El presidente electo, Mauricio Macri, pidió al juez federal Sebastián Casanello su sobreseimiento definitivo en la causa en la que está procesado por las escuchas ilegales cometidas por una estructura enquistada en el gobierno porteño contra adversarios políticos y familiares.
Los abogados Santiago Feder y Ricardo Rosental plantearon al juez la desvinculación de Macri de la causa, argumentando que la producción de prueba que estaba pendiente para definir si el presidente electo iría o no a juicio oral no había permitido disipar las dudas por las que el juez decidió apartarlo del proceso oral.
El juez Casanello había pedido a la Justicia de Estados Unidos un informe sobre la contratación de la empresa Ackerman, supuestamente utilizada para espiar a su cuñado, Daniel Leonardo, quien por entonces estaba en pareja con una hermana del jefe de gobierno porteño, luego fallecida.
El padre de Macri, Franco, declaró a lo largo de la causa que había sido él quien contrató a la empresa trasnacional porque era él quien estaba preocupado por la suerte de su hija.
Casanello recibió semanas atrás un informe de la Justicia de Estados Unidos en la que encontró evasivas y pocas precisiones sobre sus interrogantes, y una suerte de tácito anuncio de que no habría mayor información.
La causa quedó, entonces, en condiciones de "clausura de la etapa de instrucción", el paso previo a que el juez le "corra vista" a las partes para que formulen sus requerimientos de elevación a juicio o, como en el caso de Macri, el pedido de sobreseimiento.
El juez deberá pedirle dictamen a los acusadores particulares, Leonardo y el dirigente de la comunidad judía Sergio Burstein, y al fiscal federal Jorge Di Lello.
Luego de que todas las partes formulen su requerimiento, el juez Casanello deberá adoptar un criterio definitivo sobre cómo evolucionará la causa.