Opinión
Buena Data en "La Prensa"

Un Padre de la Patria. Millones de padres en la patria.

                                     

Por Myriam Mitrece y Carlos Ialorenzi *


Este lunes 25 de febrero se cumplieron 241 años del natalicio del General José Francisco de San Martín, el Padre de la Patria (lamentablemente pasó desapercibido para muchos no así para La Prensa). La gesta heroica del libertador y sus convicciones siguen siendo un ejemplo para todos los que nos sentimos orgullosos de ser argentinos y de haber sido bendecidos con la patria que forjaron nuestros héroes de la independencia y nuestros ancestros.

En estos tiempos de "posmodernismo" y de "relativismo", se torna imperioso tener presente el legado del Gran Capitán. Del hombre que asumió la gran epopeya de la Independencia argentina, de Chile y del Perú, que venció obstáculos internos y externos, que sabía que su proyecto era casi imposible, pero que también sabía que era imprescindible llevarlo adelante. Del hombre que se negó a recibir grandes honores y se negó a participar en enfrentamientos internos prefiriendo el exilio.

San Martín, fue un padre cabal. Mercedes fue su hija biológica y la Argentina su hija simbólica.
Sus famosas "Máximas" para su hija trascendieron el tiempo y el espacio, haciéndolas tan vigentes hoy como ayer: respeto por el medio ambiente, cuidado de la salud, discernimiento, comunicación efectiva, asertividad, empatía. Bien vale recordarlas tal como las escribió:

* Humanizar el carácter y hacerlo sensible aún con los insectos que nos perjudican. Stern ha dicho a una mosca abriéndole la ventana para que saliese: "Anda, pobre animal, el mundo es demasiado grande para nosotros dos".
* Inspirarla amor a la verdad y odio a la mentira.
* Inspirarla gran confianza y amistad pero uniendo el respeto.
* Estimular en Mercedes la caridad con los pobres.
* Respeto sobre la propiedad ajena.
* Acostumbrarla a guardar un secreto.
* Inspirarla sentimientos de indulgencia hacia todas las religiones.
* Dulzura con los criados, pobres y viejos.
* Que hable poco y lo preciso.
* Acostumbrarla a estar formal en la mesa.
* Amor al aseo y desprecio al lujo.
* Inspirarla amor por la Patria y por la libertad.

UN PADRE NO ES UNA "SEGUNDA MADRE"
Los años han pasado y hoy el feminismo radicalizado, en su deconstrucción de la diferencia sexual, quiere arrasar con la figura del padre. La asociación de ideas "políticamente correctas" correlaciona padre, patriarcado, abuso de poder, machismo, autoritarismo, represión.
O se lo polariza como un "asistente de mamá" o un "Homero Simpson". Nada más alejado de un verdadero padre.

Desde el punto de vista psicológico, la figura paterna tiene una función muy importante en la ruptura de la estrecha unión entre la madre y el hijo. Si bien las normas son consensuadas por ambos padres, la proximidad materno filial biológica y afectiva, hace que un tercero sea el más propicio para encarnar la ley e iniciar el camino a la socialización. Que las madres y los padres cumplan con diferentes funciones, no quiere significar que uno sea superior al otro.

En los primeros años del niño, el padre, que se había mantenido en un segundo plano, hace su irrupción. Si bien la relación madre-hijo sigue siendo un vínculo fundamental, deja su primado para ser otro más entre los lazos existentes en el grupo familiar. El padre encuentra su lugar representando la aceptación de la norma social y la autoridad familiar. Este lugar es muy importante porque a quien no se le dan pautas normativas ni límites, tampoco se le da contención. Por lo tanto, de alguna manera, se lo deja al margen de la sociedad. 

SOCIEDAD SIN PADRES
La falta de normas condena a la marginación porque la norma es orientativa y no solo coercitiva. Los límites son delimitaciones del camino, cercos protectores, marcos contenedores y referenciales. Aún para salirse del camino hay que conocer los límites. Los límites son necesarios para la libertad. La aceptación de la autoridad y de la norma social es fundamental para la delegación paulatina de responsabilidades, de deberes y de derechos. Decía Jaime Barylko que "La disciplina activa de los padres puede ser un factor crucial en el éxito de los hijos". Los hijos de padres que imponían una disciplina firme (entendiendo por "disciplina firme" que eran estrictos, no que pegaban), tenían menos problemas de conducta, y las hijas menos problemas emocionales.
Varias investigaciones muestran que la falta de padres que ejerzan su función se asocia con desorden, inseguridad, abuso de drogas, violencia, hipersexualización y dificultad para comprender y acatar códigos sociales.

Lamentablemente cada vez son más los niños que crecen sin la presencia efectiva de su padre biológico, por razones diversas, muchas veces asociadas con la soledad, el abandono, el déficit educativo y económico. Y las historias se replican. En épocas del empoderamiento falaz de la mujer, se hace cada vez más difícil reivindicar socialmente la figura del padre.
Volviendo al Padre de la Patria. Se cuenta que San Martín le pidió a Pueyrredón que lo proveyera de cierta cantidad de faltantes para su ejército en formación, quien le contesta: General, su empresa y lo que Ud. me pide es imposible. A lo que San Martín responde: Señor Director, tiene Ud. razón, es imposible pero indispensable.

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