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Lukas Märtens se lleva el oro en los 400 metros libre

París - Lukas Märtens rompió el 'maleficio' que parecía perseguir a Alemania y 36 años después hizo sonar el himno germano en homenaje a un nadador masculino, tras proclamarse este sábado en París nuevo campeón olímpico de los 400 libre.

Para ello, Märtens no tuvo que acercarse, tal y como ocurrió el pasado mes de abril, al récord del mundo -3:40.07- de su compatriota Paul Biedermann, uno de los que todavía quedan vigentes de la era de los "bañadores mágicos", los trajes de baño de poliuretano prohibidos por la Federación Internacional en enero de 2010.

De hecho, el nadador alemán se quedó muy lejos de los 3:40.33 minutos que firmó en Berlín y que convirtieron a Märtens en el tercero más rápido de los 400 libre de todos los tiempos sólo superado por el ya mencionado Biedermann y el chino Sun Yang, que se colgó el oro en los Juegos de Londres 2012 con un tiempo de 3:40.14 minutos.

Más de un segundo y medio menos que el crono registrado este sábado por Lukas Märtens en la imponente piscina de La Defense Arena de París, donde el alemán se coronó nuevo campeón olímpico con una marca de 3:41.78 minutos.

Suficiente para derrotar por 43 centésimas al australiano Elijah Winnington, campeón del mundo en 2022, que se colgó la plata con una marca de 3:42.21.

Por su parte, el surcoreano Woomin Kim, oro en los Mundiales disputados el pasado mes de febrero en Doha, tuvo que conformarse con el bronce con un crono de 3.42.50.

Insuficiente para impedir que Märtens tomase el relevo de toda una leyenda de la natación mundial, Michael Gross, que había sido el último alemán en subir a lo más alto del podio en una cita olímpica, tras proclamarse campeón de los 200 mariposa en los Juegos de Seúl 1988. (EFE)