POR ANTONIO LAS HERAS *
"Sólo los poetas me entenderán."
Carl G. Jung
En la mañana del lunes 4 de mayo, el Papa Francisco envió un tuit dónde se leía: "En este tiempo de cuarentena, las familias intentan hacer muchas cosas nuevas, hay tanta creatividad para ir adelante. Pero a veces también hay violencia doméstica. Oremos juntos por las familias, para que sigan en paz, con creatividad y paciencia, en esta cuarentena". Advertimos que, una vez más en el curso de pocos días, Su Santidad se refirió a la creatividad. Recordamos que el 27 de abril, durante la Misa realizada en la Casa Santa Marta, había expresado: "Oremos hoy por los artistas, que tienen esta gran capacidad de creatividad y por la vía de la belleza nos muestran el camino a seguir. Que el Señor nos dé a todos la gracia de la creatividad en este momento". Esto nos condujo a reflexionar sobre esa real "gracia de la creatividad", aspecto característico que sólo se halla en la especie humana. De allí a asociar creatividad con poesía hubo un paso en nuestra mente.
La poesía atraviesa, cual imprescindible columna vertebral, la Historia de la Humanidad, toda. No hay, ni ha habido, cultura que ignorara lo poético, que no la cultivara, que no tuviera sus realizadores. Podemos, pues, entonces afirmar -sin temor a equivocarnos- que la poesía es una de las esencias mediante las cuales puede definirse a lo humano. Y es de este modo, dado que una característica exclusiva de la especie humana es la de crear. Creación; o lo que es lo mismo poiesis, término griego que significa "creación" o "producción". Y, claro está, sólo quienes pueden haber sido edificados "a imagen y semejanza del Creador" se encuentran en condiciones de ejercer dicho acto. Un acto, que digámoslo sin titubeos, liga -al concretarlo- a lo humano con lo divino tanto como con el deseo de inmortalidad. Ya Platón, en El banquete, define el término poiesis como -la causa que convierte cualquier cosa que consideremos de no-ser a ser-. Puede decirse, entonces, que designamos con el nombre de poiesis a todo proceso creativo; no solamente a la escritura de poemas. Aunque, desde hace algunos siglos, el acto poético, en la cultura occidental, esté -por lo usual- circunscripto a la confección de versos.
ACTOS CREATIVOS
Por esto, resulta interesante recordar que Martin Heidegger se refiere a la poiesis como "iluminación", utilizando este término en su sentido más amplio. Explica la poiesis como Çel florecer de la flor, el salir de una mariposa de su capullo, la caída de una cascada cuando la nieve comienza a derretirseÈ. Pero, ¿por qué decimos que lo poético relaciona a lo humano con lo divino?
En primer lugar porque al asimilar el término a un acto creativo -entendiendo por esto a que surja algo allí dónde no lo había- la persona humana se convierte en una eficaz herramienta para la expansión de la labor del Omnipotente. Y para quienes son ateos, diremos que amplifica el rol de la Naturaleza misma considerándola guía de la evolución universal.
En segundo lugar porque, en todos los tiempos, la posibilidad humana de hacer poesía estuvo vinculada, de una u otra manera, a la divinidad. El caso más conocido es el de los griegos, considerando a las musas presencia imprescindible para que la inspiración tuviera lugar, la obra pudiera hacerse y concretarse, quedando como legado para la posteridad. Musa es un término que proviene del griego antiguo mousai; eran nueve divinidades inspiradoras de las artes.
La idea misma de "inspiración" implica "algo" del orden de lo desconocido, de lo cósmico, de lo suprahumano. Tanto es así que, en más de ocasión, cualquiera que se dedique al amplio mundo de la escritura, la música o las artes plásticas, ha dicho: "no lo hice yo, me llegó de adentro". ¿Qué es ese "adentro", nos preguntamos? La Psicología de lo Inconsciente ha intentado algunas explicaciones: se trataría de formaciones del psiquismo profundo que irrumpen a la consciencia transmitiendo su carga novedosa. Carl Gustav Jung entrevió que podría tratarse de acontecimientos provocados por estructuras arquetípicas de lo Inconsciente Colectivo acaecidos mientras la persona se encuentra atravesando un "estado alterado de consciencia" (EAC). Esto puede resultar poco creíble cuando se lo describe así; pero ¿qué otra cosa es ese "estado de concentración" requerido para la realización poética? Estado alterado de consciencia (algunos usan la expresión "estado modificado de consciencia" por entender que "asusta" menos) no implica ninguna situación psicopatológica, sino -sencillamente- una forma momentánea y no habitual de la consciencia por la cuál ésta se sensibiliza permitiendo la captación de otras percepciones.
El poeta e investigador de la Parapsicología, Juan-Jacobo Bajarlía (1914-2005) estaba convencido que el acto poético sólo tenía lugar cuando el autor se encontraba en estado de paragnosia; término parapsicológico para referirse a cuándo una persona utiliza percepciones fuera de los cinco sentidos habituales; esto es, lo que se conoce como "sexto sentido".
Agregaba Bajarlía que, "si de acuerdo con Platón, la inspiración significaba un "estado de ebriedad" a través del cual se manifestaban los poderes de la divinidad, no es excesivo decir que el proceso creador también está ligado con un automatismo en el que el inconsciente es el factor determinante de la obra".
LA CHISPA
Además, el mismo Bajarlía, explicaba que "la poesía no necesita de oropeles o comodidad. Vive el fervor y las tinieblas. En los espacios orbitales o en el abismo. Sólo exige una cosa, la chispa que la encienda. Si el poeta, donde quiera esté, tiene el impulso de Prometeo, puede tener una chispa para dar vida a sus imágenes". El autor de Fijman, poeta entre dos vidas en su comparación utiliza la figura de Prometeo: dicho de otro modo, apela para explicar la naturaleza y origen de lo poético a una entidad que no es de este mundo. Conociendo, como hemos conocido a Bajarlía, estamos seguros de que no eligió a ese Titán sólo por aquello de que robó el fuego, sino por que a Prometeo le gustaba provocar la ira de Zeus. En este no obedecer a lo establecido también hallamos un aspecto relevante del acto poético. Puede decirse que lo poético se lleva mal con las "normalidades."
Como fuere, lo que advertimos es que -de una u otra forma- la poiesis siempre fue -y es- descripta como surgida por alguna causa que está más allá de los conocimientos habituales.
Antes hemos dicho que encontramos lo poético relacionado con la necesidad de inmortalidad. El mismo Jean-Paul Sartre expresó en más de una entrevista que escribía como una forma de asegurar la inmortalidad. Pero ya hace 2.500 años el filósofo Platón -dicho sea de paso, el único que se refirió a la existencia de la Atlántida- comentó sobre este vínculo. Por cierto, en su obra El banquete, le hace describir a Diotima de Mantinea la lucha por la inmortalidad en relación con la poiesis. Cabe agregar que de Diotima se dice que fue una persona de existencia real, que ejercía como sacerdotisa o clarividente. Una vez más la relación con el Más Allá.
A la pregunta ¿qué es poesía? Nos atrevemos a responder: Es aquel singular entramado que une al humano con lo desconocido permitiéndole realizar aquella obra por la que -de alguna manera- acceder a su deseo de inmortalidad.
* Antonio Las Heras es doctor en Psicología Social y magíster en Psicoanálisis, socio honorario de la Sociedad Argentina de Escritores (SADE) y autor del poemario "Humanidad Pura". E mail: alasheras@hotmail.com.