Empieza como una comedia dramática, sigue como un thiller y termina bien romántica y muy fuera del closet. Ese podría ser el resumen de "Clara", la obra de Sofía Wilhelmi, que ya va por su tercera temporada de éxito en el circuito off.
Con agudeza y verosimilitud, el texto escapa de la tragedia, a pesar de que la mujer que le da título a la obra muere casi al comienzo del relato. Precisamente, cuando comienza se ve a un hombre desesperado tratando de convencer a un médico para que opere a su pareja sin cobrar abultados honorarios. Un "no" contundente desencadena el drama que muy pronto virará hacia la comedia disparatada con secuestro extorsivo incluido.
Wilhelmi supo construir un material que mantiene concentrada la atención del espectador en gran parte de los noventa minutos que dura la pieza. Los motivos para lograrlo, además de los méritos del texto, son sin duda atribuibles al estupendo elenco. Todos los actores en determinado momento se destacan y la directora supo combinar sus diferentes registros con justeza.
Asimismo, resulta muy interesante la escenografía. Se trata de una serie de placares del que salen y entran los personajes durante toda la obra. Bien puede tratarse del lugar común sobre la salida del ostracismo gay, aunque también funciona de manera concreta como una apuesta fuerte para escapar al tradicional living teatral.
Lo resbaladizo de ciertas identidades, el desmesurado valor del dinero y la lealtad puesta a prueba son algunas de las cuestiones que atraviesa "Clara", una interesante propuesta que a pesar de estar ambientada en el caótico 2001 nos habla del presente, con contundencia y humor.
Calificación: Muy buena