Trabajadores de la ex Terrabusi rechazaron hoy por "unilateral" la oferta de la empresa Kraft Foods de reincorporar a sólo 30 empleados, entre suspendidos y despedidos, y anunciaron un plan de lucha con cortes de rutas y marchas a partir de mañana, hasta "concretar todas las reivindicaciones".
"Los despedidos son 122 y no 30", advirtió el delegado Ramón Bogado, quien aseguró que "habrá cortes y marchas a nivel nacional" a partir de mañana.
El referente gremial anunció la continuidad del plan de lucha nacional frente a la sede del Ministerio de Trabajo, en Alem al 600, donde se desarrolló una ardua reunión de más de ocho horas para intentar destrabar el conflicto de 42 días en la compañía alimenticia de capital norteamericanos.
Bogado anunció el "rechazo" de la propuesta de la empresa de reincorporar a 30 de los 86 trabajadores despedidos y 36 suspendidos, después de conocer que Kraft Foods no reincorporaría a los delegados gremiales despedidos.
"Es una decisión unilateral de la empresa. No estamos de acuerdo", cuestionó, al tiempo que calificó de "sospechoso" que el personal aceptado pertenezca al gremio de la alimentación que conduce Rodolfo Daer.
Más allá de los cuestionamientos, Bogado anticipó que el martes se realizará una nueva reunión en la cartera laboral, para negociar un acuerdo, pero esta vez con la presencia de los integrantes de la comisión interna de la planta de Pacheco.
El delegado reiteró que "está es una justa lucha" de los trabajadores de la ex Terrabusi y aseguró que "el plan de lucha es el único camino que nos dejan" hasta concretar "todas las reivindicaciones.
En este sentido, la CTA, ATE Capital, la CCC, la FUBA, grupos piqueteros y partidos de izquierdas anunciaron una movilización para mañana frente a la sede de la Unión Industrial Argentina, Avenida de Mayo al 1100, en solidaridad con los despedidos y en repudio a "persecución gremial" de la comisión interna de la ex Terrabusi.
En tanto, los diputados del Partido Socialista (PS) presentarán un proyecto de ley para suspender por 180 días los despidos en la firma Kraft Foods.
El delegado Bogado, quien esta mañana advirtió que de no llegarse a una solución volverían las protestas, denunció además que a los delegados no se le permite ingresar a la planta porque "quieren seguir militarizando la fábrica".
Asimismo, reclamó al gobierno nacional que tome posición: "El gobierno nacional, con Cristina (Fernández de Kirchner) a la cabeza, tiene que definir de qué lado se ponen, si de la 'yankee' Kraft Foods, o de los trabajadores", interpeló.
Por más de ocho horas, el ministro de Trabajo Carlos Tomada y su par bonaerense, Oscar Cuartango, intentaron una negociación, en reuniones paralelas, con directivos de la empresa, delegados gremiales y representantes del sindicato de la alimentación para conocer y analizar el cumplimiento de los seis puntos del acta firmada el pasado lunes tendiente a destrabar el conflicto.
En ese marco, se conoció la oferta de la empresa de reincorporar a 30 empleados despedidos y también se constató que efectivizó el depósito de los salarios caídos correspondientes al primer trimestre de setiembre.
Fuentes de la cartera laboral bonaerense dijeron que los trabajadores plantearon por su parte que a cinco delegados no se les permitió el ingreso a la planta de Pacheco para ejercer funciones gremiales, tal como lo establecido por el acta compromiso firmada el lunes en La Plata.
Asimismo, trascendió que inspectores de las carteras laborales nacional y bonaerense pudieron constatar que no hay fuerzas de seguridad en "las áreas de producción" de la planta fabril, aunque si en otros sectores.
En tanto, desde poco después de las 10 un grupo de empleados y militantes de agrupaciones de izquierda cortó el tránsito en Alem al 600, frente a la sede ministerial donde se llevaba a cabo la movilización.