Lejos de los rótulos, una obra de singular poética

'Fragmentos del ensayo sobre un pacto frustrado como compensación simbólica de la miseria cotidiana dentro de un sistema resultadista que no concibe como valor de cambio a un material intangible'. Así de largo, así de gráfico y así de sincero es el título de esta obra que fue una de las claves de la última Bienal de Arte Joven y recientemente volvió a presentarse en Estudio Los Vidrios.­

Por ella, su director Ariel Bar-on resultó premiado con la residencia Archivos inesperados de la Bienal. En una nota con la periodista Martina Dubini del Diario del Club, edición La Bienal, Bar-on da muchas pistas de este evento teatral que es obra, que es performance, que es prueba y que finalmente escapa a cualquier encasillamiento. "El título -señala- es antiproductivo, anticomercial. Es invendible. Ni los actores lo saben. Incluso desde la Bienal me mandaron un mail para preguntarme si podían poner 'Fragmentos...'. Es muy gracioso. Y en cuando al pacto frustrado del que habla, es esto de que en la obra se frustra todo. Todo va hacia una zona fallida, desoladora, inquietante''.­

En efecto, nada finalmente ocurre del todo en 'Fragmentos...': cada episodio o situación planteda no termina de `formalizarse', pero no parece que fuera a propósito, no hay una búsqueda loca del arte por el arte; más bien cada uno de los momentos termina configurando una poesía muy particular, un modo de estar, de ser en escena.­

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RUPTURA­

Si el espectador busca el famoso principio-desarrollo-desenlace bien podría sentirse frustrado. Podría, aunque tal vez -o probablemente- no ocurra. Frustrado porque el comienzo no es tradicional, tampoco el final. De hecho, el público paga su entrada -barata a propósito- y se le pide que además lleve al menos un libro para donar.­

Desde el vamos, se atacan las convenciones. No es que se rompan necesariamente: se habla de ellas, se las expone, se las disecciona. Para lograrlo hacen falta tres intérpretes completamente consustanciados con el material. Y a Bar-on se suman dos socios de fierro: Anabela Brogioli y Zoilo Garcés, quienes secundan, intervienen, colaboran y recrean situaciones con precisión, amor y en muchos momentos emoción.­

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LAS ESCENAS­

No hay cuarta pared. Se habla e interpela directamente al espectador. Pero también se montan escenas -¿reales?, ¿ocurrieron?-. Hay un joven que perdió un libro o se ve a una pareja que no logra concretarse. El ritmo, el tono de 'Fragmentos...' es inevitablemente personal. Y responde al espíritu de su director.­

Hay un mundo en cierta forma kafkiano en la pieza. Se sufre también en ese infinito sin solución. Nada es fácil, nada se concreta. Pero finalmente hay recompensa en esos formularios. Hay algo de intercambio, aunque intangible, por supuesto. Por eso es teatro.­

Lisandro Rodríguez, el director de Los Vidrios, supervisó el trabajo desde su inicio, allá por 2016. Se trata de experiencias que dan aire, dice Rodríguez. Para un ámbito ligado a las lógicas capitalistas de intercambio, con marketing, promoción o agentes de prensa, asistir a ver 'Fragmentos...' también representa una forma de rebeldía. Una hermosa manera de plantearse para qué hacemos lo que hacemos. Y que probablemente no tenga respuesta. Al menos no una sencilla ni corta.­

Hay funciones los sábados 18 y 25 de junio a las 20.­

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Calificación: Excelente­