¿Se imagina si Papá Noel fuera argentino?
Usted sólo imagínelo, piense por un momento qué pasaría si Papá Noel fuera argentino. ¿Se da una idea? Para muchos sería un peronista de ley, un tipo preocupado por las clases trabajadoras, por llevar la "felicidad al pueblo" y aceptarían a regañadientes la opción de que el viejo de la barba blanca también le deje regalos a los hijos de los oligarcas. Defenderían la hipótesis de que el mítico anciano es un ídolo de multitudes y que si le dieran la posibilidad llenaría la Plaza de Mayo. El trineo estaría patrocinado por la UTA y en todo caso se disputarían la tenencia con los Moyano que ya dejaron claro que todo aparato que se mueva pertenece al gremio de los camioneros. Haría acuerdos para pasar primero por tal o cual zona pero luego traicionaría su palabra y cambiaría el recorrido. Junto a cada juguete dejaría una camiseta con su cara estampada en colores junto a la de Perón y Evita. Del otro lado estarían los muchachos de Cambiemos, defendiendo la pertenencia del viejo Noel a la clase empresarial, basándose en el hecho de que sólo un gran empresario puede mantener con éxito un negocio durante tantos años. Vería con buenos ojos que haya regalos caros y de los otros y pasearía por todo el metrobús con el trineo adornado con fotos de Rodríguez Larreta. Comenzaría su recorrido feliz de Nochebuena por el campo, las empresas mineras, la City porteña, la Bolsa de Comercio y el Jockey Club. Cada tanto en su viaje dejaría caer una lluvia de dólares para alegría de todos. Pero veamos al Papá Noel argentino y cómo sería su idiosincrasia. Para empezar entregaría juguetes truchos; los importados serían de contrabando; arreglaría algún negocito con fabricantes clandestinos; los juguetes rotos los arreglaría con alambre; les pediría a los chicos que cuando sean grandes lo voten; se creería el mejor Noel del mundo y haría declaraciones haciendo quedar en ridículo a los Reyes Magos acusándolos de "competencia desleal" y otras cosas. En lugar de renos tendría pura sangre y en el trineo tendría grabada la frase "Lo mejor que hizo mi vieja es el pibe que maneja". El Papá Noel argentino sería nostálgico, llorón y hasta triste, se psicoanalizaría para eludir el trauma de dar mucho y recibir poco y su clásica risotada ("Jo-jo-jo") se vería interrumpida por breves sollozos a la manera de caprichos con pucheritos. Pero, todo hay que decirlo, sería un tipo de corazón grande, verborrágico y encantado de ser el demagogo más simpático y querido del mundo por todos los chicos. De cualquier forma esto fue solo un juego, el anciano viene de los estados nórdicos y lejos está de parecer argentino, él se lo pierde ¿o no?
V. CORDERO