La expectativa era enorme: el regreso de Julio Bocca al Teatro Colón, en este caso como director del Ballet Estable y mascarón de proa de un nuevo equipo directivo, concitó el interés de celebridades, medios de prensa locales y del extranjero, y hasta de los integrantes de los elencos de la casa, reunidos todos en la sala principal del coliseo para asistir al acto de presentación formal del flamante cuerpo de conducción.
Como una suerte de homenaje a los visitantes extranjeros, la reunión comenzó con la Camerata Bariloche y el célebre bandoneonista Néstor Marconi reviviendo el duende de Astor Piazzolla ante un auditorio que siguió con atención la inspirada interpretación del conjunto.
Trascartón hizo su ingreso al escenario una docena de figuras entre las que se encontraban el propio Bocca; el jefe de Gobierno porteño, Jorge Macri; la ministra de Cultura de la Ciudad, Gabriela Ricardes; y la casi totalidad del equipo que, al mando del flamante director general, el uruguayo Gerardo Grieco, sueña con “refundar” el máximo “faro de la cultura argentina y de la región” a partir del próximo año.
UN PUENTE
La nueva etapa, dijo Ricardes, comprende “un verdadero cambio en el modelo de gestión y no simplemente un recambio de personas en la dirección de un teatro”. Consideró al nuevo cuerpo directivo como “un puente desde el pasado que tenemos hacia un futuro” que augura promisorio, “resignificando y reinterpretando el sueño de los fundadores”. A su lado, fue Grieco el encargado de presentar a quienes lo acompañarán a alcanzar esa meta: Bocca al frente del Ballet Estable, el chileno Andrés Rodríguez como Director de Opera; Thelma Vivoni en la Dirección Ejecutiva; la maestra griega Zoe Zeniodi como directora principal de la Filarmónica de Buenos Aires; su renombrada colega italiana Beatrice Venezi como directora de orquesta invitada; y Gustavo Mozzi a cargo de la Dirección de Música.
También Miguel Martínez (director del Coro), Martín Bauer (al frente del Centro de Experimentación), la soprano Verónica Cangemi (titular de Opera Studio, una novedad dentro de la estructura de la casa y el primer centro de perfeccionamiento para cantantes líricos de Latinoamérica), el histórico Enrique Bordolini (Director Escenotécnico), Marcelo Birman (responsable del Instituto Superior de Arte) y Marcela La Salvia (Directora de Producción).