Existen obras en el teatro independiente que podrían etiquetarse como verdaderas joyas, ya sea por su recorrido, su permanencia o lo inesperado de su historia. Ejemplo de lo mencionado, la icónica "La omisión de la familia Coleman", y más acá en el tiempo, "La Pilarcita" o "Mi hijo sólo camina un poco más lento". Pero en el último año emergió en el teatro Nün la pieza "Brotherhood", que desde su estreno agota localidades.
¿Cuál es la clave de su éxito? Abordar de manera clara y nostálgica un tema universal y recurrente para cualquier persona como la vejez de los padres. La obra, escrita y dirigida por Anahí Ribeiro, es una acuarela tragicómica de una etapa difícil en la vida de cualquier hijo. "La temática de "Brotherhood" es absoluta y genérica. No cae en lugares tremendamente dramáticos para abordar un tema tan sensible como la muerte de los padres, por eso el público se va bien y al final nos termina agradeciendo con palabras sinceras de cariño. Además, el humor hace que todo el tiempo uno se corra con fluidez del drama principal. La original puesta en escena y los recursos tecnológicos utilizados hacen que el espectador continuamente se emocione, se ría y se sorprenda", cuenta la actriz Julia Funari, una de las protagonistas de la obra, que inició su segunda temporada a mediados de febrero.
HACER EL DUELO
En cuanto al argumento de la obra, Funari comenta: "Me sentí ajena al libro al principio porque soy hija única del matrimonio de mis padres, y por otro lado tengo dos hermanos por parte de mi padre, a quienes les llevo muchos años. Encima, mis padres no llegaron a grandes. Pero cuando comencé a trabajar los vínculos de hermandad, el deterioro y mi vínculo con ellos como hija no dejé de sorprenderme en mi propia orfandad y vulnerabilidad. La obra no deja de ser muy sanadora".
Y desde su experiencia personal agrega: "A mí, la obra, en su período de ensayo me dio la oportunidad de hacer el duelo que no supe hacer porque perdí a mis padres de manera sorpresiva y porque tenía que seguir con mi vida contra viento y marea por tener hijos muy pequeños a los que no podía desatender".
En "Brotherhood" hay siete hermanos. Un abanico de personalidades donde se encuentra la hermana mayor, Poli (Funari), la que encabeza todos los movimientos; los que se hacen los distraídos y los que le ponen más garra o menos interés a la causa. La dirección de Ribeiro los sitúa a cada uno junto al resto en siete sillas diferentes, con un sistema de mapping que ayuda a leer, por ejemplo, los diálogos de WhatsApp que tienen entre sí.
Sobre su personaje, Funari describe: "Poli es entrañable, es la hermana más grande, la más confidente con su madre y la que se responsabiliza de la situación, al punto de cargarse la contención de toda la hermandad. Me inspiré mucho en una tía mía que era adorable, que fue como una segunda mamá para mí. Ella siempre resolvía los problemas de todo el mundo".
Y concluye: "Con su particular narrativa, puesta y poesía, la obra no deja de conmover por más que no estemos pasando el momento que representa "Brotherhood". Todos somos hijos y todos tenemos padres aunque ya no estén. Es un viaje hacia el pasado y, por qué no, hacia el futuro".
"Broherhood" se presenta todos los miércoles, a las 21, en el teatro Nün (Juan Ramírez de Velazco 419). El elenco se completa con María Forni, Ingrid Mosches, Gerardo Scherman, Mariano Sacco, Carlos Marsero y Bárbara Majnemer.