La Sociedad Argentina de Infectología Pediátrica (SADIP) realizó la semana última un simposio sobre el nuevo virus de influenza A (H1N1) en el que participaron pediatras, infectólogos y otros especialistas de la comunidad médica, con el objetivo de compartir las experiencias recabadas en la Argentina.
En una entrevista con La Prensa, la doctora María Marta Contrini, infectóloga del Hospital de Niños Ricardo Gutiérrez y miembro de SADIP, respondió sobre algunos de los interrogantes que existen hoy en torno al virus de gripe A:
- ¿Cómo se manifiesta la influenza A en los niños?
- Las manifestaciones en los niños tienen un amplio espectro, va desde cuadros leves hasta cuadros de mucha severidad, igual que ocurre con el virus de influenza estacional. Nosotros hemos tenido la posibilidad de ver niños con influenza de diferentes edades, pero sobre todo tuvimos la oportunidad de atender a niños de edad escolar, ya que los primeros afectados fueron niños de colegio.
- ¿Qué características en común tenían los niños que fueron afectados con mayor severidad por la gripe A?
- Los niños que se ven más severamente afectados siempre son aquellos que tienen alguna condición de base, en ellos la enfermedad es mucho más severa. De hecho, los casos de fallecimiento que se registran son siempre de niños que tienen alguna condición de base, es decir, que en ellos hay algún factor de riesgo que hizo que la enfermedad fuera mucho más grave.
- ¿Cuáles pueden ser esos factores de riesgo?
- Hay distintos factores de riesgo: por ejemplo, los pacientes oncológicos, los pacientes inmunocomprometidos por otra enfermedad o por algún tratamiento, aquellos que tienen enfermedades crónicas de pulmón, enfermedad cardíaca congénita u otra cardiopatía.
- ¿El tratamiento varía según la gravedad del paciente?
- A todos se les suministró el oseltamivir. La indicación del oseltamivir pasó por dos etapas diferentes: en un primer momento lo recibieron todos los niños que estaban afectados inicialmente, puesto que se trataba de contener la infección. Esto ocurría porque el brote se dio a nivel colegio, se trataban los pacientes que eran ambulatorios, que eran niños sanos, y también se le ponía prevención a todos sus convivientes en su medio familiar, como para tratar de que la enfermedad fuera muy limitada.
- ¿Esto significa que los pacientes que iban a la guardia a consultar porque tenían síntomas de gripe se les daba el oseltamivir por más de que no estuviera confirmado que tuvieran el virus de influenza A?
- Exacto, todos se estudiaban en esa etapa. La indicación era que se les hacía el hisopado nasal y el hisopado orofaríngeo y se mandaba a estudiar. Pero si el paciente tenía síntomas claros de gripe, en esa etapa se medicó a todos los niños -aunque fueran sanos- porque estábamos tratando de contener la infección lo más posible.
- ¿A los familiares de estos niños también se los medicó?
- A sus familiares se les daba una indicación de prevención o profilaxis: todos los convivientes del hogar recibían el tratamiento de oseltamivir una vez por día durante diez días, para tratar de que no hubiera casos secundarios a ese niño que estaba inicialmente enfermo en la familia.
- ¿En qué consistió la segunda etapa de tratamiento?
- Luego pasamos a otra etapa, en la cual -cuando ya vimos que el virus había comenzado a difundirse porque estábamos recibiendo pacientes que venían a internarse por enfermedad febril causada por el virus de influenza había que enfocarse, como lo estamos haciendo actualmente, en los niños que tienen algún factor de riesgo puesto que en ellos la infección es más severa y puede ser mortal.
- ¿Luego de haberle suministrado el medicamento al niño, cuánto tiempo tarda en presentar mejorías?
- Se estima -según lo demostrado por estudios anteriores sobre el oseltamivir- que cuando uno trata una infección por virus de influenza con esta medicación, a medida que transcurren los días de tratamiento (que son 5 días), disminuye drásticamente la expresión del virus. Y alrededor del quinto o cuarto día, prácticamente ya no hay expresión del virus.
EFECTIVIDAD
- Se habló de casos en los que hubo una resistencia al oseltamivir... ¿Ustedes observaron una falta de respuesta en algún paciente pediátrico?
- No se puede hablar de resistencia al oseltamivir en nuestro medio, porque todavía no hay estudios realizados sobre la sensibilidad del virus al antiviral, hasta donde yo conozco.
- ¿Todos los pacientes que se atendieron en el hospital Gutiérrez respondieron al tratamiento?
- Eso es otra cosa y es muy prematuro. No tengo una evaluación como para decir todos respondieron, no podría decir eso en este momento. Como tampoco interpretar si este medicamento puede o no ser resistente al virus. No hay datos ni análisis como para hablar de eso.
- ¿Tuvieron en el Hospital Gutiérrez casos en los que debieron cambiar el medicamento, es decir, optar por la otra opción, el zanamivir?
- El zanamivir todavía no está disponible en la Argentina. Además, el zanamivir es para un determinado grupo etario, a partir de los siete años.
- ¿Qué tipo de complicaciones tuvieron los pacientes que murieron?
- En los pacientes que tienen factores de riesgo la enfermedad es más grave. Y en los pacientes que fallecen, la enfermedad está asociada a su condición de base.
PREVENCION
- ¿Qué otro tema se abordó en el simposio organizado por SADIP?
- Se hizo mucho énfasis en las medidas de prevención, tanto a nivel de la comunidad como del personal de salud.
- Sobre las medidas de prevención se generaron ciertas controversias: si los barbijos son o no eficaces, si conviene usar alcohol en gel... ¿Cuáles son las principales acciones preventivas?
- El uso de barbijo, si bien puede ser controvertido, es un medio de barrera y en aquellos niños que están enfermos se indica su uso para tratar de evitar que estén diseminando la enfermedad. Además, el uso de barbijo se ha priorizado cuando el médico está atendiendo a un paciente pediátrico en una condición de cercanía. Hay prácticas médicas que son de mucho más riesgo para el contacto con secreciones del niño, como por ejemplo al tener que tomar una muestra del aspirado de las secreciones de la nariz o de la garganta, entonces el médico frente a esas condiciones tiene que estar protegido y de hecho está indicado que usen barbijo, gafas, guantes, camisolín. Hay situaciones especiales en las cuales el barbijo realmente cumple la función de un método de barrera para impedir la transmisión de la enfermedad.
- ¿Entonces las personas que están sanas no deberían usar el barbijo?
- No es para que hablemos del uso de barbijo de forma indiscriminada, por la calle, para todo el mundo. Hay algunas situaciones en las cuales uno puede protegerse, uno tiene que tomarlas en cuenta: cuando vamos a ponernos en contacto con un paciente al que se tiene que asistir en la casa -por ejemplo la mamá- ella puede protegerse con el barbijo.
- ¿El barbijo tiene una vida útil?
- Sí. Las cantidad de horas que puede ser utilizado depende del tipo de barbijo. En cualquier caso, una vez que el barbijo se humedece o resquebraja, deja de ser efectivo y por supuesto debe ser descartado.
- ¿El alcohol en gel al 70% o el alcohol fino es efectivo?
- Está indicado en forma equiparable al lavado de manos. Son medidas de higiene para prevenir la diseminación del virus.
- ¿El lavado de manos es la medida de higiene más importante?
- Sí, siempre es una medida que uno debe tener en consideración en primera instancia.
- Respecto a los ambientes ¿el virus progresa en ambientes húmedos o secos?
- En condiciones de humedad. Conviene tener los ambientes bien aireados.
- ¿Que otras medidas son importantes?
- Al toser o estornudar conviene taparse la nariz y la boca con el codo y no con la mano. Y hay que evitar tocarse los ojos, la nariz y la boca con las manos. Es importante lavarse las manos frecuentemente para que si uno se toca inadvertidamente la nariz, ojos o boca se evite la diseminación del virus.
- Ahora que los chicos están de vacaciones ¿lo mejor es que se queden en sus casas?
- La prolongación de las vacaciones tiene como objetivo que los chicos no asistan a actividades de tipo gregario, como puede ser la escuela donde están compartiendo aulas con numerosos niños, porque así se facilita la diseminación de virus. Hay que evitar actividades grupales o de mucha comunicación estrecha con otros virus. El hecho de quedarse en casa ayuda a evitar el contacto.