Opinión
Claves de la sociedad

Política poblacional argentina

Nuestra querida Patria está metida en varios problemas. Tantos como dimensiones tiene la vida humana: económicos, políticos, culturales, espirituales. El desglose de la combinación entre problemas y dimensiones resultaría muy extenso. Hay un tema, no obstante, que cruza a todos ellos: el factor poblacional.

Es del abc de la noción de “Estado” -no la única, pero es válida- la integración en el mismo de un gobierno, un territorio y -lo que ahora nos interesa- una población. Resumidamente: lo que debe buscar la autoridad política en el territorio bajo su jurisdicción es el bien integral de la gente.

PROBLEMA POBLACIONAL

En cuanto a la percepción del “problema poblacional” en la Argentina, algunos no lo ven -en gran parte porque carecen de una mirada política- y otros sí lo hacen pero con espíritu opuesto: los más (dentro de la minoría de los que ven el problema) con una mentalidad formateada con categorías extranjerizantes y los menos con un sentido nacional.

El problema poblacional es compartido por todos los aspectos arriba mencionados dado que, en la Comunidad política, todo debe -o debería- articularse en vistas al bien común que, como causa final, no es otra cosa que el buen vivir de la población.

Sucede que, en la práctica, el buen vivir en el contexto de una tradición histórico-cultural en el seno de una comunidad política, se termina subordinado al factor económico. En función de “lo económico” -que es importante, pero no lo principal-, se tamiza el resto: el Estado debe garantizar los buenos negocios y la cultura y, todavía más la vida espiritual, terminan convirtiéndose en “productos” al uso de los consumidores.

¿Qué queda, entonces, de la “política poblacional”? Una antipolítica como el control de la natalidad en función del interés de los pocos enriquecidos –porque de lo que se trata es de mantener el propio confort de vida incluso a costa del bien del prójimo– que, a su vez, lo siguen siendo solamente en la medida en que no perjudican a los enriquecidos de afuera.

VOLUNTAD POLITICA

¿Qué hacer, entonces, para salir del pantano? Una primera pista para desarrollar: explicar que el crecimiento poblacional en nuestro país es una solución y no un problema y que se trata de una excelente oportunidad para que, tanto el Estado como los cuerpos sociales intermedios, colaboren en el bienestar integral de los argentinos y de quienes quieran habitar nuestro suelo. Nada impide que se busque el bien común político y se hagan buenos negocios. Lo que hace falta es voluntad política en alianza con el compromiso ciudadano y, sobre todas las cosas, patriotismo. Como el patriotismo que sí cultivan en otros países del mundo y, por este motivo, son grandes de acuerdo a la propia tradición histórico-cultural.