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Para un ex investigador del caso, la hipótesis que llevaba a Pachelo era "altamente positiva"
Un exjefe policial que intervino en la investigación del crimen de María Marta García Belsunce, cometido en 2002 en el country Carmel de Pilar, declaró hoy, en el tercer juicio por el hecho, que era "una hipótesis altamente positiva" que el vecino Nicolás Pachelo haya sido el autor del homicidio y que, según las pericias, la víctima "fue sorprendida por el ladrón" y recibió "el primer disparo y luego (otros) cinco".
Se trata del comisario general retirado Ángel Reinado Becerra, entonces a cargo de la Sub Delegación Departamental de Investigaciones (SubDDI) de Pilar, quien agregó que la pista que llevaba a Pachelo, de 46 años, -hoy finalmente sentado en el banquillo de los acusados junto a dos exvigiladores- no se profundizó por decisión del entonces fiscal del caso, Diego Molina Pico.
"Para mí fue Pachelo porque (María Marta) se lo cruza cuando estaba por ingresar a la casa, según declararon tres adolescentes. Además, porque tenía un tema con ella por el perro (que denunció que el vecino le había robado) y otros robos (en el country). Era una hipótesis altamente positiva", sostuvo Becerra, quien se convirtió en el primer testigo del tercer juicio oral que se realiza por el caso Belsunce.
Al ser consultado por los representantes del Ministerio Público sobre cuál era entonces su teoría como investigador, Becerra expresó que María Marta "fue sorprendida arriba (en el primer piso de su casa) por el ladrón y, ante eso, fue el primer disparo y luego los otros cinco balazos".
Durante su relato, el testigo se preguntó por qué el asesino evidenció tanta animosidad como "para vaciar el tanque de un revólver en la cabeza de alguien" y sostuvo que para él "los tiros fueron en el baño" del primer piso de la casa.
"La muerte se produjo entre el inodoro y el bidet por la cantidad de sangre que había. Para mí, (el asesino) la tiró adentro de la bañadera para que parezca que no fue un homicidio y tener más tiempo para evadirse de la escena del crimen", relató ante la mirada de Pachelo.
El entonces vecino del country Carmel es el único de los tres imputados por el homicidio de María Marta que concurrió a las tres audiencias del juicio, ya que los exvigiladores Norberto Glennon (57) y José Ortiz (45), quienes llegaron al debate en libertad, no concurrieron.
En medio del testimonio de Becerra, la fiscalía, a cargo del fiscal general adjunto de San Isidro, Patricio Ferrari, y sus colegas Andrés Quintana y Federico Rodríguez, expuso tres escuchas telefónicas entre Pachelo y su madre, Silvia Ryan, registradas tras el crimen de María Marta, cuando el sospechoso tenía su teléfono "pinchado" a pedido de la Justicia.
En una de esas comunicaciones, la mujer decía estar preocupada por él ante lo que se decía del crimen de María Marta y el ahora acusado le respondía: "¿Por qué no te tiras por la ventana y me dejás de romper las pelotas?".
Meses después, el 29 de mayo de 2003, Ryan se suicidó precisamente al arrojarse desde el balcón del piso 11 del edificio en el que vivía sobre la avenida del Libertador, en el barrio porteño de Retiro, y dejó tres cartas en las que defendía a su hijo.
"Me llamaba la atención que un llamado de Pachelo con la madre terminara con insultos. Pachelo sabía que tenía el teléfono intervenido", agregó Becerra, quien declaró ante el Tribunal Oral Criminal (TOC) 4 durante durante casi dos horas.
El retirado jefe policial dijo que fue el fiscal Molina Pico quien lo citó para investigar el hecho y sobre la pista de Pachelo agregó que también ese fiscal fue quien decidió no seguirla porque consideró que el sospechoso no estaba en el country al momento del crimen.
En ese marco, el abogado de Pachelo, Roberto Ribas, pidió citar como testigo en el juicio a Molina Pico, lo que el TOC 4 decidió analizar y responder más adelante.
El exinvetigador recordó la primera entrevista que tuvo en la vivienda del Carmel, en la que estaban presentes el viudo Carlos Carrascosa; el cuñado de María Marta, Guillermo Bártoli; los hermanos Horacio García Belsunce e Irene Hurtig y la masajista Beatriz Michelini.
"No hubo contradicciones en sus relatos que nos llamaran la atención", dijo al respecto de los testimonios que recabó esa jornada.
Y sobre las pericias, indicó que se realizó una de luminol y que una de las primeras conclusiones fue que la víctima había sido atacada en la planta alta, más precisamente en la zona del dormitorio y del baño, hacia donde intentó correr porque era el único lugar hacia el que podía escaparse del asesino.
El juicio continuaba esta tarde con otros dos testigos del hecho que tiene como principal acusado al exvecino Pachelo, quien está detenido pero en otra causa por robos, y a los exvigiladores del Carmel Norberto Glennon (57) y José Ortiz (45), quienes llegaron al debate en libertad.