Fundada y dirigida por
El abrupto final de la revista está explicado por José Luis Trenti Rocamora (1): "Evar Méndez lo habría decidido por la formación, a cargo de la mayoría de los integrantes de
La sola mención de esos pocos escritores, que no fueron los únicos, da una idea del pluralismo de talentos que convocó la revista. Aquí sólo deseo recordar, con ánimo de generar alguna sonrisa, alguno de los graciosos "epitafios'' que los colaboradores destinaban a propios y ajenos: (2)
De Conrado Nalé Roxlo:
Dejadlo dormir en pax,
que de este modo no xode
Max''.
Capdevila en este osario.
Fue niño, joven y adulto,
pero nunca necesario.
Sus restos deben quemarse
para evitar desaciertos.
Murió para presentarse
en un concurso de muertos.
Brandrán Caraffa se oxida;
su muerte fue natural:
lo mató un insecticida.
un escritor de cartel,
que transformaba el papel
en enormes papelones.
Murió no se sabe cómo.
Esta hipótesis propuse:
`Fue aplastado bajo el lomo
de un diccionario Larousse.
libre de malos momentos,
tiene Gálvez su morada.
Sus versos no fueron nada,
sus novelas fueron cuentos.
Era un varón de los buenos.
Lo mató la Inquisición
por una coma de menos.
bardo de escasa poesía.
Fue compañero de escuela
de Mármol y Echeverría.
¿Autor?
literaria terminó.
Ésta su lápida sea:
L. P. Q. T. P.
(2) Los autores. A) Epitafistas: Conrado Nalé Roxlo (1898-1971); Horacio Rega Molina (1899-1957); Eduardo González Lanuza (1900-1984); Emilio Lascano Tegui (1887-1966); Ernesto Palacio (1900-1979; Pablo Rojas Paz (1896-1956); Francisco López Merino (1904-1928). Epitafiados: Jorge Max Rohde (1892-1979); Arturo Capdevila (1889-1967); Alfredo Brandrán Caraffa (1898-1978); Leopoldo Lugones (1874-1938); Manuel Gálvez (1882-1962); Jorge Luis Borges (1899-1986); Calixto Oyuela (1857-1935); Juan José de Soiza Reilly (1880-1959).