Brasilia- El presidente brasileño, Luiz Lula da Silva, negó que su país haya ayudado al depuesto mandatario hondureño, José Manuel Zelaya, a entrar a territorio de ese país y alojarse en la embajada brasileña, como lo aseguró el gobierno de facto de Roberto Micheletti.
"Ustedes deciden si creen en un golpista o en mí", dijo Lula da Silva, sin mencionar a Micheletti, al ser cuestionado sobre un comunicado divulgado en Honduras.
Zelaya, derrocado por el golpe del 28 de junio, está refugiado desde el lunes pasado en la misión diplomática brasileña en Tegucigalpa.
Lula, quien se encuentra en Pittsburg donde se celebra la cumbre del G-20, dijo a la prensa brasileña que poco importa cuales fueron las circunstancias que llevaron a Zelaya de regreso a su país.
El gobierno brasileño se negó a recibir la nota de la Cancillería hondureña en que se denuncia la "intromisión" de Lula en los asuntos internos hondureños.
"Brasil entiende que el presidente es el señor Manuel Zelaya, no quien dio un golpe de Estado", declaró en Brasilia el titular del Departamento de América Central de la Cancillería, Gonzalo Mello Mourao.
En tanto, el vocero de Lula dijo en Brasilia que su gobierno ignoraba los movimientos de Zelaya hasta que recibió un pedido de refugio el lunes pasado.
"Brasil fue tomado de sorpresa por la llegada del presidente Zelaya a la embajada, Brasil no tenía ningún conocimiento de ese plan", afirmó el portavoz Marcelo Baumbach.
Por otra parte la prensa brasileña informó que el ministro de Relaciones Exteriores Celso Amorim no integra la misión internacional coordinada por la Organización de Estados Americanos que debe viajar a Honduras.