Que el fútbol no tuvo su origen en Gran Bretaña, es un tema ya saldado y que los historiadores no discuten. Inglaterra es el precursor en la reglamentación. Y siempre fue importante observar lo que ocurre allá para adelantarse a lo que puede suceder acá. Por estas horas se habla, nuevamente, de las posibles secuelas del arte de cabecear la pelota… Y veteranos exfutbolistas ingleses que ven sufrir (y morir) a sus colegas víctimas de enfermedades asociadas a esta práctica, encabezan una cruzada.
En 2020 la Asociación de Fútbol (FA), la máxima entidad del deporte en Inglaterra, tomó la decisión de prohibir a los niños de entre 6 y 11 años cabecear durante los entrenamientos. A esta iniciativa se sumaron Escocia e Irlanda. ¿El motivo? Luego de numerosas investigaciones, comprobaron que golpear la pelota reiteradas veces con la cabeza, puede generar lesiones y enfermedades a largo plazo. Y más si quienes se exponen a esa situación son niños en edades de desarrollo. Chicos que están creciendo.
La medida parece razonable. Más que eso, necesaria. Ya en marzo de 2022, la Federación de Fútbol de los Estados Unidos (USSF) se sumó a la iniciativa británica y se encargó de prohibir que todos los menores de 10 años golpeen la pelota con la cabeza y obligó a que, aquellos que tuvieran entre 11 y 13, también limiten los cabezazos en los entrenamientos.
Las consecuencias de los cabezazos en el fútbol infanto-juvenil se convirtieron en tema de debate.
No fue sencillo. La medida se tomó luego de que un grupo de padres vio que en esas acciones había un problema. Y, en conjunto, presentaron un pedido al tribunal estatal de California. Se trató de una demanda contra quienes organizaban el fútbol que juegan sus hijos, incluida la FIFA. Los acusaban de negligencia y descuido en el tratamiento de lesiones cerebrales o contusiones producidas por darle a la pelota con la cabeza. Incluso, y más grave aún, por los choques de cabezas que se producían en ocasiones desafortunadas entre los pibes a la hora de disputar pelotas aéreas.
Pasó el tiempo y no solo la FIFA tomó cartas en el asunto, sino que también lo hizo el International Football Association Board (IFAB), entidad que rige las normas del fútbol, pone las reglas, las saca, las debate. Se aceptó la moción. Recogieron el guante. Pero hasta ahí... “IFAB ha aprobado un ensayo para estudiar los efectos derivados de que cabecear el balón de manera intencionada pasara a considerarse una infracción sancionable con un tiro libre indirecto. El ensayo se llevará a cabo en competiciones y partidos con jugadores de hasta doce años”, anunciaron desde el organismo rector.
Y esa medida (saludable) llegó al país, pero no a todos sus rincones... Recién se hicieron eco de la situación en Rosario. Lo que comenzó como una recomendación en los entrenamientos, se volvió oficial. En un ensayo compartido por la entidad global, las federaciones de esa ciudad recibieron el comunicado con el que se recomendó que se prohíban los cabezazos de los menores de 11 años.
La IFAB, la entidad que decide las reglas del fútbol, tomó cartas en el asunto.
“Atento a las consideraciones expresadas y los objetivos propuestos, el Señor Presidente de la Asociación Rosarina de Futbol, Mario Oscar Giammaría, eleva a la consideración de la Hble. Comisión Directiva, el siguiente Proyecto de Resolución:
1º) Prohibir la acción denominada “cabeceo” en el ámbito de las competencias oficiales de futbol infantil organizadas por la Asociación Rosarina de Futbol para deportistas menores de 11 (once) años;
2º) Modificar las Reglas de Juego vigentes que regulan las competencias de futbol infantil para esas edades, adaptándolas a la nueva modalidad.
3º) Capacitar por intermedio de la Escuela de Formación Arbitral, a los colegiados que tienen bajo su responsabilidad la dirección de los encuentros oficiales de las distintas competencias infantiles, acerca del procedimiento de aplicación de la presente Resolución.
4º) Organizar en los distintos clubes afiliados, jornadas de concientización, destinadas a Deportistas, Coordinadores, Entrenadores, Directivos y Padres, a efectos de difundir adecuadamente los fundamentos de esta Resolución.
5º) Remitir copia de este Proyecto a los respectivos Funcionarios que tienen a su cargo la administración del Deporte en los ámbitos Municipales, Provinciales y Nacionales, como así también a la Asociación del Futbol Argentino y el Consejo Federal del Futbol.
Una de las acciones más espectaculares del deporte pasó de las canchas al ámbito de la medicina.
6º) Disponer la aplicación efectiva de esta Resolución a partir de su aprobación por parte del Órgano Ejecutivo de la ARF, la cual no podrá exceder del inicio de la próxima Temporada Deportiva 2024”.
Todo eso se va a implementar a partir de junio.
Pero… en el resto del país, por ahora, no va a suceder. Facundo Carrizo es preparador físico y trabaja con futbolistas juveniles en Independiente. Ahora le toca estar al mando de los más grandes, pero dedicó gran parte de su vida al desarrollo del fútbol infanto-juvenil. Carrizo confirma que en el fútbol de la AFA nunca se tomó ninguna medida al respecto. “Es un tema interesante… Acá no existe una norma al respecto”, avisa. “No hay nada en el fútbol infanto-juvenil que impida que los más pibes puedan cabecear. Hace unos años modificaron las dimensiones de la cancha, para que los más chicos no tengan tanto recorrido. Pero en cuanto a la técnica del cabeceo, no hay nada. Por lo menos en Buenos Aires no hay ningún tipo de restricción”, explica.
Mientras tanto, una de las noticias de la semana que para muchos pasó inadvertida fue que un grupo integrado por 35 exfutbolistas ingleses demandaron a varios estamentos de ese país. ¿El motivo? Las numerosas lesiones cerebrales que sufrieron producto de la acumulación de cabezazos a lo largo de sus carreras, en Inglaterra.
Los indignados fueron parte de la Premier League. Y, en grupo, enjuiciaron a la FA, la Federación de Gales, la English Football League y a la IFAB por negligencia en la protección de los deportistas que sufren lesiones cerebrales generadas por cabecear.
Joe Kiennar, legendario jugador del Tottenham, falleció el pasado 7 de abril por demencia vascular.
Los abogados presentaron más de 8 mil registros médicos como prueba de esto y confirmaron que los futbolistas pasaron sus vidas soportando lesiones neurológicas irreversibles como la demencia, encefalopatía traumática crónica, síndrome de posconmoción cerebral, epilepsia, Parkinson y enfermedades de la neurona motora.
A lo largo de la demanda, incluso, fallecieron seis de los denunciantes, entre los que se encuentra el histórico Joe Kiennar. El ex Tottenham Hotspur que vistió la camiseta del seleccionado de Irlanda perdió la vida por demencia vascular. El fútbol no puede permitirse semejante atrocidad. Es mucho más que un dolor de cabeza.