El intento de golpe del miércoles se puede sintetizar en lo siguiente: Mario Firmenich estimuló la marcha de las barrabravas de diversos clubes de futbol, que hace años son punta de lanza de diversos intereses políticos, particularmente ligados al kirchnerismo.
Estas barras actuaron con la brutalidad y ferocidad conocidas, incendiando autos, contenedores y lanzando baldosas contra la policía.
Mientras tanto, en una maniobra perfectamente coordinada, en la Cámara de Diputados el kirchnerismo pretendió imponer una moción para someter a juicio político al presidente de la Nación, al mismo tiempo que quiso reafirmar a la libertaria Marcela Pagano (distanciada de su hueste original) como presidenta de la Comisión de Juicio Político. Ya por la noche se intentó gestar una marcha de algunos barrios hacia el centro, que se diluyó sin pena ni gloria.
La violencia y coordinación de todo el operativo desestabilizador tuvo una gran semejanza con el intentado contra Mauricio Macri, cuando Horacio Rodríguez Larreta toleró que una minoría violenta insignificante, tirara 14 toneladas de piedra contra la policía.
Este intento destituyente se viene promoviendo y fraguando desde hace tiempo con la consigna de que "hay que ganar la calle", ya que sus promotores advierten que por las vias institucionales no pueden lograr sus resultados.
LAS TORPEZAS
Dicho lo anterior, es momento de señalar las torpezas de Milei que posibilitan y estimulan estos episodios: a) su violencia verbal; b) su arrogancia y su vanidad planetaria al mismo tiempo absurda e irritante; c) la descalificación permanente, incluso de aquellos que son sus aliados naturales, acompañada de adjetivos como econochantas, cerdos, inmundos, etc; d) su participación en el vergonzoso episodio de la memecoin $LIBRA, absolutamente incompatible con su investidura y que, como expresó la jueza Arroyo Salgado, sin su firma no hubiera podido materializarse; e) un ajuste necesario pero desmesurado, al extremo que el mismo dijo "que se les fue la mano"; f) lo mismo cabe decir de las desregulaciones llevadas a cabo por Sturzenegger, el Coloso, que no distingue en temas vitales para la sociedad como el de las prepagas, que expulsó del sistema a miles de usuarios que hacía años las venían usando y quedando desamparados.
Es imprescindible que Milei comprenda que el apoyo que, en tercera vuelta, lo llevó a la presidencia, tuvo como motor fundamental el rechazo de la población a la casta política, pero particularmente al kirchnerismo, y que de ninguna manera se puede entender como un apoyo a sus absurdas teorías anarcocapitalistas, su rechazo a la existencia del Estado y al Banco Central.
Lo que ha sucedido en Bahía Blanca, una catástrofe cuasiapocalíptica, demuestra palmariamente que sólo el Estado, conducido eficientemente, puede afrontar semejante fenómeno.
Por otra parte, la permanente intervención del Gobierno en el mercado de cambios revela también que es el propio Milei el que no cumple con lo que dice que cree: que el mercado nunca se equivoca.
LA OPOSICION
La oposición, por su parte, revela un grado de dispersión y confusión, que no hace más que demostrar la crisis terminal del sistema partidocrático tal como regió hasta ahora. Corrupto e ineficiente al mismo tiempo. En las próximas elecciones -tanto locales como la nacional- los votantes se verán abocados a la ardua tarea de elegir a sus presuntos representantes, entre la Armada Brancaleone, que en teoría sigue a Milei, que suele nutrirse de desconocidos oportunistas y que proceden a actuar a salto de mata, de una posición a otra, sumada a su impericia y falta de experiencia; o a candidatos opositores o dialoguistas cuyas maniobras poco tienen que ver con los intereses nacionales.
Por el momento, a nivel del Senado, el grupo mas numeroso y compacto es el kirchnerismo, cuyo único objetivo -por las buenas o las malas- es volver al poder. El radicalismo y los demás son un abanico de facciones que nadie entiende cómo pueden pertenecer al mismo partido.
Hablando del Senado nadie puede entender como Milei se puede privar de un cuadro como Victoria Villarruel, sólo porque a su hermana Karina no le resulte simpática.
Habrá que esperar las próximas elecciones locales, algunas dentro de un par de meses, como en CABA, y hasta octubre para las nacionales, para saber como se van acomodando los melones dentro del destartalado carro de la política argentina. Por ahora, para usar un término que los médicos del Papa Francisco utilizaron, “el pronóstico es reservado".