"Alexander y un día terrible, horrible, malo...Muy malo!" (Alexander and the terrible, horrible, no good, very bad day). Dirección: Miguel Arteta. Guión: Rob Lieber, basada en la novela de Judith Viorst. Fotografía: Terry Stacey. Música: Christophe Beck. Actores: Steve Carell, Jennifer Garner, Ed Oxenbould, Dylan Minnette y Kemis Dorsey. Presenta: Buena Vista. Duración: 82 minutos. Calificación: Para todo público.
El filme cuenta la historia de Alexander, un chico de once años al que un día le empieza a salir todo mal. Como ya se levantó con un chicle pegado en el pelo, se lastimó con su patín y antes que vinieran inconvenientes mayores, su familia se burló de tanta desgracia, Alex pide un deseo esa madrugada, cuando se inicia su cumpleaños. Y el pedido es que su familia también tenga problemas para que reconsidere su situación. Y el deseo de Alex se cumple. Su hermano mayor tendrá un accidentado examen de conductor, su madre debe enfrentar problemas laborales y hasta su padre, que perdió el empleo ira a una ansiada entrevista de trabajo acompañado por el bebé de la familia, por no tener con quien dejarlo. Y los contratiempos no acaban.
Película para toda la familia con la clásica pareja de padres ideales, cuatro hijos con todos las virtudes y defectos de chicos de esa edad, la historia se desarrolla dentro de una línea tradicional, con pocas sorpresas y acumulación de obstáculos que de una manera u otra se solucionan.
AUSENCIA DE SORPRESAS
El filme basado en un best seller de Judith Viorst, escrito hace cuarenta años, incorpora elementos actuales como el acoso escolar, la desocupación (padre desempleado), la diversificación de papeles (la mamá trabaja, el padre cuida al bebé) y el cambio del mercado laboral que abarca no solo los contenidos, sino las modalidades de entrevista y la condición de los empleadores (el posible empleo es una empresa de videojuegos, manejada por muchachos de veinticinco a treinta años desestructurados y capaces de no asombrarse de un postulante que llega a la cita laboral con increíble atuendo y bebé incluído).
A pesar de las actualizaciones temáticas, formalmente la película de Rob Lieber atrasa un poco con la acumulación continua de gags, la anticipación del final y la ausencia de sorpresas. Sin embargo la simpatía de los personajes, la actuación de Steve Carrell (para los que gustan de él) y el equipo de buenos actores salvan una historia que sólo se propone divertir.
Calificación: Buena