Por Pablo A. Vázquez *
En apariencias el estudio sobre un personaje histórico, y a Eva Perón me estoy refiriendo, no debería demandar grandes sacrificios. Periódicos, publicaciones oficiales y textos históricos, más reportajes radiales, grabaciones de sus discursos, películas sobre su labor, documentales y fotografías; unidos a las memorias de sus contemporáneos deberían dar un panorama completo sobre ella.
Pero los intereses contrapuestos de los sectores políticos en pugna de estos últimos tiempo determinaron que existiese, al decir de Ernesto Palacio, una "historia falsificada". Testimonios que se cruzan, miradas interesadas, prejuicios sin sentido, operas que falsean y discursos que la utilizan.
En particular cualquier el tema de la infancia, al que se presentó desde la malformación maliciosa de los hechos, su utilización para falsas comprensiones de su accionar político y el tabú de la divulgación de la leyenda maliciosa.
Fueron en estas últimas décadas donde la mujer tras el mito se fue abriendo camino, despojada de prejuicios y adulaciones, en estudios académicos y publicaciones de divulgación.
Algunos de trabajos más popularizados -aunque con disparidad de miradas- sobre la vida de Evita, y que abarcan el período de su infancia, son, a modo de rápida selección: Mary Main, "La mujer del látigo: Eva Perón (1955)"; Benigno Acossano, "Eva Perón, su verdadera historia" (1955); Roman Lombrille, "Eva, la predestinada"(1955); Cecilia R. de Martínez Paiva y María Rosa Pizzuto de Rivero, "La Verdad, Vida y obra de Eva Perón", dos tomos (1970); Francisco de Virgilio, "Eva Perón, heroína y mártir de la patria" (1974); John Barnes, "Eva Perón" (1978); Marysa Navarro, "Evita" (1981); J. M. Taylor, "Evita Perón, los mitos de una mujer" (1981); Libertad Demitrópulos, "Eva Perón" (1984); Fermín Chávez, Eva Perón en la historia (1986) y Eva Perón sin mitos (1996); Vera Pichel, "Evita intima" (1993); Alicia Dujovne Ortiz, "Eva Perón, la biografía" (1995); Carmen Llorca, "Llamadme Evita", Barcelona, Planeta, 1980; Noemí Castiñeiras, "Ser Evita, síntesis biográfica" (1997) y "El ajedrez de la gloria, Evita Duarte actriz" (2002); Félix Luna, "Eva Duarte de Perón" (1999); Pablo Vázquez, "Eva Perón, su legado de puño y letra, 1946-1952" (2010); Roberto Baschetti, "Eva Perón Bibliografía 1944-2002" (2002); Norberto Galasso, "Verdades y mentiras acerca de Perón y Eva Perón" (2009); María Seoane y Víctor Santamaría, "Evita, esa mujer" (2007); Jorge González Crespo, "Eva Perón, la primera parte de su vida" (1996); A. R. Lanusse, "Ave Eva María" (2006); y Felipe Pigna, "Evita" (2007), entre otros.
INVESTIGACIONES ESPECIFICAS
Hay investigaciones más específicas sobre sus primeros años: Ignacio Martín Cloppet, "Los orígenes de Juan Perón y Eva Duarte", Buenos Aires (2010); Héctor Daniel Vargas y Roberto Carlos Dimarco, "Evita, Casamiento en Junín" (1995); José Capsitski, "Prehistoria de Eva Perón", en Revista Todo es Historia, nº 14 (1968); Héctor Daniel Vargas, "La muerte de Juan Duarte", en Revista Todo es Historia, nº 372 (1998); Héctor Daniel Vargas, "¿Dónde y cuando nació Evita?", en Revista Todo es Historia, nº 384 (1999); entre otros.
TESTIMONIOS
Sobre testimonios relacionados con Eva Perón se han publicado: Ricardo Halac y J. C. Cernadas Lamadrid, "Eva Perón" (1986); Otelo Borroni y Roberto Vacca, "La vida de Eva Perón" (tomo 1), testimonios para su historia" (1970); Vera Pichel (compiladora), "Evita, Testimonios vivos" (1996); Fermín Chávez, "Evita hay una sola" (1999); Norberto Galasso, "Yo fui el confesor de Eva Perón" (Padre Hernán Benítez) (1999); Carlos Salvador Mac Donnell, "Simplemente Evita, Hija dilecta de Los Toldos" (1995); entre otros.
Se le sumarían los trabajos publicados por el Instituto Nacional de Investigaciones Históricas Eva Perón, tanto sobre Evita, como sobre testimonios de Beba Gil, Ana Macri, María Eugenia Alvarez, Jorge Ochoa de Eguilor, Rodolfo Decker y Duilio Brunello. Finalmente la historia relatada por la propia protagonista y su familia se plasmó solamente en: "Eva Perón, La razón de mi vida" (1951); y Erminda Duarte, "Mi hermana Evita" (1972).
EL NACIMIENTO
Pero aún persisten temas poco claros en su historia, o que no fueron debidamente estudiados. Uno de ellos fue el nacimiento, si fue el 7 de mayo 1919, en Los Toldos, la fecha y lugar real, o en 1922 en Junín, como figuró en su "nueva" acta de nacimiento, acta de matrimonio y libreta de enrolamiento.
Si tempranamente lo refirió Mary Main en su libelo de 1955, aún más crítico fue el dirigente conservador Reynaldo Pastor en "Frente al totalitarismo peronista" (1955). Allí, con prólogo de Federico Pinedo, se explayó ponzoñosamente sobre "la tirana", y su accionar político, errando en muchos datos históricos, pero sumando en su anexo: "El hallazgo de un acta de nacimiento apócrifa aclara una controversia (diario La Verdad, Junín, octubre 19 de 1955)".
Tomando dicho periódico, presentó al lector que "en el libro de nacimientos correspondiente al Registro Civil (1ø sección) del año 1922, tomo II, folio 175, fue asentado el advenimiento de Juan José Uzqueda. El acta llevaba el número 728, pero ocurre que la misma ha desaparecido, y, en su lugar se encuentra la de la extinta esposa del mandatario depuesto".
A ello le sumó otra referencia de un diario nacional, el que el 24 de mayo de 1956 reprodujo las declaraciones de Evaristo Rodríguez del Pino, Jefe de Registro Civil de General Viamonte, reafirmando la tesis del libro citado.
Agregó don Pastor que "como esa documentación ha sido puesta a resguardo del Distrito Militar nø 17, su jefe, mayor Miguel Müller, ante el descubrimiento ha informado de inmediato a las autoridades nacionales, para poner tales libros en manos de la Comisión Nacional Investigadora".
Mientras esa fue la preocupación del dirigente conservador, el cuerpo de Evita estaba por ser secuestrado del edificio de la Confederación General del Trabajo por un comando militar, trasladado a distintos lugares, sufriendo vejámenes anticristianos, y luego llevado secretamente a Italia.
NUEVA MIRADA
Nunca está dicha la última palabra. Ni en la historia, ni en el presente. Siempre hay algo nuevo para contar, o hay una nueva mirada sobre hechos y personajes que dan respuesta a incógnitas del hoy.
Eva Perón, a cien años de su nacimiento, está vigente más que nunca. Su presencia, para propios y ajenos, nos abarca. Para unos la admiración, para otros el rechazo. Entender, finalmente, a esa mujer que superó su propio mito puede dar las coordenadas para entendernos a nosotros mismos en estos años donde su mirada debe interpelarnos.
* Licenciado en Ciencia Política; Docente de la UCES; Miembro del Instituto Nacional Eva Perón; y Secretario del Instituto Nacional Juan Manuel de Rosas