El papa Francisco dijo hoy que es "aberrante" asesinar en nombre de Dios, pero aseguró que "no se puede ofender" la religión o "burlarse" de ella.
Así lo manifestó el Pontífice durante una rueda de prensa de 40 minutos a bordo del avión en el que viajaba desde Sri Lanka hacia Filipinas, y en la que los medios de comunicación le preguntaron sobre el reciente ataque al semanario "Charlie Hebdo" en París, en el que murieron doce personas.
Las libertades religiosa y de expresión, asuntos que se trataron durante su estadía en Sri Lanka, fueron abordados por el Pontífice, quien se refirió, sin citarlo expresamente, al ataque a la redacción de esa publicación.
A Francisco no se le escapó el sentido de la pregunta que le hicieron los periodistas franceses y contestó: "Creo que los dos son derechos humanos fundamentales, tanto la libertad religiosa cuanto la libertad de expresión.
"¿Usted es francés? Vayamos a lo de París, hablemos claro", dijo a uno de ellos para afirmar: "Matar en nombre de Dios es una aberración".
Después comenzó a hablar de la libertad de expresión, que -afirmó- que es un derecho y una obligación, pero que, precisó, "tiene límites".
"Es verdad que no se puede reaccionar violentamente, pero si Gasbarri (el papa aludió a uno de sus colaboradores junto a él en el avión), gran amigo, dice una mala palabra de mi mamá, puede esperarse un puñetazo. ¡Es normal!", aseguró.
"No se pude provocar -añadió- no se puede insultar la fe de los demás. No se puede burlar la fe. No se puede", insistió el Papa.
Y agregó: "Tenemos la obligación de hablar abiertamente, de tener esta libertad, pero sin ofender".
El atentado contra "Charlie Hebdo" fue motivado por la publicación en el semanario de caricaturas de Mahoma, cuando el Islam prohíbe las imágenes del profeta.
Así, según los videos grabados por testigos de los hechos, los atacantes gritaron tras cometer la acción que habían "vengado al profeta".
Y el último número de "Charlie Hebdo", el primero tras los atentados, vuelve a presentar -en portada, nada menos- una caricatura del profeta llorando y sosteniendo un cartel que dice "Je suis Charlie" (en español, "Yo soy Charlie"), tras el titular "Está todo perdonado".
En el avión en su viaje hacia Filipinas, el Papa respondió a ocho preguntas, una de ellas también sobre las supuestas amenazas del extremismo islámico. Incluso bromeó sobre la posibilidad de reforzar su seguridad ante la amenaza de sufrir atentados y aseguró a la prensa que tiene "una buena dosis de inconsciencia".
"Yo digo siempre que tengo un defecto, que tengo una buena dosis de inconsciencia", dijo, cuando se le preguntó sobre si tenía miedo y si había pensado elevar el nivel de su seguridad en los viajes o en la Santa Sede.
Eso sí, Francisco se mostró preocupado por los fieles que acuden a sus actos.
Sin embargo, aseguró: "Yo sólo pido una gracia, que en caso de atentados no me duela, porque no soy valiente ante el dolor. De esto tengo mucho miedo".
"Sé que estoy en las manos de Dios, pero también sé que hay atención a la seguridad", resaltó.
La cuestión de la seguridad será fundamental en Filipinas, donde ya desde mañana el Pontífice argentino tiene la agenda repleta de eventos.
A su llegada a la base aérea de Villamor, en Manila, fue recibido por el mandatario filipino, Benigno Aquino, a quien mañana visitará en el palacio presidencial.
El portavoz del Vaticano, Federico Lombardi, no quiso dar cifras sobre la multitud que salió a la calle para dar la bienvenida a Francisco, aunque aseguró que fue "impresionante" y que eran "cientos y cientos de miles de personas".
Poco después, oficiará su primera misa en presencia de arzobispos, sacerdotes y devotos en la catedral de la Inmaculada Concepción de Manila, tras lo que se reunirá con familias filipinas pobres.
Durante la rueda de prensa en el avión, Francisco explicó que en esta visita a Filipinas "el centro del mensaje serán los pobres".
"Los pobres que quieren ir adelante, los pobres que han sufrido con el tifón Yolanda, y que aún sufren sus consecuencias, y el pobre que tiene la fe y la esperanza. Los pobres explotados, los que sufren tantas injusticias sociales, espirituales y existenciales", precisó.
DESDE FRANCIA
Mientras el país entero intenta reponerse de la conmoción con incontables homenajes a las 12 víctimas mortales, que van recibiendo sepultura, el féretro del dibujante "Tignous", en madera clara y cubierto totalmente de dibujos, firmas y mensajes, recibió hoy una sentida despedida en Montreuil, en la periferia este de París.
Durante el funeral, al que asistió la ministra de Justicia francesa, Christiane Taubira, se entonó la canción partisana italiana "Bella Ciao" (que termina con el estribillo "muerto por la libertad"), antes de que el féretro partiese, entre aplausos, hacia el parisino cementerio de Père-Lachaise.
En referencia a los dichos del Papa, la funcionaria de Justicia gala advirtió: "Todo se puede dibujar, incluido un profeta. Porque en Francia, país de Voltaire y de la irreverencia, existe el derecho a reirse de todas las religiones".