“El PRO debe decidir cómo prefiere ser absorbido por la Libertad Avanza. Si en un acuerdo electoral donde le respeten lugares en las listas, o enfrentándose en una elección”. La frase la suelta un operador político del conurbano bonaerense que mira con distancia las internas de cada espacio político. Le toca hablar desde la experiencia de haber estado en decenas de armados electorales. Y agrega: “Al momento, el armado que viene haciendo el gobierno nacional en los territorios es extraño. Para abordar lógicas históricas, aplican métodos raros”. Lo cierto es que se han acelerado los contactos más subterráneos que visibles con la incertidumbre sobre qué tablero se va a jugar la elección. ¿Con o sin PASO? Y en la Provincia de Buenos Aires, ¿Desdobla o no? Preguntas que no inhabilitan la puesta en marcha de micro tensiones con el objetivo final donde prevalece al momento la extrema polarización que podría derivar, a pedido Libertario, en una amplia atomización.
En las mesas políticas bonaerenses ya se expresan, entre un mar de dudas, algunas certezas. Nadie descree del “negocio político” que representa para Milei y Cristina Kirchner sostener sus tensiones. Por debajo de ellos los acuerdos afloran. Se multiplican. Lo hay explícito y no tanto. Los Jefes Territoriales hacen su juego. Y abren canales de diálogo con todas las terminales que derivan en Balcarce 50. Aún a sabiendas que la definición será en el triángulo de hierro que componen Milei, Karina y Santiago Caputo. Aunque en el día a día, ese triángulo se reduce a dos puntas. El Presidente no quiere saber nada con la rosca del día a día. Y deja hacer a su hermana y al asesor Caputo.
“FUERZAS DEL CIELO”
La semana pasada, tal cual fue adelantado por este medio, Diego Valenzuela, Intendente de Tres de Febrero blanqueó lo que era un secreto a voces. Su decisión de sumarse a las “Fuerzas del Cielo” para, en tres años, buscar ser el ungido candidato a gobernador, recibir la bendición, frase muy taquillera que le permitió a varios vivos facturar, en su momento, franquicias imaginarias cuando Néstor Kirchner desplegaba su ambicioso plan de conquistar el Gran Buenos Aires. Al final del camino, terminó como suele finalizar en estos casos: El Jefe comprando llave en mano los armados que poseen los barones del conurbano. La referencia es válida para comparar aquello con estos tiempos por una razón fundamental: no hay distancia tan abrupta entre los métodos actuales y aquellos. Si hasta la mano de obra es, en diversos casos, la misma.
Salto Valenzuela, ¿Quién le sigue? La lista de nombres no tardó en llegar. Al menos en la provincia de Buenos Aires. De los que podrían enmarcarse como puros del PRO están Soledad Martínez de Vicente López y Ramón Lanús de San Isidro. No habrá en ellos movimientos en el corto plazo. La definición será cuando se acuerde o no el armado global. Si se rompe y no hay frente común, allí deberán tomar la decisión. Lo mismo que Guillermo Montenegro, el mandamás de General Pueyrredón. Cerca de ese esquema se anota Jaime Méndez, el intendente de San Miguel que seguirá los pasos que dicte el jefe político del distrito, Joaquín De La Torre, hoy senador provincial del bloque Libertario. En el interior de la provincia se han agitado los nombres de los intendentes de Pergamino Javier Martínez y de San Nicolás, Manuel Passaglia. En el caso de ambos, ninguno dará un paso sólo porque las encuestas muestran que el Presidente tiene una alta imagen en sus distritos. Esto es algo que se repite cada vez con mayor claridad en las comunas. La figura de Javier Milei alcanza niveles muy altos de popularidad que se asemejan a la de los jefes locales. Lejos, asoman Axel Kicillof y Cristina Kirchner. Justo es decirlo, para el peronismo cosechar más allá del Conurbano es cada vez más complejo.
PROPIAS INTERNAS
En la Casa Rosada están atentos a las propias internas que existen en las comunas. Hay más de un lazo con los versátiles alcaldes quienes suelen prometer protección a cambio de no ser molestados en sus distritos. Si se pone la lupa en movimientos recientes, se deduce que el gobierno nacional ya estableció líneas con varios. La seguridad suele ser un buen argumento para compartir actos en conjunto que demuestran la buena sintonía. Y la seguridad también puede ser un elemento de confrontación, como el que se vive por estas horas entre la Ciudad y la Provincia.
Hace rato que el corredor oeste del GBA se convirtió en una fábrica de episodios delictivos. Muy cerca de la General Paz acaba de ser asaltado el flamante Ministro de Transporte bonaerense Martín Marinucci a quien abordaron cuando salía de cenar con su familia en un restaurante de Ramos Mejía, partido de La Matanza. Extrañamente se dijo que los delincuentes estaban vestidos de policías. Raro, porque las imágenes que se observaron después hablan que están vestidos de otra manera. ¿Mensaje a Javier Alonso? Los cuestionamientos al Ministro de Seguridad bonaerense no son propiedad sólo de su par de CABA Waldo Wolf. Los tiene, sobre todo, de su propia fuerza política.
La víctima del asalto, llegó al gobierno de Kicillof tras la salida de Jorge D´Onofrio. El Ministerio es un reducto de Massa en el gobierno de Kicillof. Es más, los críticos de Massa dicen, de manera socarrona, que en realidad es un ministerio de Malena Galmarini. El desembarco de funcionarios que trabajaron a la par de ella es notorio. Como así también la influencia que pretendió tener el referente de Massa de Moreno Damian Contreras. Un experimentado dirigente se preguntó si Axel Kicillof había tomado en cuenta que estaba nombrando a alguien como Marinucci que hace política de siempre en Morón en el mismo momento que el Intendente del distrito Lucas Ghi se ha volcado para ese sector de la interna luego de pelearse con Martín Sabatella. O será que Ghi está pensado en una jugada un poco más riesgosa. Por ahora, es un misterio.
OESTE PICANTE
El Oeste se puso tan picante que hasta se dan casos que traen recuerdos de las andanzas de Aldo Rico cuando gobernó San Miguel y solía salir en su camioneta a recorrer el distrito. En más de una oportunidad fue él mismo quien se encargó de detener a delincuentes con las “manos en la masa”. Acaba de suceder algo similar en Ituzaingó cuando el Secretario de seguridad del distrito Tony Rosendo encontró robando a un delincuente en un negocio y lo detuvo personalmente. El distrito gobernado por Pablo Descalzo es el mismo que fue noticia a finales del año pasado porque compró patrulleros y cuando hicieron el acto de entrega a la bonaerense llegó la orden del Ministro que la policía no vaya a recibirlos. En Ituzaingó apoyan al gobernador.
Axel Kicillof deshoja la margarita. Desde Monte Hermoso, Cristina Kirchner envió el mensaje que ella no se interpone a que le aprueben el presupuesto.
Eso implicaría no sólo la ley de leyes, sino una serie de medidas que incluyen hasta la reelección de los legisladores. Está claro que la ex Presidente pretende enfocarse sólo en confrontar con Milei. Un cetro que no quiere abandonar el gobernador. Por estas horas, mostrará que el deterioro de las rutas que atraviesan la provincia de Buenos Aires es pura responsabilidad de Javier Milei. Se cansó de ser criticado por el mal estado de las carreteras que “abandonó el gobierno nacional”. Por debajo de estas pujas se cuecen habas. ¿Es cierto que desde el Instituto de Lotería de la Provincia de Buenos Aires están tejiendo la idea de adelantar la renovación de las licencias de bingos? Muchas de ellas vencen recién en 2027. El apuro respondería a cerrar lo antes posible financiamiento ante una probable confrontación interna. Consecuencias lógicas del loteo de un gabinete que, por ahora, no logra la pureza que requeriría el nacimiento del “kicilofismo”.