No podía ser de otra manera. La Selección argentina quedó a un paso de revalidar el título. tras derrotar 2-0 a Canadá en la primera semifinal de la Copa América. Y lo hizo con goles de Julián Alvarez y Lionel Messi, ante un rival que ofreció algo de resistencia mientras el partido estuvo igualado. Uruguay o Colombia será la última escala de un equipo que ha exhibido más respuestas individuales que colectivas para ir por el doblete continental, por primera vez desde 1991-93.
El segundo capítulo fue casi idéntico al primero durante la etapa inicial, ya que Canadá presionó sobre los posibles receptores de la pelota, Aunque exhibió mayor ambición ya que se animó a salir rápido de contraataque jugando el balón a espaldas de los laterales argentinos, especialmente buscando la velocidad de Shaffelbutg.
Solamente algún pase en profundidad y con sorpresa o un descuido defensivo harían posible la apertura del marcador. Y eso llegó cuando De Paul encontró abierta a la zaga central norteamericana y metió el pase para la entrada de Julián Alvarez, que venció a Crépeau, con un remate entre las piernas. Sin embargo, el 1-0 no cambió el desarrollo ya que los dirigidos por el estadounidense Jesse Marsch continuaron aferrados a su plan de juego.
Lo que dejó a la Selección con poco espacio para explotar, más allá de alguna jugada asociada de manera ocasional, que no tuvo mayores consecuencias. Aunque con la tranquilidad suficiente para manejar el ritmo.
Las dudas que dejaba un resultado corto se disiparon definitivamente en el inicio del período final, cuando Messi rozó un remate de Enzo Fernández, tras un gran maniobra de ataque y estableció el 2-0. Un tanto que fue revisado y convalidado por el VAR, por la posición de la Pulga en esa acción.
De ahí hasta el final, Canadá quedó a merced de una goleada ya que perdió el orden defensivo que había tenido
¿Le alcanzará este nivel a Argentina para revalidar el título?-Es que durante todo el torneo dio la sensación de que no estuvo cerca de sus mejores producciones. De todos modos, el corazón del campeón del mundo está intacto. Y el hambre de gloria, también.