Un día iba a suceder. El paso del tiempo les iba a poner un freno. No hay nada que pueda detener el reloj y, más allá de que Lionel Messi y Cristiano Ronaldo parecen desmentirlo con abdominales rayados y caras de nenes, no hay caso. Los mejores futbolistas del mundo durante casi dos décadas están en retirada. No es que hayan anunciado el fin de sus carreras ni mucho menos. El sueño de verlos incluso en la próxima Copa del Mundo sigue vivo. Pero ya no serán lo que eran, parece, aunque en materia de fútbol nada, nunca, es definitivo. Sin embargo, en la semana hubo una noticia que explotó lapidara. Después de doce años ininterrumpidos, ni Leo ni el Bicho fueron seleccionados para ganar el Balón de Oro que se entregará el 28 de octubre en París.
Puede parecer un detalle menor para sus gloriosas carreras. No lo es. La última vez que hubo una edición de estos premios en la que ninguno de los dos astros estuvo nominado fue en 2003. En aquella oportunidad el checo Pavel Nedved se quedó con el galardón. Se lo ganó al francés Thierry Henry. Pero, entonces, ni el rosarino ni el portugués eran lo que iban a ser: quizá los mejores de la historia del mejor deporte del mundo.
Contemporáneos, Messi y Ronaldo alimentaron el juego y el negocio desde veredas opuestas en los recordados duelos entre Barcelona y Real Madrid. Todos inolvidables. Los goles, las asistencias, las corridas perfectas y letales de cada uno les dio a los hinchas y a los medios un sinfín de argumentos para ser felices. Pero mientras, el morbo. Desde afuera lo alimentaron los oportunos de siempre. Que se odian, que se desean lo peor, que uno es mucho más que el otro. Todo ridículo, pero vendedor. Ellos se reían.
El fin de una era. Entre los nominados para el Balón de Oro 2024 no están Lionel Messi ni Cristiano Ronaldo.
“Siempre fue una batalla en lo deportivo muy linda, mutuamente nos alimentábamos uno del otro, porque los dos somos muy competitivos. Queremos ganar, ganar en todo y a todos. Fue una época muy linda para nosotros y para la gente que le gusta el fútbol”, dijo Messi hace poco recordando los duelos con el luso.
“¿Odio? ¿Por Messi? No… la rivalidad se acabó. Fue buena, a los espectadores les gustó. Quien ama a Cristiano Ronaldo no tiene por qué odiar a Messi. Somos los dos muy buenos, cambiamos la historia del fútbol. Somos respetados en todo el mundo, eso es lo más importante. Él hace su camino, yo el mío. Lo ha hecho bien, por lo que he visto. El legado continúa. Compartimos escenario durante 15 años y terminamos siendo, no digo amigos, pero sí compañeros profesionales y nos respetamos”, contó Ronaldo con naturalidad.
El gen competitivo los empardó siempre. Por eso ahí anda todavía Leo por Miami, explorando un nuevo mercado a los 37 años y recuperándose de la lesión que sufrió en la final de la Copa América que el Seleccionado argentino le ganó a Colombia a mitad de año. Y solo por eso el rosarino faltó al partido de hoy frente a Chile en el Monumental. En su última conferencia de prensa lo dejó claro, por si hacía falta, Lionel Scaloni. “La diez tiene dueño y ya sabemos quién es”, aclaró el DT campeón del mundo.
CR7 se quedó cinco veces con el Balón de Oro.
En otro lado del planeta Ronaldo hace lo mismo que su viejo contrincante. El crack se toma muy en serio su paso por el Al-Nassr, del fútbol de Arabia Saudita. A los 39 sigue en carrera y no se baja de los botines ni de los llamados que pueda hacerle Roberto Martínez, entrenador del seleccionado de Portugal para competencias futuras, aunque sabe que algún día dirá basta. “Lo que me mueve es la alegría que todavía tengo de entrenarme, de jugar un partido, de ser competitivo, de sentir emoción. Todavía siento que eso es lo más importante para mí”, confiesa como un niño CR7. Y en eso es igual a Messi. Los dos siguen eligiendo la pelota por sobre todas las cosas.
En 2004 Ronaldo consiguió su primera nominación al Balón de Oro, pero obtuvo solo 11 puntos y terminó duodécimo. El ucraniano Andriy Shevchenko se quedó con el premio. Al año siguiente un joven Cristiano volvió a ser seleccionado como uno de los mejores jugadores del mundo, pero tampoco tuvo suerte: el brasileño Ronaldinho se hizo del trofeo en la misma edición en la que Juan Román Riquelme obtuvo una nominación.
Ya en el 2006 apareció Messi con su primera chance de ir por el trofeo pero apenas sumó dos puntos y finalizó vigésimo. Ronaldo también estuvo en la lista y finalizó con cinco votos. En la siguiente edición, el brasilero Kaká se quedó con el galardón superando al portugués y a la Pulga. Y fue recién en el Balón de Oro del 2008 cuando el Bicho sumó su primer premio tras una gran temporada en el Manchester United, de Inglaterra, equipo con el que ganó la Premier, la Copa FA y la Champions League.
La Pulga ganó su octavo premio en 2023.
Con 22 años, en el 2009, Messi se convirtió en el ganador del Balón después de una tremenda campaña en la cual consiguió todo con Barcelona: Copa del Rey, UEFA Champions League, Supercopa de Europa, Supercopa de España y el Mundial de Clubes. Luego de que el argentino sumara los tres trofeos siguientes, en el 2013 y 2014, Ronaldo conquistó su segundo y tercer premio vistiendo la camiseta del Real Madrid. Después Messi le impidió quedarse con su cuarto Balón en 2015. El portugués se llevó el premio en las siguientes dos ediciones y el argentino quedó por detrás de él. En 2018 ninguno de los dos lo pudo ganar. Apareció el croata Luka Modric para quitarles el reinado. Aun así, Ronaldo finalizó por detrás del hombre de los Balcanes, mientras cerraba su etapa en el Real Madrid y empezaba una nueva temporada vistiendo la camiseta de la Juventus, de Italia. En quinto lugar, Messi.
Un año más tarde, el capitán del Seleccionado albiceleste conquistó su sexto Balón de Oro. En 2020 no hubo premios por la pandemia. En 2021 Messi se quedó con el Balón ya jugando para el París Saint-Germain, de Francia. Allí obtuvo la Ligue 1 y su primera Copa América con la Argentina. El francés Karim Benzema se consagró en 2022, la misma edición en la que Ronaldo finalizó en el vigésimo puesto al no sumar puntos. Messi no figuró.
En 2023 el rosarino conquistó su octavo y último Balón de Oro jugando para el Inter Miami, meses después de la obtención de la Copa del Mundo Qatar 2022. Este año no estarán vestidos de gala ni Leo ni Cristiano. Será muy raro no verlos allí.