Opinión
Buena Data en La Prensa

Por los más pequeños

Fundamentándonos en el diccionario de la lengua española podemos afirmar que si “hijo” es una “persona o animal respecto de sus padres”; “padre”, “quien engendra un hijo” y “engendrar “, “dar vida a un nuevo ser”, los involuntarios protagonistas de esta historia son tres hijos, muy pequeños por cierto, abandonados a su suerte.

HIJOS CRIOPRESEVADOS

El caso llegó a la Corte Suprema de Justicia de la Nación. Hace unos años, una pareja decidió ejercer su “voluntad procreacional” mediante una técnica de reproducción asistida extracorpórea. Así, se logró el nacimiento de uno de sus hijos, tres quedaron en criopreservación a la espera de un momento oportuno en el que serían transferidos al útero materno. Ese momento nunca llegó. La pareja se disolvió y junto con ella también se extinguió la “voluntad procreacional”.

Quienes aportaron el material genético ya no querían pagar los 100 dólares anuales del costo de mantenimiento con vida de los embriones. A la clínica, no le interesaba involucrarse, pero tampoco quería hacerse cargo de su destrucción sin una orden judicial. No vamos a entrar en los detalles legales, simplemente, decimos que la Corte, no habiendo litigantes, dio por cerrado el caso. Los pequeños embriones pueden ser desechados. No hubo quien los defienda.

LA CUESTIÓN DE FONDO

Si bien la Corte consideró que “no se puede soslayar la trascendencia de la problemática de fondo y la incertidumbre que esta genera en los distintos sujetos que intervienen en las técnicas de reproducción humana asistida con criopreservación”, evitó entrar en la cuestión de fondo. Pero exhortó al Congreso de la Nación a legislar en la materia. Se estima que en nuestro país hay más de 95.000 embriones congelados y muchos de ellos llevan en ese estado, más de una década.

En algún momento habrá que tomar posición y hacerse cargo de las consecuencias. ¿Un embrión no implantado es un “qué” o un “quien”? La respuesta a esta pregunta es crucial.

LA NOCIÓN DE PERSONA

Solemos decir que la vida se inicia en la concepción. Esto es claro, siempre y cuando entendamos que la concepción es coincidente con la fecundación o fertilización del óvulo. Concepción es un término filosófico, en tanto fecundación es propio de las ciencias biológicas.

En el mismo momento que este hecho biológico se produce, decimos, que se concibe una persona. La noción de persona ha sido “elaborada, como es sabido, por parte de la reflexión cristiana…a fin de caracterizar y subrayar en particular, las características espirituales de la naturaleza humana: es un modo de leer al hombre como imagen del creador” afirma la Dra. María Luisa Di Pietro en Sexualidad y procreación humana. ¿Podemos imaginar que consecuencias tendría sostener que existen seres humanos que no son personas?

NIÑOS AMERICANOS

Este hecho sucedió en 2021 en una clínica de fertilidad del Estado de Alabama, EEUU cuando un paciente ingresó a la unidad criogénica, arrojó embriones criopreservados al suelo y por tal motivo murieron. Según consta en los documentos judiciales, los "padres de varios niños embrionarios” que estaban esperando ser implantados, presentaron demandas.

A principios de este año, la Corte Suprema de ese Estado, emitió una sentencia en la que reconoce a los embriones criopreservados el estatus de niños y establece responsabilidades para quienes participen en su destrucción accidental.

Tom Parker, presidente de la corte estatal sostuvo: “Incluso antes del nacimiento, todos los seres humanos tienen la imagen de Dios, y sus vidas no pueden ser destruidas sin eclipsar su gloria”.

CONTUNDENTE

Más allá de las reflexiones filosóficas o teológicas que puedan ser pertinentes a la hora de iluminar la comprensión sobre el inicio de la vida humana, los conocimientos científicos aportan datos contundentes. La Academia Nacional de Medicina afirma que: “La puesta en marcha del proceso de una vida humana se inicia con la penetración del óvulo por el espermatozoide. La nueva célula resultante (cigoto) contiene su propio patrimonio cromosómico, donde se encuentra programado biológicamente su futuro; y, este hecho científico, con demostración experimental, es así tanto fuera como dentro del organismo materno”. La misma institución se expidió en marzo de 2018, con motivo del debate sobre el aborto: “…destruir a un embrión humano significa impedir el nacimiento de un ser humano.” Evidentemente el embrión no implantado, cualquiera sea su hábitat es un “quien” y por lo tanto un ser humano. ¿podría ser posible que alguien devenga humano no siéndolo desde el inicio?

A la hora de legislar, todas estas preguntas abrirán el debate y seguramente volverá a cuestionarse la nefasta ley de aborto, surgirán inquietudes y voces diversas sobre la fertilización médicamente asistida y no faltarán los intereses económicos e ideológicos en Salud Reproductiva.

Mientras tanto, podemos estar seguros que no habrá paz en el mundo hasta que los derechos humanos sean para todos los humanos, durante toda su vida, y cualquiera sea su hábitat.

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