Inés Efron dice sobre la puesta que se estructura de "Demo", a partir de dos personajes y una pequeña habitación "como actriz, el personaje me entusiasmó porque es muy jugoso, atraviesa todo tipo de problemas y tiene mucha humanidad", confiesa
La intérprete ganadora en 2008 de un Cóndor de Plata por su labor en el filme de Lucia Puenzo "XXY", destaca que le interesó ese trabajo teatral porque "mi personaje está en carne viva y le ves los dolores y los miedos".
La pieza de Ignacio Sánchez Mestre recrea con exactas dosis de neurosis, dolor y comedia una obra sobre el desamor, la soledad, la convivencia y el desencuentro.
Paula (Efron) tiene veintisiete años, está recientemente separada de su novio y vive en una deprimida ciudad de la Costa Atlántica como empleada de un video club. Lucas (Szechtman) tiene diecinueve y su única meta pareciera ser tocar en una banda y salir con su grupo de amigos liderada por un enigmático chico apodado "J".
RUMBOS DISTINTOS
Sus vidas, que aparentaban rumbos distintos, se cruzan por azar cuando una tarde se conocen deambulando por la playa. Imprevistamente, él le regala el demo de su grupo y ella le ofrece subalquilarle un cuarto de su deslucido departamento.
Y la torpeza de una innecesaria convivencia irá develando las pequeñas tragedias anidadas en la cabeza de Paula, una chica con una emocionalidad completamente desbordada y un presente plagado de preguntas.
"La obra habla de una convivencia entre dos seres que están creciendo, hay algo de madurar juntos desde etapas diferentes, porque ella está recién separada y él se está independizando de la casa de sus padres", subraya la actriz.
La puesta transcurre cruzada por la abulia de una pequeña ciudad balnearia acotada en un -aún más pequeño- departamento. Allí, las ansias de libertad del nuevo inquilino se le aparecen a Paula, tanto como una amenaza a su triste existencia, como el elixir perfecto para todos sus males.
SESGO PATETICO
Y en ese contexto la actriz desenvuelve un costado poco transitado para ella en el cine: una mujer con una experiencia vital reducida que despliega un cómico patetismo montado en la tristeza, la angustia y la torpeza frente a las nuevas experiencias.
"Es la primera vez que me llega un proyecto que tiene más que ver conmigo, en donde puedo explorar algo que está en mi, porque amo lo liviano de la vida, la comedia y este personaje es más fresco y se relaciona de manera más directa con mi identidad como actriz", detalla la intérprete que se lució en las películas "El nido vacío", de Daniel Burman y "Cara de queso-mi primer ghetto-", de Ariel Winograd.
"Hay algo que te da el teatro que no te lo da nada más, que es esa presencia del público, y que te genera muchísima adrenalina", describe.
Capaz de escoger este medio para entregar su arte, apunta que "el teatro me genera de todo, me da miedo, me permite llegar a estados emocionales que no llego con el cine".
"Es genial -califica Efrón- es como un entrenamiento intensivo que me permite vivir la actuación desde otro lugar".
"Demo" se presenta los jueves a las 21.30 en El Camarín de las Musas (Mario Bravo 969.