La falta de hierro es la causa principal de la anemia y la deficiencia nutricional más común a nivel mundial, afectando a 3 de cada 10 mujeres en general y a 4 de cada 10 embarazadas.
El hierro es un mineral crucial durante el período perinatal (embarazo y primeros 24 meses), cuando el cerebro experimenta un crecimiento acelerado y se forman conexiones esenciales claves para el aprendizaje y la memoria. La ausencia de este puede tener efectos permanentes en el desarrollo cerebral y cognitivo de los niños, asociándose con menor desarrollo motor, un coeficiente intelectual más bajo y dificultades en el aprendizaje y la memoria..
Aproximadamente el 80% del hierro que necesita el bebé se acumula en el último trimestre del embarazo. Por eso, es importante que las mujeres mantengan niveles adecuados de hierro a través de una dieta balanceada y, cuando sea necesario, suministren suplementos.
Un estudio de la Universidad de British Columbia identificó que puede existir una relación significativa entre la DH y el desarrollo de condiciones como Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) y el Trastorno del espectro Autista (TEA).
En los países de ingresos bajos y medianos, la deficiencia de hierro es responsable de un 20% de las muertes antes del nacimiento y un 10% de las muertes maternas. Esta condición afecta no solo la salud de las mujeres, sino también el bienestar de las futuras generaciones.
“En la Argentina, se ha evidenciado una relación significativa entre la anemia y embarazo, con una prevalencia 10% mayor en embarazadas en comparación con aquellas en edad reproductiva, siendo la deficiencia del hierro la principal causa de la anemia. Esta situación se ve agravada por diversos factores, como dietas deficientes en hierro, alta incidencia de infecciones parasitarias y limitaciones en el acceso a servicios de salud adecuados. Por ello, resulta esencial priorizar intervenciones orientadas a mejorar las condiciones de este grupo poblacional”, afirma el doctor Pablo Carpintero, Médico Especialista, Consultor en Ginecología y Obstetricia, y profesor de la Universidad de Maimónides en Buenos Aires, para luego agregar: “El hierro es crucial para el desarrollo del cerebro durante los primeros años de vida. Prevenir su deficiencia es fundamental para asegurar un desarrollo cognitivo saludable y evitar condiciones que impacten la calidad de vida a largo plazo”.