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Los Profesores

El baúl de los recuerdos. Estudiantes de La Plata se destacó en los albores del profesionalismo por el espectacular juego de su delantera. Lauri, Scopelli, Zozaya, Ferreira y Guaita quedaron en la historia a pesar de que no tuvieron la recompensa de un título.

“Eran como los cinco dedos de una mano”. La definición parece más poética que precisa, pero esconde una perfecta noción de complementariedad. Félix Daniel Frascara, un lúcido periodista de la revista El Gráfico, explicó con esas palabras el funcionamiento de Los Profesores, la espectacular delantera con la cual Estudiantes brindó magistrales cátedras de fútbol ofensivo en el tramo final del período amateur y en los primeros años del profesionalismo. Miguel Angel Lauri, Alejandro Scopelli, Alberto Zozaya, Manuel Ferreira y Enrique Guaita integraron ese célebre quinteto. Impulsaron al equipo platense a pelear el título en 1931 con Boca, pero a pesar de que no les alcanzó para ser campeones, quedaron en la historia del fútbol argentino.

Para comprender cuán grandes fueron Los Profesores bastaría con indicar que entre los cinco se despacharon con cien goles en el torneo amateur de 1930, 88 en 1931 -ya en la era rentada- y 67 en 1932. En los tres años que coincidieron con la camiseta albirroja (se habían encontrado en el ´29 y alcanzaron a jugar dos partidos en el ´33) lograron que Estudiantes marcara 297 tantos en 103 partidos, a un increíble promedio de casi tres conquistas por cotejo.

Los pincharratas escoltaron a Boca en 1930 y fueron cuartos en el 1931, certámenes en los que hasta las jornadas finales se mantuvieron en la disputa por el título con los xeneizes. En su último torneo de actuación plena quedaron sextos, pero siempre amagaron con dar el gran golpe. Ellos se encargaron de que sus nombres se instalaran para siempre en la memoria colectiva sin necesidad de ser campeones, en una clara demostración de que la historia no la escriben sólo los que ganan.

Nolo Ferreira, también conocido como el Piloto Olímpico por su notable actuación en la Selección argentina que obtuvo la medalla de plata en los Juegos Olímpicos de Amsterdam en 1928, fue el primero en debutar. Lo hizo en 1924, tras incorporarse procedente de su Trenque Lauquen natal. Lauri, apodado Flecha de Oro, y el Conejo Scopelli llegaron a Primera desde las inferiores del club. Se habían destacado en un partido de Cuarta División en 1926 y como premio los llevaron a ver al equipo principal de Estudiantes contra River en la vieja cancha de avenida Alvear (la actual Del Libertador) y Tagle. Faltaron dos titulares y les avisaron que debían jugar. Zozaya, a quien llamaban Don Padilla, se sumó en el ´29 al sorprender a los dirigentes luego de marcarle dos goles al elenco platense en un amistoso en Entre Ríos, su tierra. Finalmente, Guaita, el Indio, viajó a la capital provincial para estudiar medicina pero terminó en el ´29 adueñándose de la punta izquierda del ataque.

A PURO GOL

La formidable campaña del ´30 ubicó a los albirrojos entre los principales aspirantes a apoderarse del primer título profesional. Y de la mano de Los Profesores, apelativo que se ganaron tanto por sus actuaciones como por la apariencia que tenían por salir a la cancha con blazers azules, los pincharratas brindaron espectaculares funciones de fútbol ofensivo. Sus triunfos eran demoledores: 3-0 a Talleres de Remedios de Escalada, 7-0 a Chacarita, 5-2 y 8-0 a Ferro, 5-2 a Independiente, 4-0 a Platense, 5-1 a Argentinos, 6-1 a Atlanta, 8-0 a Lanús (el partido terminó con ese resultado por un acuerdo entre el capitán de Lanús, Edmundo Piaggio, su colega de Estudiantes, Lauri, y el árbitro Lorenzo Martínez), 6-3 a Racing, 4-1 a Huracán…

Cuando al certamen le quedaban tres jornadas se encontraron con Boca, que estaba puntero. El duelo en la entonces relativamente nueva cancha de 57 y 1 era una inmejorable oportunidad para que Estudiantes redujera la brecha de cuatro unidades respecto del líder.

Lauri, Scopelli, Zozaya, Ferreira y Guaita se salieron con la suya. El partido fue una pesadilla para los auriazules. Muy temprano debió dejar la cancha Ludovico Bidoglio, uno de los pilares de la defensa. Vico, famoso zaguero que llevaba una década luciéndose en la Ribera, sufrió una fractura al chocar con Don Padilla que le puso punto final a su carrera. Sin embargo, unos minutos después el visitante se puso en ventaja con un gol de Domingo Tarasconi, quien ese 27 de diciembre de 1931 logró el último de sus 185 tantos con la camiseta de Boca.

Estudiantes igualó antes del cierre del primer tiempo a través de Scopelli. Guaita, el centromedio (volante central de nuestros días) Ulises Uslenghi y otra vez el Conejo sentenciaron el 4-1 para los platenses. Con dos partidos por delante, la brecha entre Boca y su escolta se redujo a un par de unidades.

Pero los albirrojos perdieron 2-1 con Atlanta y 3-1 con San Lorenzo y se quedaron con las manos vacías. Aunque finalizaron en la cuarta posición, se llevaron todos los aplausos. Zozaya, con 33 goles, fue el máximo artillero del certamen, seguido por Scopelli, con 31.

Un año más tarde fueron sextos, muy lejos del campeón River. También dejaron su sello goleador ganándole 6-1 el clásico a Gimnasia, 4-0 a Lanús, 4-1 a Huracán, 3-0 a Argentinos, 5-3 a Boca y 6-4 a Talleres de Escalada. En esas dos primeras campañas en el profesionalismo Zozaya les puso la firma a 53 tantos, Scopelli logró 44, Guaita, 35; Ferreira, 16 y Lauri, 15.  Se juntaron dos veces más en 1933, pero sólo cosecharon derrotas.

La famosa delantera se disolvió con la partida de Scopelli y Guaita a Italia, donde el Indio, ya con el apodo de Corsario Negro, fue campeón del mundo con la squadra azzurra en 1934. Ese año Nolo se fue a River y nada fue igual.

Lauri, cuyo verdadero apellido era Larroi, dejó su sello con la velocidad y la habilidad para abrir defensas y enviar centros precisos; Scopelli, de excelentes condiciones técnicos, hizo estragos con su capacidad de definición;  Zozaya sumó goles a raudales con remates y cabezazos letales; Ferreira era el cerebro del equipo, gambeteador e inteligente, y Guaita, el menos lujoso del quinteto, sobresalía por su fuerza y rapidez. Tejieron maniobras plenas de virtuosismo, pases en profundidad, toques de primera, desmarques y ferocidad ante los arqueros adversarios. Según Frascara, Los Profesores fueron nada más y nada menos que “la mayor expresión de arte colectivo sobre una cancha”.

LA SINTESIS

Estudiantes 4 - Boca 1

Estudiantes: Eduardo Scandone; Armando Nery, Ramón Rodríguez; Alberto Viola, Ulises Uslenghi, Francisco Pérez Escalá; Miguel Angel Lauri, Alejandro Scopelli, Alberto Zozaya, Manuel Ferreira, Enrique Guaita.

Boca: Domingo Fossatti; Ludovico Bidoglio, Ramón Mutis; Juan Evaristo, Cayetano Silenzi, Pedro Arico Suárez; Miguel Angel Nardini, Domingo Tarasconi, Francisco Varallo, Roberto Cherro, Antonio Alberino.

Incidencias

Primer tiempo: 23m se retiró lesionado Bidoglio (B); 25m gol de Tarasconi (B); 28m gol de Scopelli (E). Segundo tiempo: 6m gol de Guaita (E); 29m gol de Uslengui (E); 33m gol de Scopelli (E).

Cancha: Estudiantes. Arbitro: Natalio Valdatta. Fecha: 27 de diciembre de 1931.