Voy a hacer un nuevo esfuerzo por entender el mundo en que vivimos, a mi juicio plagado de malos entendidos filosóficos e históricos. Por no entender el mundo en que vivimos y por supuesto ignorar las razones por las cuales alcanzamos lo que Alexander Bernstein denomina El nacimiento de la abundancia se corre el riesgo de que muchos países sean incapaces de alcanzarlo, y otros de perderlo.
Cada día estoy más convencido de la falacia que implica la noción de la civilización occidental y cristiana. Tal como lo señala Bernstein hasta hace 200 años el mundo vivía casi como vivía Jesucristo. La pregunta pendiente entonces cuál fue la causa que determinara el progreso logrado desde entonces, así como el atraso histórico. Según esa vanagloria occidental, existen dos mundos: el desarrollado y el subdesarrollado.
Las respuestas a estas preguntas aparentemente no existen, al tiempo que surgen filosófica y políticamente los amantes de los pobres que crean más pobres. O sea los socialismos de todos los siglos.
TRES MUNDOS
Mi criterio es que existen tres mundos en nuestra historia universal. El primero es aquel que superó la estupidez humana, a partir de tomar conciencia de la existencia de la misma (Estados Unidos).
El mundo en el que no habiendo conciencia de la naturaleza humana reina la estupidez y su consecuencia es el subdesarrollo (América Latina, con la salvedad de la Argentina histórica). Y el tercero es el mundo donde privó la estupidez intelectual que desarrolló el totalitarismo y puso al mundo al borde de la Apocalipsis en el siglo XX. Y todavía esas ideas en gran medida prevalecen en términos de la pretensión de igualdad y por supuesto políticamente el socialismo.
Pero antes de seguir adelante permítanme definir la estupidez de acuerdo al Diccionario de la Real Academia Española y así también del Webster. Conforme al primero la estupidez es: "Torpeza notable en comprender las cosas". Y el segundo dice: "Lento en aprender, carencia de inteligencia; ausencia de agilidad mental".
Podría decir que el mundo que inició el progreso se basó en el reconocimiento de la naturaleza humana, pero la historia de Europa muestra que por siglos privó la violación de los principios cristianos que se pretendían representar: "Dar al Cesar lo que es del Cesar; la parábola de los talentos; la parábola de la hora nona; y el justo peca siete veces y el que esté libre de pecado que arroje la primera piedra". Más tarde, surgió del oscurantismo de la razón. Esta surgida de lo que he denominado la estupidez intelectual. Y de la Diosa Razón surgieron los totalitarios.
PLATON, UN PIONERO
Pues bien en este proceso yo me voy a permitir dar un paso atrás en la historia del Iluminismo, e iniciar con la filosofía política de la Hélade donde encontramos el pensamiento de Platón que diera los primeros pasos del totalitarismo y así escribió: "La clase dominante tiene la virtud y el derecho a las armas. No debe participar en actividades económicas, tiene derecho a censurar y el país debe ser autárquico, pues sino los gobernantes serían dependientes de los comerciantes o serían comerciantes".
Lo que he denominado la estupidez intelectual proveniente de la Hélade, siguió sus pasos durante el Iluminismo con Rousseau, quien al igual que Platón en el Contrato Social estableció que el denominado pacto social le otorgaba al cuerpo político poder absoluto sobre sus miembros, y lo denominó "soberanía".
Seguidamente planteó que lo que denominara la voluntad general representaba el bien común y consiguientemente se requería la creación de un hombre nuevo, y el individuo sería parte de la sociedad. En su discurso sobre la desigualdad determinó que ésta surgía de la propiedad privada y por tanto concluía que: "los frutos de la tierra pertenecen a todo el mundo y la tierra a nadie".
Así en la búsqueda del hombre nuevo llegó la Revolución Francesa y Robespierre con los jacobinos se encargó de ponerlas en práctica hasta que le costara su propia cabeza.
Años más tarde surgió la figura excelsa de Enmanuel Kant quien consideraba a Rosseau el Newton de las Ciencias Morales. Me voy referir a su enfoque ético-político, que a mi juicio siguiendo a Rousseau se constituyó en la exégesis de la moral racionalista que fundamentó al totalitarismo alemán. Kant estipuló que la naturaleza per se decidía el destino de la humanidad. Asimismo sostuvo que la razón se desarrolla en la especie y no en el individuo, que se constituye en el principio básico del historicismo y del colectivismo.
Y siguiendo los pasos de Rousseau en su Metafísica de la Moral sostiene que "el soberano de un Estado tiene solo derechos en relación a sus súbditos y no deberes coercibles" y continúa: "Aún la presente Constitución no puede contener ningún artículo que pueda hacer posible para algún poder del Estado resistir o detener al supremo ejecutivo en casos en que violara la Constitución".
Demás está decir que sus imperativos categóricos constituyen la esencia de la moral racionalista que es la base del totalitarismo. En ese sentido vale destacar las consideraciones de Ayn Rand que dice: "Lo que Kant propone es un completo, total y abyecto desinterés; sostiene que toda acción es moral solo si se hace por deber. O sea que propone que la búsqueda de la propia felicidad es inmoral pues no se hace por deber".
Podemos decir que con este pensamiento viola un principio fundamental de la libertad tal como lo propuso John Locke. Por ello dice Ayn Rand: "El último monumento a Kant y a toda la moral altruista es la Rusia Soviética". Igualmente Kant considera que el comercio es inmoral pues se hace por interés.
LLEGA HEGEL
La tendencia original del pensamiento kantiano fue sin lugar a dudas un fundamento predominante del pensamiento de Whilhem Hegel. El se manifestó como veremos primeramente en el historicismo convertido en lo que he denominado el logo-teísmo. Siguiendo el pensamiento de Kant respecto a la razón, en la historia determina que el Estado es la divina idea tal como se manifiesta en la Tierra. Es decir la confusión de la razón y la deidad. Por tanto concluye que: "El individuo tiene objetividad, verdad y ética solo como miembro del Estado". Seguidamente en la noción absoluta del poder político, representado como el Estado y por consiguiente en la virtud de la guerra frente a la concupiscencia del comercio. Y no menos importante la descalificación apriorística de los intereses particulares.
Es indudable que el pensamiento de Hegel fue determinante de la supuesta ética política del poder absoluto en nombre del Estado. Ya debiéramos saber que cuando se considera que el interés privado es contrario al interés general, de hecho resulta que se magnifica el interés particular de los gobernantes que forman los Estados.
Siguiendo entonces con el logoteísmo determinante del historicismo hegeliano, Hegel determina que: "la guerra es el momento ético de los Estados".
Y dice al respecto: "La salud ética de los pueblos es mantenida en su equilibrio frente fortalecimiento de las determinaciones finitas, como el movimiento del viento preserva al mar de la putrefacción, sin el cual lo reduciría a una durable y perpetua quietud". O sea surge la dialéctica hegeliana de la lucha entre los Estados. En virtud de ese pensamiento Kanthegeliano surgió Hitler y el nacionalsocialismo que determinara el Holocausto y la Segunda Guerra Mundial.
LLEGA MARX
Entonces llegó Karl Marx que primeramente transformara la dialéctica hegeliana de la lucha entre las naciones a la lucha de clases. Así primeramente reconoce en El manifiesto comunista: "La burguesía durante su gobierno de escasamente cien años, ha creado más masivas y más colosales fuerzas productivas que todas las generaciones que le precedieron".
Después de haber sido quizás el primero que tomó conciencia de esa realidad, no obstante haberlas descalificado éticamente por "no haber dejado otro nexo entre hombre y hombre que el desnudo interés propio, que el cruel pago en efectivo", describe la realidad creada y dice: "...una sociedad que ha conjurado tales gigantescos medios de producción. y de intercambio, es como un mago que ya no es capaz de controlar los poderes del mundo más bajo que ha llamado mediante su encantamiento".
Yo me atrevo a decir que el que no se enteró de la razón de ser del mundo que se había construido fue Marx y fue así que creo la ilusión de la creación del nirvana del mundo a través de la dictadura del proletariado y la desaparición de la propiedad privada. Así podemos ver que de esa teoría surgió la ilusión de una utopía que, como previera Karl Popper, surgió la violencia del comunismo y por supuesto los gulags. De allí nacieron Lenín, Stalin y los gulags. Y esa violencia se apoderó de Cuba Fidel Castro mediante y la subversión en América Latina.
La caída del Muro de Berlín mostró el fracaso del comunismo, pero ya en 1899 Eduard Bernstein en las Precondiciones del Socialismo había previsto que al socialismo se podía llegar por la vía democrática. En mi criterio, la demagogia. De esa fantasía surgió la socialdemocracia en la Unión Europea y el populismo como "etapa inferior del socialismo" en América Latina, más recientemente envuelto en el socialismo del siglo XXI.
¡AY LOS INTELECTUALES!
Podemos ver como la lucidez de los intelectuales decidiera ese curso lamentable de la historia que hoy se presenta en la crisis europea y el populismo prevaleciente en América Latina. Pero ese daño existencial de los intelectuales todavía está presente en la supuesta lucha por la igualdad económica y la confusión de ignorar tanto como lo ignorara Marx que la vía del progreso no fue el capitalismo, sino el Rule of Law.
Es decir, el sistema que reconociera la naturaleza tal como o había previsto John Locke y Hume lo explicara diciendo: "la naturaleza humana es inmodificable si queremos cambiar los comportamientos tenemos que cambiar las circunstancias".
Los sistemas no son económicos sino éticos y políticos, y la economía es el resultado. Así en Europa la crisis surge del Estado de Bienestar que significa un gasto público que ronda el 50% del PBI y el populismo es la arbitrariedad política en nombre del pueblo. Así podemos ver la causa de la crisis europea y el subdesarrollo latinoamericano.
Pero la realidad no asusta a los intelectuales y ahora Marx esta presente en un nueva obra de Thomas Piketty: Capital in the tweenty first century. En ella sostiene que el capitalismo genera la desigualdad económica porque la rentabilidad del capital es mayor que la tasa de crecimiento del PBI. Y aparentemente esa obra está teniendo un gran éxito. Podemos ver que la demagogia que lleva a los políticos al poder es avalada siempre por la estupidez intelectual, que es la racionalización de la compasión por los pobres, que podríamos llamar el romanticismo político. Como dice Hanna Arendt: "Cuando se violan los derechos individuales en nombre de la compasión, desparece la libertad y la justicia".