Opinión
La belleza de los libros

Primero... ¡Soldados!


Oportuna y singular es esta recopilación de recuerdos de veinticuatro ingenieros militares, entonces muy jóvenes, que participaron hace más de cuarenta años en la guerra por nuestras Malvinas. Singular por la sencillez, la seriedad y la precisión idiomática y técnica -que no significa entelequia profesional- con que están escritas. Oportuna porque muestra ´con naturalidad ángulos discutidos con mala intención por políticos y amanuenses pseudoliterarios que desde la derrota de nuestras armas en 1982 han tratado de ensuciar el valor de nuestros soldados y oficiales en la lucha.

Estos oficiales, entonces de reciente graduación, siguieron en la postguerra formándose en la Escuela Superior Técnica Gral. Div. Manuel N. Savio, devenida más adelante en Facultad de Ingeniería del Ejército. Pero ese destino común no ha borrado la calidad individual en la expresión de sus recuerdos, que forman así un universo variado de interesantes experiencias.

Es pues evidente: los recopiladores de esta breve e intensa obra (Ricardo Fernando Peña, Marcos Horacio Mansilla y María Josefina Carullo) han sabido guardar las aristas particulares de cada breve capítulo. Y vuelven a hacer honor a su modestia cuando ni siquiera se atribuyen el nacimiento de su proyecto, que reconocen (pág. 13) a una conversación con el coronel retirado veterano de Malvinas Gustavo Enrique Poggi, ingeniero militar que también escribe uno de los relatos.

Primero… ¡SOLDADOS!” (1884 Editorial Círculo Militar, Buenos Aires 2024) justifica permanentemente su título porque destaca las actitudes directas y frontales que narran quienes debieron asumirlas como jóvenes oficiales apenas mayores que sus subordinados soldados, insidiosa e injustamente llamados “chicos de la guerra” por ideólogos y comodones que no arriesgaron ni un ápice en la contienda.

Y a ese respecto, con llaneza no exenta de afecto, los oficiales comentan su aprecio por las virtudes de soldados recién entrenados en su Servicio Militar y de suboficiales con frecuencia más experimentados que ellos mismos.

Sobresalen la precisión, la capacidad de adaptarse, el patriotismo y la valentía que, con estilos bien distintos, coinciden todos en trasuntar en las narraciones. Vale pues la pena conocer estos relato de primera mano, breves, intensos, que reivindican el entusiasmo de toda una nación en la defensa de sus derechos históricos. Bienvenidos.