Es de público conocimiento y ha sido profusamente difundido que el presidente Javier Milei fue nota de tapa en la reconocida revista estadounidense "Time". En dicha publicación se le hace un extenso reportaje en el que Milei, fiel a su hábito aborda diversas temáticas con su habitual y desenfadado estilo, formulando aseveraciones sostenidas únicamente en sus propias creencias y sistema de valores, rara vez fundadas en información comprobable y basada en datos. Realiza así un somero repaso histórico en el que vuelve sobre su ya conocida afición por colocar al presidente Hipólito Yrigoyen como un líder populista, endilgándole responsabilidades y culpas que no pueden sostenerse con seriedad si se estudia la historia con esmero y honestidad intelectual.
DIFERENCIA
Hace una diferencia entre Yrigoyen y Alvear, al que califica como "liberal", omitiendo la condición de "radical" de don Marcelo, sucesor como candidato de la UCR a la presidencia, al que Yrigoyen apoyó con todo su poder y prestigio. Si algún mérito le cabe a Alvear como presidente, no es menor el de Yrigoyen que supo elegirlo y sostenerlo para la alta magistratura. Sin por ello dejar de señalar matices y diferencias de estilo entre ambos. No dice Milei sin embargo que los principios liberales en lo político y en lo económico fueron comunes tanto en Yrigoyen como en Alvear, aunque también implementaron políticas intervención estatal en la economía, creación y desarrollo de YPF, laudos arbitrales en conflictos laborales, creación de cajas de jubilaciones, impulso de legislación social, entre otros aspectos.
Finalmente y en un ejercicio de creatividad e inventiva sin base alguna, Milei afirma que Yrigoyen llevó a cabo "ataques a la propiedad privada" (sic) e incluye la novedad de la supuesta autoría de una “ley de alquileres" de características expropiatrias, como ejemplo del populismo yrigoyenista, que condujeron a su derrocamiento en 1930.
Es bien sabido que las causas del golpe contra Yrigoyen -el primero de una larga y fatal serie en nuestra historia- fueron de otra índole aunque jamás se le endilgó vulnerar la propiedad privada y menos una ley de alquileres (muy posteriormente el peronismo impulsó una muy discutida). Waldo Frank supo escribir que el golpe de Estado tuvo “olor a petróleo” en referencia a la ley de nacionalización de dicho hidrocarburo que estaba en trato en el Congreso impulsada por el presidente y el radicalismo.
Las polémicas históricas impulsadas desde la cúspide del poder no son una novedad ni son patrimonio exclusivo del presidente actual, pero sería saludable abandonar la práctica de intentar reescribir la historia a la medida de los intereses coyunturales de los gobiernos de turno.
* Presidente del Instituto Nacional Yrigoyeneano.