Cristina Kirchner es presidenta del PJ y su vice tercero es el presidente del Bloque de Diputados de UxP, Germán Martínez. El santafesino tuvo un mal debut el martes cuando se le fugaron varias miembros del bloque por orden de los gobernadores que apoyan al gobierno. Nadie bajó al recinto, pero las versiones coincidían en que al kirchnerismo le estaban faltando10 de sus 99 integrantes. Eran cuatro catamarqueños, dos santiagueños, una neuquina, una riojana y dos mendocinos. Martínez será muy K, pero perdió el 10% del bloque en la primera pulseada en su rol de autoridad partidaria.
Otros a los que no les fue bien
A la vicepresidenta segunda de CFK en el Consejo Nacional Justicialista, la catamarqueña Lucia Corpacci, no le fue mejor. La ex gobernadora y actual senadora nacional es muy K, pero los cuatro diputados peronistas de su provincia siguieron la orden del gobernador Raúl Jalil, cada vez más mileísta. Tuvo menos fugas el heterogéneo Encuentro Federal que preside Miguel Pichetto. Saltaron el cerco Ricardo López Murphy, Jorge Avila de Chubut que responde al gobernador Nacho Torres y Francisco Morchio, alineado con Rogelio Frigerio al que tratan muy bien en la Rosada.
Un poco cara la cena
El presidente Javier Milei lanzó la Fundación Faro, un centro de estudios libertario, con una cena en Puerto Madero en la que cada cubierto costaba 20 mil dólares. La idea de recaudar fondos para la formación de los futuros cuadros libertarios tuvo buena repercusión porque se hicieron presentes importantes representantes del establishment económico local. Se organizaron mesas temáticas en las que se sentaba un representante del gabinete con empresarios vinculados a su sector. No se autorizaba a más de un representante de grupo empresario por mesa. Hubo un minucioso examen de admisión.
La misma tijera
La elección de Alejandro Oxenford como embajador ante los Estados Unidos no cayó bien en los “diplos” que están en una inédita batalla con el gobierno de Milei. En “la casa” consideran al nuevo representante en Washington como otras de las figuras jóvenes promovidas por el presidente desentendiéndose de los profesionales del área. Oxenford es un empresario tecnológico, que pasó por Havard y maneja con absoluta soltura la cultura norteamericana. Está cortado por la misma tijera que las demás figuras que trata de imponer el presidente para retirar de la escena a la vieja burocracia estatal.