La justicia Civil ordenó hoy reubicar a todos los niños que son asistidos en un hogar que depende de la Fundación Felices los Niños por reiterados maltratos y abusos, mientras que desde la entidad del sacerdote Julio César Grassi niegan la denuncia.
La decisión de la jueza civil Myriam Rustan de Estrada ordena reubicar a todos los niños que son asistidos en el Hogar San José Obrero, situado en Charlone 753, del barrio porteño de Chacarita, en otras instituciones, sobre la base de un dictamen de la defensoría de menores cuatro a cargo de Marcelo Jalil.
Según el fallo, el hogar "es un sitio en el que se instaló la ley de la selva, el miedo, las amenazas, los golpes y el maltrato, además de las prácticas sexuales con los más débiles y pequeños".
"Los sacaron de la calle para encerrarlos sin posibilidad de elección, para vivir en las mismas situaciones de impotencia... todos dijeron que querían salir de allí, que los grandes les pegan, insultan y someten", agregó el dictamen de la jueza.
La orden judicial deberá ser instrumentada en 15 días hábiles por el Consejo de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes del gobierno porteño, organismo que intervino el hogar en octubre pasado, luego de que en setiembre del 2008 se conoció un presunto intento de suicidio de parte de uno de los chicos.
La magistrada había dispuesto la intervención de la entidad, pero la falta de resultados positivos para los menores internados, sumado a la devolución del control del Hogar a la Fundación Felices los Niños en febrero pasado y la comprobación de más casos de maltrato, motivaron la decisión de la jueza.
La jueza solicitó al Cuerpo Médico Forense que determine cuáles son las instituciones más adecuadas para que los niños se sometan a los tratamientos psicológicos o psiquiátricos que necesiten.
El dictamen del defensor Jalil es crítico respecto a la intervención del Consejo Adolescencia y Familia del gobierno porteño al que adjudica "falta de compromiso, ausencia de toma de decisiones en su carácter de organismo local y autoridad competente en materia de niñez" y agrega que "el fracaso de la intervención es una nueva frustración para mis representados".
"Los menores alojados en el hogar venían siendo víctimas de todo tipo de abuso y para ellos la intervención implicaba una esperanza y un mejoramiento en su calidad de vida y esto no fue así, todo lo contrario", añadió Jalil.
El funcionario también criticó la entrega del control del Hogar a las aurtoridades de la Fundación, en febrero pasado, "tras cinco meses de elaborar informes desfavorables en cuanto a la situación que sufrían los menores en esa institución".
Por su parte, a través de un comunicado, el Consejo manifestó que la intervención que realizó en el Hogar San José Obrero se extendió hasta marzo pasado y que logró revertir falencias que tenía la institución como la actualización de los controles médicos y la asistencia psicológica de los niños, entre otros.
Pero advirtió que las autoridades del Hogar "no cumplieron con reformas edilicias que debían ejecutar ni con la incorporación de personal adecuado, por lo que la jueza resolvió el traslado de la totalidad de los niños", aunque el organismo solicitará un "egreso paulatino" de los chicos hacia otras instituciones.
El conductor televisivo Raúl Portal, uno de los administradores de la Fundación Felices los Niños, negó los hechos y destacó que "tras la denuncia de un intento de suicidio que no fue tal, de un chiquito de la Fundación, ocurrieron dos casos, no de abusos sino de "escarceos" entre dos internos, a los cuales la Fundación hizo la respectiva denuncia y esos chicos ya no estan en el Hogar".
Puntualizó que este tipo de conductas "es probable que sucedan porque son chicos judicializados que vienen de hogares con muchos problemas" y luego admitió que el Consejo de la Niñez porteño "marcó algunas falencias que tenía el Hogar, pero de ninguna manera referidas a casos de abusos o maltrato".
Portal criticó al defensor Jalil por elaborar un dictamen "sin hablar con los chicos" y lo desafió a concurrir al Hogar para conocer el verdadero estado de los niños, al tiempo que manifestó desconocer porque el funcionario "se descolgó" con ese informe pero que "lo voy a averiguar".
El conductor televisivo recalcó, además, que "los chicos estan ahora en el Hogar sin saber a dónde van a ser destinados; muchos de ellos ya hicieron amistades y se van a tener que separar, esto es algo criminal para nosotros, pero acataremos la orden de la Justicia aunque pediremos una prórroga para su ejecución".
En septiembre del año pasado un niño de 8 años intentó suicidarse con el cable de un teléfono dentro del Hogar, lo que generó una denuncia del obispo auxiliar Horacio Benites Astoul a la defensoría de menores a cargo de Marcelo Jalil, quien dispuso diversas medidas de investigación.
El sacerdote Julio Grassi, quien afronta un juicio oral por 17 hechos de abuso sexual, corrupción de menores y amenazas, minimizó el hecho y dijo que el niño sólo había intentado llamar la atención ante un reto de uno de los celadores del Hogar.
Jalil no pudo entrevistarse en forma inmediata con el niño porque había sido llevado a la sede central de la Fundación, en la localidad de Hurlingham, para ser asistido por psicólogos, pero denunció que otros chicos de ese Hogar también sufrían maltratos y abusos.
El pasado domingo de Pascua, Grassi intentó dar misa en el Hogar San José Obrero, pero esa petición le fue denegada por el Tribunal Oral en lo Criminal 1 de Morón que los juzga.