El español Pedro Almodóvar compartió su Premio Donostia, que le entregó ayer la actriz Tilda Swinton el Festival Internacional de Cine de San Sebastián, con los miembros de El Deseo, la productora que creó con su hermano Agustín y que le permitió crear "en libertad", y con todos los actores y actrices que lo ayudaron a lo largo de su carrera.
"He tenido la oportunidad de trabajar con algunos de los mejores actores y actrices y técnicos de este país y con ellos debo compartir este premio. Este Donostia es de El Deseo, es también de Penélope (Cruz), de Carmen, que fue realmente quien me descubrió. Gracias, Carmen Maura", dijo el director.
Almodóvar citó a numerosos actores y actrices en su agradecimiento, y concluyó: "En fin, he tenido la suerte de trabajar con actores y actrices de enorme talento y les estoy inmensamente agradecido".
Redondeó la lista con la británica Tilda Swinton, por darle la mano en su primera película en inglés, y concluyó con una petición de "perdón" a quien hubiera podido ofender: "No he podido ser de otro modo del que soy, reconozco". El actor Eneko Sagardoy ayudó al auditorio a repasar la carrera del prolífico director y productor, que "vio la luz" como cineasta en el Festival de San Sebastián en 1982, donde presentó 'Pepi, Lucy, Bom y otras chicas del montón', acompañando sus palabras con imágenes de un jovencísimo Pedro Almodóvar declarando sin pudor que en su cine no había "voluntad de provocación ni de escándalo".
TRAYECTORIA
Han sido 44 años de carrera, con 23 largometrajes e infinidad de premios, entre ellos dos Oscar, cinco Goya, siete premios del cine europeo y el último, el León de Oro que se llevó el 7 de septiembre pasado del Festival de Venecia.
Después, Tilda Swinton, con un vaporoso vestido negro que adornó con un broche en el que se leía "SOS Gaza", dirigió una carta a su amigo en la que le agradeció su dedicación "hasta la última curva" del cine, así como su contribución a la cultura mundial: "Has plantado en nosotros un jardín de tesoros. Tú vivirás para siempre", le dijo.
El director, de traje azul claro y camisa sin corbata de color crudo, fue recibido con un largo aplauso del auditorio, sin una sola de sus 1.800 localidades vacías, entre ellas las ocupadas por el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, y su esposa, Begoña Gomez. "Mi vida no tiene sentido sin el cine -declaró-, la vida y el cine me han dado mucho más de lo que yo podía soñar, he tenido el privilegio de contar las historias que quería contar, de imponer mi mentalidad desde los márgenes sin esperar a que nadie me diera permiso para hacerlo". Terminó su discurso con un consejo "descarado": "Hagamos lo posible por que las grandes tragedias, el dolor cotidiano, la incomprensión, la mentira, la falta de empatía, la injusticia social, el odio y todo lo negativo imaginable pertenezca a la ficción, y que la vida real transcurra en un mundo justo, en paz y entretenida por las ficciones que solo existirán en nuestras pantallas".
Tras el acto se proyectó 'La habitación de al lado', su primer largometraje en inglés, protagonizado por Tilda Swinton y Julianne Moore, ganador del León de Oro veneciano, la primera vez que la película se ve en España.