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Netanyahu critica la "cruel y maliciosa violación" de la tregua en Gaza en la entrega del cadáver de Shiri Ribas

El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, prometió venganza por lo que describió como una “violación cruel y maliciosa” del acuerdo de alto el fuego, luego de que se descubrió que uno de los cuerpos entregados por Hamás como parte del acuerdo no era el de Shiri Ribas, una madre israelí de dos niños, como habían prometido los insurgentes.

El incidente suscitó nuevas dudas sobre el futuro del frágil acuerdo de cese del fuego, que ha puesto en pausa más de 15 meses de guerra pero se acerca al final de su primera fase. A corto plazo, sin embargo, había indicios de que el siguiente paso del acuerdo —la liberación de seis rehenes israelíes vivos el sábado a cambio de cientos de prisioneros palestinos— se llevará a cabo según lo previsto.

Hamás sugirió hoy en un comunicado que podría haberse producido un posible error en la identificación de los restos debido a los bombardeos israelíes en la zona donde estaban los rehenes israelíes, donde también había palestinos. Afirmó que “realizará una revisión exhaustiva”.

En otro orden de cosas, el presidente estadounidense, Donald Trump, dijo el viernes que no intentará imponer su plan de que Estados Unidos se haga cargo de la Franja de Gaza y la reconstruya para convertirla en un destino turístico, desplazando a los palestinos. El plan fue bien recibido por Netanyahu, pero rechazado universalmente por los palestinos y los países árabes.

Las Brigadas Al Qassam, el ala militar de Hamás, señalaron que seguirán adelante con la liberación de los seis rehenes israelíes el sábado.

En tanto, Hamás entregó cuatro cuerpos el jueves como parte del pacto. Se suponía que correspondían a Shiri Bibas y a sus dos hijos pequeños, Kfir y Ariel Bibas, y a Oded Lifshitz, quien tenía 83 años cuando fue secuestrado durante el asalto del grupo insurgente que desencadenó que la guerra el 7 de octubre de 2023.

Las autoridades israelíes indicaron que, si bien los restos de los dos menores y de Lifshitz fueron identificados positivamente, el cuarto cadáver no pertenecía a Shiri Bibas ni a ningún otro rehén israelí retenido en la Franja de Gaza.

“Trabajaremos con determinación para traer a Shiri de vuelta junto con todos nuestros rehenes —tanto vivos como muertos— y asegurarnos de que Hamás pague el precio completo por esta violación cruel y maliciosa del acuerdo”, afirmó Netanyahu. “El sagrado recuerdo de Oded Lifshitz y de Ariel y Kfir Bibas estará siempre consagrado en el corazón de la nación. Que Dios vengue su sangre. Y así lo haremos nosotros”.

Hamás dijo que no tenía “interés en retener ningún cuerpo”, y añadió que había “demostrado su pleno cumplimiento del acuerdo en los últimos días y que sigue comprometido con todos sus términos”.

“Rechazamos las amenazas de Netanyahu, que sólo sirven para manipular la opinión pública israelí”, indicó Hamás, que pidió a los mediadores que garanticen la continuidad de la tregua. Además, pidió que se devuelvan los restos no identificados, que según Israel corresponden a una mujer palestina.

La promesa de venganza de Netanyahu fue rechazada por la tía de los niños Bibas, que afirmó que las autoridades israelíes no los protegieron el día del asalto y luego los abandonaron en cautiverio.

“Primer ministro Benjamin Netanyahu, no hemos recibido ninguna disculpa suya en este doloroso momento”, dijo Ofri Bibas Levy en un video difundido el viernes por un grupo que representa a las familias de los rehenes. “No estamos buscando venganza en este momento. Pedimos por Shiri”.

La confusión en torno a la identidad del cadáver fue un giro impactante en la tragedia que rodea a la familia Bibas, que se ha convertido en un símbolo global de la difícil situación de los rehenes capturados por Hamás.

Durante el alto el fuego, que comenzó en enero, el grupo insurgente ha estado liberando a rehenes vivos a cambio de cientos de prisioneros palestinos que se encuentran en cárceles israelíes. La entrega del jueves era la primera de cautivos muertos.

El ejército israelí dijo el jueves que el cuarto cuerpo era “anónimo e indeterminado”. Indicó que la familia Bibas había sido notificada, incluyendo Yarden Bibas, el esposo de Shiri y padre de los dos niños, quien fue capturado por separado y liberado a principios de este mes.

Hamás ha afirmado que Lifshitz, Shiri Bibas y sus hijos fallecieron en ataques aéreos israelíes. Pero Israel señaló que las pruebas habían determinado que los menores y Lifshitz fueron asesinados por sus captores.

El enviado de Estados Unidos, Adam Boehler, describió la entrega del cadáver equivocado como “horrible” y una “clara violación” del alto el fuego.

“Si yo fuera ellos, liberaría a todos o enfrentarán una aniquilación total”, aseveró Boehler, quien funge como enviado estadounidense para los rehenes, a CNN.

Se tiene previsto que los seis israelíes cuya liberación está programada para el sábado sean los últimos rehenes vivos liberados durante la primera fase del cese del fuego.

Se trata de Eliya Cohen, de 27 años; Omer Shem Tov, de 22, y Omer Wenkert, de 23. Los tres fueron secuestrados en un festival de música durante el ataque del 7 de octubre. Tal Shoham, de 40 años, que fue secuestrado en la comunidad del kibutz Beeri, también será liberado.

Además, está previsto que Avera Mengistu, de 39 años, y Hisham Al-Sayed, de 36, retenidos desde que cruzaron a Gaza por su cuenta hace años, sean devueltos. Los nombres, dados a conocer por Hamás, fueron confirmados a principios de esta semana por el Foro de Rehenes y Familias Desaparecidas, el grupo que representa a las familias de los rehenes.

Más de 600 palestinos encarcelados en Israel serán liberados a cambio, informó el viernes la oficina de prensa de los prisioneros palestinos. Entre los presos liberados figuran 50 condenados a cadena perpetua, 60 sentenciados a largas penas, 47 liberados en un intercambio anterior de rehenes por presos y 445 presos de Gaza detenidos desde el comienzo de la guerra. (AP)

Hamás ha declarado que también liberará a otros cuatro cadáveres la próxima semana, completando así la primera fase del cese del fuego. No está claro si la tregua se prorrogará.

En otro posible revés al acuerdo, una serie de explosiones alcanzaron tres autobuses vacíos estacionados en el centro de Israel durante la noche.

No se reportaron heridos y nadie se atribuyó la autoría del ataque. Pero el ejército israelí dijo en respuesta que estaba reforzando sus fuerzas en Cisjordania, lo que elevó la probabilidad de una mayor escalada en la zona. Israel ha estado llevando a cabo una amplia ofensiva militar en el territorio ocupado desde la entrada en vigor del alto el fuego.

Si esta fase de la tregua transcurre según lo planeado —con las liberaciones del sábado y de la próxima semana--, Hamás se quedará con unos 60 rehenes, todos hombres, de los que se cree que aproximadamente la mitad estarían vivos.

Hamás ha dicho que no dejará ir a los demás cautivos sin un alto el fuego duradero y una retirada total de Israel del sitiado enclave palestino. Netanyahu, con el respaldo total del gobierno de Donald Trump, sostiene que está comprometido con la destrucción de las capacidades militares y de gobierno de Hamás y con la recuperación de todos los rehenes, objetivos que son ampliamente considerados como mutuamente excluyentes.

La propuesta de Trump de sacar a unos dos millones de palestinos de Gaza para que Estados Unidos pueda tomar posesión del territorio y reconstruirlo, que ha sido bien recibida por Netanyahu, pero rechazada por los palestinos y los países árabes, ha sembrado más dudas en torno al alto el fuego.

En sus declaraciones más recientes, Trump señaló que estaba “un poco sorprendido” por el rechazo de Egipto y Jordania a la idea y que él no la impondría.

“Les diré que la forma de hacerlo es mi plan. Creo que es el plan que realmente funciona. Pero no voy a forzarlo. Simplemente voy a sentarme y recomendarlo”, dijo Trump en una entrevista con la cadena Fox News.

Hamás podría mostrarse reacio a nuevas liberaciones si cree que la guerra se reanudará.

La ofensiva militar de Israel se ha cobrado la vida de más de 48.000 palestinos, en su mayoría mujeres y niños, según el Ministerio de Salud de Gaza, cuyo conteo no distingue entre víctimas civiles y combatientes. Israel afirma haber matado a más de 17.000 combatientes, pero no ha ofrecido evidencias.

La ofensiva destruyó grandes zonas de Gaza y redujo barrios enteros a escombros. En su apogeo, la guerra desplazó al 90% de la población gazatí. Al regresar a sus hogares, muchos han descubierto que no queda nada de ellos y que no hay forma de reconstruirlos.