Suplemento Económico
WASHINGTON AFIANZARA EL PROTECCIONISMO

Optimismo por el plan asistencial de Biden

POR JUAN J. LLACH *

Los mercados globales siguen optimistas, aunque no eufóricos, al compás del avance de la vacunación, el renacimiento de la economía y la aprobación del paquete social de Biden -llamado nada menos que Ley de plan de rescate estadounidense.

Su monto, u$s 1,9 billones de dólares, se acerca al 10% del PIB de Estados Unidos. Al estilo de la Argentina -pero con solvencia incomparable- la propuesta incluye "planes sociales", es decir, remuneraciones mensuales de u$s 1.400 a un número grande pero aún indeterminado de personas, con prioridad a las familias con niños.

Pero asignará también miles de millones de dólares a la investigación, a pruebas y distribución de vacunas anti Covid-19 y ampliaciones de políticas de desarrollo infantil y educación. Junto al rápido avance de las vacunas, este anuncio ayudará a que el crecimiento del PIB de los Estados Unidos sea del 6% este año, superando la estimación de 5,1% estimado por el FMI.

Los mercados no muestran euforia porque temen dos riesgos relevantes: la inflación y, asociada a ella, la suba de tasas de interés. Por ahora bolsas y commodities están firmes. Las acciones, las más vulnerables: no debe olvidarse que la deuda global pública y privada, casi por mitades, supera el 300% del PIB global.

Ya está en marcha una primera corrección y es el aumento de los rendimientos de bonos del Tesoro de Estados Unidos a 10 años, desde un bajísimo 0,91% anual a 1,62%, en apenas un mes. Aunque suene más lógico el nivel actual, hay que seguir de cerca la rapidez de la suba, siempre riesgosa.

COMMODITIES

Al compás de la recuperación económica global y de una baja del dólar, mucho más moderada que en la primera década del siglo XXI, las commodities están muy firmes. En el caso de los granos, también ayudadas por un "efecto Niña" menor del esperado.

La firmeza de los granos hoy es comparable a la de hace 15 años, pero su duración dependerá mucho del crecimiento de los países emergentes. Confirmando anticipos propios y ajenos, las proyecciones de enero del FMI son optimistas, aunque diversas.

El mundo crecería este año 5,5%, superando la caída del 2020, de tal modo que el PIB global al final de 2021 será algo mayor que el de fines de 2019, y aumentaría 6,1% hasta 2022. A la Argentina le iría peor porque caería 3,8% entre 2019 y 2022, en marcado contraste con la mejora de los países emergentes (8,9%), China (16,7%), los desarrollados (2,3%) y Brasil (1,5%).

Existe una nueva tendencia que es la apreciación del dólar. La gente dejó de creer en que las tasas seguirían muy bajas y se volcó a demandar activos en dólares. Esto permanecerá si la inflación se mantiene baja. Si ella aumenta a entre 2% y 3% anual el escenario de la economía de Estados Unidos, y también el global, se complicarán.

Si supera dicho nivel puede haber una nueva crisis en la economía global. Pese a la apreciación del dólar en el último mes, las commodities siguen firmes por el avance de la vacunación anti-Covid 19, la reactivación de la economía y, en el caso de los granos, por la reaparición de un Efecto Niña, relevante, pero menos que lo originalmente previsto.

Si las vacunas avanzaran con eficacia y rapidez también aquí y se definiera un rumbo de economía mixta como el de la enorme mayoría de países, el mundo sería menos hostil para la Argentina, ayudando a la negociación en marcha con el FMI por un acuerdo de facilidades extendidas y también a la reactivación de la economía.

Aun así, es difícil que el acuerdo con el FMI se logre este año porque las diferencias en materia fiscal son muy importantes y el gobierno hará cuanto esté a su alcance para no arriesgar el resultado de las elecciones, de por sí incierto.

Por otro lado, el proteccionismo en los Estados Unidos, ratificado por Biden -aunque todavía falta saber cuánto se aplicará- también puede afectar negativamente a la Argentina. Típico final abierto, que no ayudará a aumentar la inversión en nuestro país y al crecimiento de la economía.

* Economista. Catedrático del IAE Business School de la Universidad Austral.