealistas, Bellochio alcanza en lo desorbitado, la medida y en los rostros increíbles de los talentosos Filippo Timi y Giovanna Mezzogiorno, la cifra.

La locura de la guerra aflora en toda su potencia durante el relato y la desesperación ante la injusticia lacera casi en su misma medida. El filme estremece y carece de tiempos muertos, o simplemente aquéllos que permiten una suerte de respiro antes de otra vorágine.

Obsesión de una mujer, obsesión de un pueblo, el filme tiene una fuerza épica que permite apreciar las posibilidades de degradación y locura del ser humano.

"Vincere" fascina y estremece, entretejida con un exquisito diseño escenográfico, que no desdeña la soledad y angustia de los manicomios de la época.

Mezzogiorno da vida a los dos personajes, el padre y el hijo, protagonistas de una pesadilla real.