Economía

Las criptomonedas, un salvavidas para Venezuela

La condición de moneda internacional no regulada, el simple hecho de que cualquiera pueda construirla o minarla, y que no exista un Banco Central que la respalde ha generado la ocasión para que algunos la tomen como un atajo para apalancarse por caminos no tradicionales.

El fenómeno de las criptomonedas no ha cobrado relevancia mundial sólo por su subibaja impredecible, por la incertidumbre que genera y que pone en guardia a los asesores financieros y a los ahorristas. Tampoco por esa burbuja que se infla, se infla, pero nunca termina de estallar del todo. La misteriosa divisa virtual es también la forma a la que algunos países en serios problemas, tal el caso de Venezuela, han recurrido para obtener financiamiento por afuera de un sistema que los tiene bloqueados.
 
La condición de moneda internacional no regulada, el simple hecho de que cualquiera pueda construirla o minarla, tal la expresión que se utiliza en la jerga de las criptodivisas, y que no exista un Banco Central que la respalde ha generado la ocasión para que algunos la tomen como un atajo para apalancarse por caminos no tradicionales.
 
Con el precio del barril de crudo a mitad de camino del record de u$s 120 en que estuvo hace unos años, y con un proceso inflacionario irreductible que arrojó 2.616% sólo en 2017, Venezuela se debate en la agonía monetaria, entre otras. A esta altura del partido todo indica que el socialismo del siglo XXI será virtual, o no será nada.
 
La decisión ya fue tomada. El presidente Nicolás Maduro informó que el próximo 20 de febrero comenzará la preventa de la criptomoneda venezolana, llamada petro, un verdadero manotazo de ahogado o, continuando con la figura náutica, un último salvavidas para esta sufriente Venezuela.
 
Según trascendió, la emisión de la criptomoneda venezolana cuenta con ``activos petroleros'' como respaldo, si bien en general las monedas virtuales carecen de este tipo de esquema, a diferencia de lo que ocurre con la divisa de cualquier país que es generada y administrada por un Banco Central.
 
El Gobierno estableció que cada petro será equivalente al valor de un barril de petróleo, que hoy en día ronda los u$s 65. Maduro también explicó que se podrán adquirir petros en la preventa, en la oferta inicial y en el mercado secundario, una vez culminado el proceso de venta inicial, y que el total de petros emitidos en circulación durante el primer año superará los 100.000 millones de petros.
 
El Ejecutivo es claro en su objetivo: se podrá transar la moneda de forma segura y directa para evitar bloqueos y embargos y se evitará el alto costo transaccional de las compañías y las comisiones de los bancos. Como dijo Maduro, ``el petro estará disponible de manera libre en casas de intercambio electrónico en todo el mundo''.
 
Para que el volumen de petros minados sea el que el Gobierno realmente necesita, Maduro dispuso la instalación de la infraestructura necesaria en colegios y universidades, y la creación de campos especiales donde se fabricarán criptomonedas, a la vieja usanza de las granjas socialistas.
 
Que las criptomonedas son un atajo para evitar el sistema financiero y saltearse los bloqueos es claro, lo cual también genera cierta desconfianza. Hay quienes presumen que Corea del Norte ha tomado este recurso para seguir adelante con sus planes, pese a la presión internacional y su escaso crédito. Por eso es que Corea del Sur sancionó una ley que impide la compraventa de criptomonedas con cuentas anónimas para evitar el lavado de dinero y otros delitos. De ahora en adelante los inversores surcoreanos no podrán realizar transacciones en sus carteras virtuales a menos que el nombre de sus cuentas de criptomoneda coincida con el nombre de las cuentas bancarias a las que éstas están asociadas.