El partido se jugó al ritmo de Minnesota. Los Timberwolves hicieron gala de su trabajo defensivo, ese que los llevó hasta la final del Oeste. Pero los Dallas Mavericks tienen un tridente con el que demostraron que le pueden ganar a cualquiera: el talento de Luka Doncic, la experiencia y sacrificio de Kyrie Irving y la inteligencia de Jason Kidd para dirigir al equipo.
Con estas tres cartas, los texanos lograron adaptarse a la asfixiante presión de los Lobos y así se mantuvieron siempre a tiro en el marcador, pese a que tuvieron que trabajar duro para eso.
Pero el esfuerzo valió la pena y en los minutos finales del partido Doncic se iluminó y condujo a su equipo a la victoria. Fue 108 a 105 como visitante con 15 puntos del esloveno en el último cuarto.
La estrella europea terminó el encuentro con 33 tantos, ocho asistencias y seis rebotes, en tanto que Irving lo hizo con 30, cuatro y cinco.
Por el lado de los locales, fue Jaden McDaniels el que tuvo la labor más destacada. Con 24 puntos, el alero lideró la ofensiva de su equipo, ya que Karl-Anthony Towns y Anthony Edwards estuvieron por debajo de sus promedios. El pívot cerró su planilla con 16 puntos, dos asistencias y siete rebotes y la joven promesa marcó 19 tantos, nueve pases gol y 11 rebotes.
El partido fue siempre parejo y los Mavs se fueron al descanso abajo en el marcador solo por tres puntos. Cabe destacar que el equipo visitante ganó tres de los cuatro períodos y que, tal vez, el desgaste físico que los Wolves realizaron para mantener su presión defensiva pudo jugarles en contra en el cierre del encuentro.
La serie recién inicia pero Dallas volvió a sorprender al dar el golpe de visitante ante el tercer mejor equipo del Oeste y que venía de derrotar al campeón vigente, Denver Nuggets. Además los Mavericks alcanzaron así su quinta victoria de visitante en los Playoffs. El segundo encuentro de la serie será mañana en el mismo escenario a las 19 locales (21.30 de Argentina).