El suboficial Julio Castillo, jefe de grupo de la Cuarta Sección de la Compañía Nácar del Batallón de Infantería de Marina 5, se encontraba a unos treinta metros de la posición del jefe de la Sección, Carlos Daniel Vázquez. Castillo estaba fuera de su pozo, combatiendo contra, al menos, dos enemigos que le hacían fuego desde diez o quince metros a su retaguardia, parapetados en unas piedras.
En ese momento un soldado inglés alcanzó el pozo del conscripto dragoneante Juan Luis Galarza, del grupo de Castillo, y comenzó a asestarle bayonetazos en el pecho con furia tal, que el arma se quebró.
Esto lo vieron simultáneamente Castillo y el suboficial Tejada. Este último estaba a un pozo por medio del dragoneante. Al mismo tiempo que la ametralladora de Tejada comienza a hacer fuego contra el inglés, el suboficial Castillo, se para, desprotegiéndose, gira hacia su dragoneante, a quien quería como a un hijo, apoya su fusil en el hombro y apuntando al inglés grita: "¡H de P... !" Casi de inmediato cae muerto de un tiro en el pecho.