Los dos detenidos por el crimen de Nancy Videla, la mujer que estuvo desaparecida una semana y fue hallada asesinada a golpes y sepultada a principio de mes en Ingeniero Budge, fueron procesados con prisión preventiva por el femicidio, informaron fuentes judiciales.
Si bien la causa había sido girada a la justicia de Lomas de Zamora, volvió al Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional 1 que actuó desde el inicio de la desaparición, para que resuelva la situación procesal de Damián Lezcano Mendoza (70), de nacionalidad paraguaya, y de su sobrino Claudio Andrés Lezcano (29), los únicos detenidos por el caso.
Así, el juez de instrucción Diego Javier Slupski, procesó el pasado miércoles a los Lezcano como "coautores" de un "homicidio agravado por ensañamiento y por violencia de género" (femicidio), delito que tiene como única pena la prisión perpetua.
Además, el magistrado decidió embargar a cada uno de los imputados por cinco millones de pesos.
Para el juez, en el expediente hay elementos para dar por probado en el femicidio de Videla, tío y sobrino actuaron bajo una "coautoría funcional" y con "división de roles".
Tras resolver la situación procesal de ambos Lezcano, el juez Slupski volvió a enviar la causa a la justicia de Lomas de Zamora, donde quedará a cargo del fiscal José Luis Juárez y del juzgado de Garantías 5, ya que se dio por probado que en ese partido del sur de conurbano se cometió el crimen.
Nancy desapareció el viernes 26 de noviembre por la tarde y quedó registrada por las cámaras saliendo del edificio de avenida Santa Fe 3770 de Palermo donde trabajaba como empleada y niñera en una casa de familia. De allí, se tomó un colectivo hasta Constitución, donde un video la muestra cruzar el hall de la terminal a las 17.36 para abordar el tren a Lanús.
En el centro de transbordo de Lanús, otra cámara la tomó, media hora después, a las 18.12, subiendo a un colectivo de la 283 hacia Villa Albertina, donde vivía, pero nunca llegó.
El cadver fue hallado la madrugada del 3 de diciembre bajo un contrapiso de una de las habitaciones que Lezcano Mendoza administraba en Bucarest al 2531 de Ingeniero Budge
La clave para esclarecer el caso fue un llamado anónimo en el que una mujer alertaba que Nancy era amiga del dueño de una propiedad de Ingeniero Budge, quien solía prestarle dinero para que ella pagara el alquiler de su casa y que además creía que tenían una relación sentimental.