Nadie puede creer que el director de esta biografía tan rica de la gran diva de la opera del siglo XX no fuera un melómano, hubiera nacido mucho después de su muerte en 1977 y dedicara tres años a recabar material sobre su vida, luego de descubrirla y admirarla a partir de 2015.
Lo singular de este collage audiovisual es que está contado por la misma María Callas a través de escritos, grabaciones, reportajes durante gran parte de su vida profesional.
Aclamada por el mundo de la ópera y también por los que amaban a las figuras del jet set internacional, la Callas fue tan popular como Marylin Monroe, Angelina Jolie o David Bowie, en una época en la que la Internet era una leyenda y el celular, una broma de ciencia ficción. Tuvo una infancia feliz y por lo que se deduce de sus confesiones en reportajes con diferentes entrevistadores, una adolescencia conflictiva marcada por la separación de sus padres y la obsesión de su madre por convertirla (aprovechando sus condiciones) en una diva del "bel canto".
Con un núcleo central en el reportaje que le hizo en 1970 David Frost, destacado periodista inglés, el director aporta un extenso bagaje de filmaciones de actuaciones de María Callas en teatros de ópera, VHS de sus vacaciones en familia, íntimas cartas a sus amigos, donde habla de su timidez, de sus depresiones y esa particular necesidad de tener una familia, hijos y un marido a quien amar como máxima representación de la felicidad.
MODELO DE SUPERACION
"Quisiera ser María, pero debo estar a la altura de Callas", confiesa en una de sus notas, palabras que aluden a esa firme convicción de dar lo máximo en su profesión y mantener ese ritual de estudio y superación que conservó a pesar de haberse retirado como cantante.
La diva deslumbró a entendidos y al público en general por su calidad vocal, el notable histrionismo con que vivía las óperas que encarnaba, otorgando a las protagonista de "Traviata", "Norma" o "Medea" su singular carisma.
El espectador aficionado puede encontrar desde el aria "Casta Diva" de la ópera "Norma", de Bellini, hasta una entrevista a su maestra preferida de "bel canto", la española Elvira de Hidalgo. Mientras que un cinéfilo disfrutará de una secuencia del filme "Medea" filmada en Capadocia por Pier Paolo Pasolini. En cuanto a los buscadores de cameos de otras épocas, reconoceráN a Brigitte Bardot, diva de los "50 y los "60; Aristóteles Onassis, el magnate griego que fuera el amor de su vida; Luchino Visconti, que la dirigió en "Parsifal"; Yves Saint-Laurent, uno de sus diseñadores, o Grace Kelly, la actriz que se convirtió en princesa y fue su amiga.
Todos figuras importantes en su época y que fueron asistentes a sus famosas galas y admiradores de su personalidad. "María Callas" es un filme que permite conocer facetas de una diva inolvidable y un fascinante mundo en extinción.
Calificación: Muy buena