Por Ana María Musicó Aschiero *
El Escudo Nacional argentino fue el tercer símbolo patrio creado luego de la escarapela y la bandera. Fue proyectado por la Asamblea General Constituyente instalada el 31 de enero de 1813 como un sello para rubricar los documentos emanados de las autoridades, ya que hasta entonces todos los escritos, comunicaciones y correspondencia provenientes del gobierno patrio conservaban las armas del rey de España, lo cual no solamente era políticamente incorrecto sino que transmitía una sensación de continuidad con el régimen colonial.
Un sello utilizado desde 1812 para los documentos oficiales sirvió como antecedente del nuevo emblema, cuya creación fue encomendada al diputado por San Luis, Agustín Donado. Este encargó su realización a un grabador cuzqueño radicado en Buenos Aires, Juan de Dios Rivera, mestizo de alto linaje descendiente del conquistador Alonso de Rivera y emparentado con Tupac-Amaru. Este artista desde su juventud se había especializado en el trabajo con metales, principalmente platería. Para realizar el diseño, se inspiró en los escudos jacobinos de la Revolución Francesa y en la mitología incaica donde Inti, el dios creador, se representa con el sol.
Es probable que también colaboraran en la empresa otro artista peruano, Isidro Antonio de Castro y Bernardo de Monteagudo, político y abogado tucumano con una amplia carrera militar.
El sello fue burilado en dos versiones: una grande en cobre y otra de menor tamaño para uso del Poder Ejecutivo. Si bien este emblema fue utilizado por primera vez el 22 de febrero para lacrar dos cartas de ciudadanía, recién fue adoptado oficialmente a partir del decreto del 12 de marzo de 1813 que lleva las firmas de Tomás Antonio Valle e Hipólito Vieytes, presidente y el secretario de la Asamblea, en el que además se ordenaba "que el Supremo Poder Ejecutivo use el mismo sello de este Cuerpo Soberano con la sola diferencia de que la inscripción del círculo sea la de Supremo Poder Ejecutivo de las Provincias Unidas del Río de la Plata".
El distintivo producido por Rivera dio origen al escudo nacional argentino, aunque se desconoce la fecha en que la Asamblea lo adoptó oficialmente como símbolo patrio, pues las actas se perdieron en 1852 a consecuencia de los disturbios posteriores a la batalla de Caseros. Aparece mencionado por primera vez en carácter de emblema nacional en un decreto del 22 de abril de 1813, que ordena reemplazar con él a las armas del rey fijadas en lugares públicos.
La importancia histórica de este escudo también se evidencia en que, con algunas modificaciones, fue utilizado para acuñar moneda en Potosí, ciudad que gracias a los triunfos de Belgrano en Salta y Tucumán había vuelto a ser ocupada por el ejército revolucionario. Según una vieja tradición, acuñar moneda es una manifestación de independencia.
A lo largo de los años, diversos gobiernos le realizaron pequeñas modificaciones en las que se observa el sol con distintas formas o el gorro frigio en posiciones diversas. Finalmente un decreto del 24 de abril de 1944 estableció que oficialmente se utilizaría el diseño original.
DESCRIPCION DEL ESCUDO
El Escudo Nacional tiene forma elíptica y está dividido en dos cuarteles, según la terminología heráldica: el superior azul celeste y el inferior blanco, análogos a los colores de la bandera creada por Belgrano.
El superior representa la justicia, la verdad, la lealtad y la fraternidad. El inferior es símbolo de pureza, fe, hidalguía, integridad, firmeza y obediencia.
En éste se estrechan dos manos diestras que sostienen una pica de color castaño, la que en la zona azul celeste ostenta un gorro frigio punzó, símbolo de la libertad. Aunque su nombre es en realidad gorro de gules, suele ser comúnmente llamado frigio por ser semejante al usado por los frigios, antiguo pueblo del Asia Menor, que en tiempos modernos fuera adoptado como emblema de libertad por los revolucionarios franceses de 1783.
La pica es una especie de lanza corta que representa el propósito de sostener la libertad con las armas si fuera necesario, además de simbolizar la autoridad, el mando, la dignidad y la soberanía. Las manos entrelazadas encarnan la unión fraternal entre los hombres y los pueblos.
En la parte superior del óvalo se ubica un sol naciente dorado, emblema de la nueva nación, que se corresponde con la vista del perfil superior de una cabeza humana. Posee veintiún rayos alternativamente rectos y flamígeros que representan la verdad, la majestad y la prosperidad. Dos ramas de laureles, símbolo de la gloria militar obtenida en las victoriosas batallas de la guerra por la independencia, forman una corona sobre la cara del sol y se cruzan en la base, unidos por un moño con los colores de la bandera nacional.
* Licenciada. Instituto Argentino de Historia Militar.