"Desde la Asociación Pensamiento Penal estamos a favor de la implementación de Juicios por Jurados", expresa a La Prensa Nicolás Vargas, miembro de la ONG.
Vargas recuerda que este tipo de juicios ya lo establece la Constitución de 1853. "El tema es que siempre hubo desconfianza, un prejuicio de la participación ciudadana en la Justicia".
El experto indica que los primeros juicios por jurados recién tuvieron lugar en 2004 en Córdoba, y allí participan 8 civiles y 3 jueces. "Todo esto viene acompañado por una reforma de la justicia penal donde se busca salir de un sistema inquisitivo, muy técnico, escrito, a uno más oral y claro".
Vargas indica que luego siguieron la puesta en marcha de los juicios por jurados en Neuquén y provincia de Buenos Aires.
"Entiendo que se ha avanzado mucho, pero todavía falta. El tema es que todavía hay desconfianza en este tipo de juicios. Como el imputado puede decidir la modalidad todavía hay defensores que optan por el juicio clásico".
El especialista indica que todos los juicios por jurados hasta ahora han sido muy buenos, y tuvieron siempre mucho interés de la gente seleccionada por participar. "Los seleccionados lo toman con mucha seriedad".
Incluso da un dato como ejemplo que da por tierra con la idea de que se temía el jurado iba a dejarse llevar más por las pasiones y condenar más.
"Según las estadísticas el jurado ha declarado la absolución en un 28 % de los casos, contra un 18 % que lo hacen los jueces profesionales. Los jurados toman en serio la valoración de las pruebas, se comprometen".
Vargas señala que esta modalidad se sigue expandiendo a otras provincias, como Río Negro, que se pondrá en marcha en marzo y Chaco.
"Lo bueno en el Chaco es que el sistema contempla que cuando el imputado sea de los pueblos originarios, 6 de los 12 integrantes del jurado lo sean también. Y si son imputado y víctima los 12 deberán serlo".
El miembro de Pensamiento Penal valora el hecho de que gracias a los juicios por jurados "se democratiza más la justicia, con la participación de otras personas que no son abogados. Se democratiza la toma de decisiones del poder judicial".
Este tipo de juicios y los debates orales "obliga a los letrados a tener un lenguaje más llano, entendible. Eso es positivo porque antes la gente quedaba exenta de las discusiones, los debates".
Vargas también valora que en los casos de prisión perpetua como ocurre en provincia de Buenos Aires, se deba lograr la unanimidad. "Esto enriquece el debate del jurado".