Espectáculos
A diez años de su fallecimiento, se estrena este viernes la obra 'Mi don imaginario' en el FIBA­

Rescate emotivo de Hugo Midón­

Con libro de Mariano Taccagni, el espectáculo revisita el universo creativo del recordado actor y dramaturgo. El director Pablo Gorlero y el compositor Carlos Gianni explican la génesis del proyecto.­

­Alcanzaba con ver la platea de cualquier espectáculo que montara Hugo Midón para entender cuál era la clave de su éxito y por qué hoy, a casi diez años de su muerte, sus obras siguen funcionando. Chicos y grandes quedaban atrapados en ese mundo en el que la fantasía, el juego y la imaginación estaban a la orden del día. Midón entendía el universo de los más pequeños, los trataba de igual a igual, no los subestimaba y eso era celebrado por chicos y grandes.­

El 25 de marzo se cumple una década desde su partida y, sin embargo, sigue viviendo a través de su arte. En el marco del Festival Internacional Buenos Aires (FIBA), este viernes, sábado y domingo a las 20 se presentará el espectáculo 'Mi don imaginario' en el Anfiteatro del Parque Centenario, con idea y dirección general de Pablo Gorlero y dirección musical de Carlos Gianni

­LA MAGIA­

El musical, que propone un viaje imaginario que pretende inspirar a grandes y chicos a recuperar los abrazos, está protagonizado por Ana María Cores junto a Jorge Maselli, Alejandro Vázquez, Laura Montini, Julián Pucheta, Tatiana Luna, Fernando Avalle, Flavia Pereda, Nahuel Quimey, Belén Ucar y Sacha Bercovich, ­

"Este año se cumplen diez años de la muerte de Hugo y Federico Irazábal, el director del FIBA, me propuso dirigir un espectáculo en su homenaje; la verdad es que no tenía ganas de hacer un recital ni algo convencional, entonces pensamos un musical nuevo que pueda revivir el espíritu de Hugo, con sus canciones y su dialéctica, y tratar de reproducir un poco la magia de sus trabajos. Así que sobre esa idea Mariano Taccagni escribió un libro original, utilizamos las canciones de Carlos Gianni, que fue socio y compañero de Hugo durante tanto tiempo, y con Vero Pecollo en la coreografía le dimos forma a esta comedia musical. Las canciones de Hugo y Carlos ofician de nexo en la historia que se va contando'', explica Gorlero del otro lado del teléfono.­

Por su parte, Gianni aclara: "Es la primera vez que se hace una obra homenaje a Hugo y la estamos viviendo con muchísimo placer. Para mí es súper emotivo porque habla de todo lo que hemos vivido juntos. Durante todo el proceso alguna lagrimita siempre se me escapó. No quiero ni saber lo que va a pasar en las funciones. Taccagni, el autor, supo plasmar todo lo importante de la vida artística de Hugo, y Gorlero le dio forma desde la dirección a este maravilloso homenaje, con un grupo de actores excelentes''.­

CHICOS Y GRANDES­

-¿Cómo es tratar de recrear esa magia que tenían los espectáculos de Midón?­

(Gorlero) -La magia radica en que nadie quedaba indiferente a los espectáculos de Hugo, ni el más chiquito ni el más viejo; y eso es un desafío. Vengo haciendo espectáculos para chicos hace varios años y una cosa que me planteo permanentemente es que estén dirigidos no solamente el niño sino también al adulto. Hugo tenía esa virtud, además de tocar temas que no son habituales en los espectáculos infantiles. Hablaba de la libertad, del amor, del respeto, de la solidaridad, todos conceptos que me son afines, me gustan y traté de reproducirlos lo mejor posible, con él como personaje central.­

-La obra propone recuperar los abrazos. ¿Cómo hacerlo en el contexto que nos toca atravesar?­

(PG) -Todo lo que hacía Hugo era intentar que te des cuenta, que no seas indiferente a lo que él te contaba. En este caso, se trata de los abrazos. No hablamos de la pandemia en la obra, pero sí nos referimos a que justamente en este momento no se pueden dar abrazos, aunque no por la pandemia sino por la forma en que estamos todos peleados. Me refiero a la grieta; y no es algo que ocurra solamente en la Argentina. Todo el mundo está igual. Cuando decimos que se perdieron los abrazos nos referimos a eso, a que hoy en día por lo ideológico hay familias divididas, amigos que no se ven más, y lamentablemente eso se naturaliza.­

-¿Por qué creen que el universo de Midón sigue funcionando con chicos que, a priori, son totalmente distintos a los que crecieron viéndolo?­

(PG) -Porque emociona. Todo lo que emociona funciona. Necesitamos eso. Por eso se me ocurrió esto de los abrazos, de vencer la grieta; necesitamos emocionarnos mucho más. Los pibes hoy en día están atrapados por una pantalla, con juegos violentos, y Midón tiene esa magia que hace que cualquier pibe, de cualquier edad, vea uno de sus espectáculos y no le resulte indiferente. Tampoco al adulto.­

(Gianni) -Pienso que el éxito de lo que escribió Hugo está en que habló siempre de las relaciones humanas, que siguen siendo muy parecidas; habló del amor, del poder, de la envidia, y de que hay ciertas cosas que no hay que hacerlas más. Y me parece que hoy seguimos pensando más o menos las mismas cosas, aunque las estéticas sean distintas.­

EL BUEN CAMINO­

-Carlos, ¿qué recuerdos tiene de aquellos años trabajando junto a Midón?­

(CG) -Los mejores, porque comenzamos juntos y fuimos aprendiendo. El fue el que me ofreció a mí la posibilidad de entrar en este mundo del teatro para chicos. Yo no tenía idea de lo que era, pero juntos fuimos improvisando, jugando con la música, con los textos, y a partir de ahí tuvimos un crecimiento que en el caso de él fue impresionante. Al principio le hacíamos mucho caso a lo que nos decían las psicopedagogas y las docentes: que los chicos no iban a entender, que por qué decíamos palabras que los chicos no conocían. Y de a poco fuimos comprendiendo que, como dicen en la obra, ``no hay flores para chicos y flores para grandes; hay flores''.­

-¿Sienten un compromiso mayor al trabajar para chicos?­

(PG) -Sí, por supuesto, pero es un desafío hermoso porque es el público más exigente. Cuando trabajás para chicos tenés que tener en cuenta que el mensaje que les transmitas puede perdurar en ellos toda la vida.­

(CG) -Creo que lo más importante de un espectáculo es que el público pueda imaginar, que no se le diga todo y que se vaya distinto de como entró al teatro, que algo en él haya cambiado. Si eso sucede estamos en el buen camino.­