Nicolás Stupenengo -actor, cineasta, 48 años-, a los 34 saltó al mar desde unas rocas y sufrió un grave accidente que le dejó gran parte de su cuerpo completamente paralizado. Ahora, y con la compañía en escena de su perra de asistencia Sofía, nos cuenta su fuerte relato desde una silla de ruedas.
Es teatro y no lo es. Por un lado, entra a jugar todo el típico ritual -las entradas, las luces, los acomodadores-. Sin embargo, lo que se ve en escena se acerca más a una charla a corazón abierto, a una transmisión de experiencias, a una proclama. El espacio -el teatro Moscú, recién mudado a su nueva sede en Juan Ramírez de Velasco 535- ayuda a crear un clima de intimidad. Allí, cada sábado a las 20 se ofrece `Nicolás anda', un profundo y muy entretenido espectáculo documental.
PUESTA MINIMA
Nahuel Martínez Cantó -director de la hermosa `El gato no vuelve a casa' (2017)- se decidió por una puesta mínima. Acertadamente, optó por dejar hablar al protagonista, quien nos cuenta cómo el accidente cambió su vida de manera radical. Apelotonando las palabras, con algunos silencios y pequeños movimientos, Stupenengo comprarte videos de su pasado cuando trabajaba en publicidad -aparece un aviso de la más famosa marca de hamburguesas que lo tuvo como participante-. También hay fotos de vacaciones, fiestas y mucha alegría.
Enseguida surgen imágenes de su lucha. Se ve el impresionante esfuerzo físico que hizo en estos años y que logró contradecir un pronóstico inicial bien sombrío. Stupenengo también nos habla de los mil y un problemas que encuentra a diario en una ciudad que, por ejemplo, le impide entrar con su perrita a ciertos espacios públicos. Pelea contra eso y nos invita a pelear con él.
`Nicolás anda' hace reflexionar sobre el poder de la tenacidad para superar grandes dificultades y, en definitiva, apunta a cualquier persona, más allá del obstáculo que enfrente.
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